Capítulo 2

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Estación Espacial Carrick, 24 horas después del ataque.


La improvisada 'Sala de Estrategia', ubicada en el nivel más bajo de la Estación Espacial estaba casi llena de personas.

Todas discutiendo o echándose la culpa, ya fuera por lo ocurrido en Tython o por otros deslices que pasaron en Korriban.

Observándolas desde un rincón bien apartado de aquella estancia, Theron Shan decidió que no podía culparlas. Ellos habían sido convocados sólo para una misión a Korriban: conseguir información, reliquias, apalear a algún que otro Sith... Hacer el héroe... Nunca predijeron que el planeta ancestral de la Orden Jedi, hogar de muchos de los allí reunidos, iba a ser puesto bajo asedio.

Frunció el ceño, mientras que una molesta sensación se acunaba en su pecho.

No se suponía que el Imperio atacara Tython, al menos no de improviso. Y sin embargo, ese asalto había sido casi en simultáneo con la incursión al planeta maldito de los Sith.

¿Cómo era posible que él, siendo un renombrado espía de la SIS, no se hubiera enterado de nada?

No podía ser que los programas de sus implantes cibernéticos estuvieran desactualizados...

Más allá de esa improbable teoría, era demasiado extraño como para ser una simple coincidencia.

Pasando una mano con gesto extenuado por su castaño cabello, Theron enfocó su mirada en la persona a cargo de toda aquella temeraria operación. Darok, en toda su estatura, trataba de calmar a dos Caballeros Jedi bastante aireados.

¡Señores, señores!habló en voz alta el Coronel, haciéndose escuchar entre las quejas de los usuarios de la Fuerza, y las groserías de algún que otro contrabandista colado─. ¡Ya no hay nada de qué preocuparse! Nuestras fuerzas están barriendo la porquería fuera de Tython mientras hablamos.

¿Cómo sabemos que no habrá un segundo ataque de los Sith mientras estamos atascados en este lugar?interrumpió un Caballero Jedi, cruzándose de brazos y en absoluto disimulando su indignación.

Theron podía comprender en cierto modo el estado de ánimo de ese hombre: desde el ataque a Tython, nadie había sido capaz de entrar o salir del planeta. Todos estaban ansiosos de poder descender o ayudar en el desastre. Incluido él.

Según el último informe─ Empezó Darok, observando algo en su muñequera mecanizada─, el espacio aéreo de Tython está siendo limpiado y monitoreado con detenimiento. Los heridos ya están siendo atendidos y equipos de infraestructura ya han comenzado a descender al planeta para iniciar los trabajos de reconstrucción de edificaciones y defensas dañadas concluyó, con una sonrisa forzada.

Todo muy bonito─. Dijo un contrabandista, con cierto sarcasmo─ ¿Y cuándo nuestros amigos Jedi podrán descender?Preguntó, ganándose miradas reprobatorias de los usuarios de la Fuerza.

Theron contó hasta tres, casi prediciendo la respuesta del hombre calvo.

Mañana a primera hora.

Ahí estaba... El castaño esbozó una sonrisa seria, mientras veía como el Coronel intentaba acallar las distintas quejas, pedidos de dinero y demás.

Darok no era muy bueno llamando a la calma.

Al final, todos comenzaron a irse, ya cansados de no obtener respuestas definitivas, supuso Theron. El Coronel sacudió sus manos, y se acercó a él con intención de iniciar una charla. Pero algo llamó su atención mientras la sala se iba quedando vacía.

La Jedi y el EspíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora