En el interior de un lujoso edificio de Shinjuku, el famoso informante Izaya Orihara pensaba que últimamente sus días se habían vuelto muy aburridos. Aunque sabía que siempre podía encontrarse con un ser humano que le pudiera brindar alguna que otra diversión (y ésta, ocasionalmente, siendo de un carácter perverso), hacía más de un mes que ninguno saltaba a la vista.
Nadie, incluidos sus conocidos más cercanos, se dignaba a portarse de una manera que considerara merecedora de su atención y eso lo mantenía preocupado.
«Tal vez es necesario que yo les brinde un incentivo adecuado para forzarlos a relucir. De lo contrario, terminaré por ir en busca de Shizu-chan sólo por dar con una manera de pasar el tiempo. Eso es algo por lo cual, estoy seguro, deberé reprocharme eventualmente.»
«Otra opción es que ellos no sean el problema. ¿Será eso posible...?»
El joven sacudió la cabeza y luego alzó la mirada. Recorrió el librero que ocupaba una pared completa. Se detuvo por unos instantes en la cabeza encapsulada de la Motociclista sin Cabeza y luego continuó leyendo los títulos de los volúmenes que la enmarcaban, la mayoría sobre antropología y uno que otro sobre psicología. Al hacerlo, Izaya se planteó la posibilidad de aprender sobre el comportamiento del ser humano sin la necesidad de experimentar con algún pobre diablo, pero terminó por resignarse. Era necesario mantener una interacción directa si quería pasar un buen rato y también si buscaba entender por completo la naturaleza del susodicho.
«¿Qué humano no he terminado por comprender?»
«Mi familia es demasiado predecible, por no hablar de Shinra y de Celty...»
«Namie-san es una persona totalmente opuesta a la que deseo en estos momentos.»
Izaya apartó su atención del librero y prefirió detenerse en ningún punto en particular.
«¿Y si de momento lo que necesito no es un humano sino alguien menos complejo?»
«Alguien menos complejo y más irracional.»
«Siempre cabe la posibilidad de que me haya precipitado al juzgarlo.»
El informante finalmente tomó una decisión:
—Durante los siguientes tres meses observaré a Shizu-chan de la misma manera en que suelo hacer con el resto de los humanos; lo observaré y también lo seguiré adónde quiera que vaya con la misma dedicación que le he dado a cada uno de los residentes de Ikebukuro —el informante sonrió.
«Es posible que encuentre algo útil e interesante.»
«Podría encontrar humanidad en el monstruo, que sería de extrañar, o podría saber cómo acabarlo si resultara lo contrario. Sin duda, eso será un pasatiempo muy productivo.»
...
NOTAS:
¡Hola, hola!
Antes que nada, quisiera aclarar que esta historia no es mía sino de Itaria-chan de FF. Yo soy su beta (¡por fin!) y le he pedido permiso para publicar la historia por aquí (al menos hasta que logre convencerla de hacerse una cuenta en Wattpad). ¡Eso sería todo!
¡Gracias por leer! ¡Espero que les guste!

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El día a día de Izaya Orihara
FanficEl informante finalmente tomó una decisión: "Durante los siguientes tres meses observaré a Shizu-chan de la misma manera en que suelo hacer con el resto de los humanos; lo observaré y también lo seguiré a dónde quiera que vaya con la misma dedicació...