Todo estaba destrozado.
El Templo Jedi de Tython se encontraba bastante dañado, y prácticamente a oscuras. Los escombros de columnas destruidas bloqueaban varios pasillos y entradas. Las inmediaciones, como los campos de entrenamiento y varios monumentos, también sufrieron graves perjuicios.
Como si eso no fuera suficiente, afuera se había desatado una lluvia tranquila; era como si el clima del lugar hubiera confabulado para que todo pareciera aún más lúgubre.
Observando la desoladora destrucción que los bombardeos enemigos habían ocasionado al interior del lugar, Erisvel agarró con firmeza el mango de su sable de luz apagado, sintiendo una gran impotencia.
Impotencia por no haber podido frenar ese ruin ataque.
Varios Jedi, incluido un miembro del Consejo, murieron defendiendo su ancestral hogar... Y muchos más resultaron heridos.
Por la Fuerza... Habían niños entre esos números tan nefastos.
Negó con la cabeza, preguntándose por un momento si había hecho algún honor a su título de Barsen'thor en aquella defensa desesperada. Si en verdad merecía que la llamaran Guardiana de la Orden.
Apretando su mandíbula hasta que casi le dolió, desterró esos pensamientos y dirigió su mirada hacia los prisioneros del Imperio, capturados durante la retirada de las tropas hostiles.
─Ténganlos bajo custodia, y que la SIS se encargue de los interrogatorios ─sentenció con voz intimidante, distorsionada por la máscara que siempre la sumía en el más absoluto de los anonimatos.
Su interlocutor, el Teniente Bickel asintió ─Encantado, Barsen'thor ─el zabrak se dio la media vuelta, dirigiéndose a cuatro soldados que venían con él─ ¡Ya escucharon, señores! ¡Saquen a esta escoria de aquí!
Los militares se pusieron firmes, y a punta de rifle, guiaron al grupo arrestado fuera de lo que ahora eran casi ruinas de la Cámara del Consejo.
Erisvel soltó un suspiro inaudible, dejando que la paz aplacara poco a poco la ira creciente que sentía─ ¿Hay alguna información al respecto, Teniente? ¿Del porqué de este ataque? ─Preguntó.
Había sido un asalto que tomó a todos por sorpresa. Ella, incluso con todos los contactos que su labor como Sombra Jedi le había proporcionado, ni siquiera recibió un rumor acerca de las intenciones del Imperio.
Supuso que era porque nadie esperaba que los Sith irrumpieran en la reforzada seguridad que protegía el planeta.
Ese hecho le frustraba.
Bickel negó con la cabeza ─No he recibido reportes nuevos desde Coruscant, Maestra Jedi ─expresó él, con aparente seguridad.
MaestraJedi... Erisvel casi esbozó una sonrisa ante el error, pero se puso en alertaautomática cuando detectó un minúsculo tono de duda. Asumiendo que el oficial sabía más de lo que decía, realizó un sutil movimiento con su mano izquierda ─Necesito todos los detalles que sepas ─murmuró ella, sin remordimiento alguno.
El truco mental funcionó con la misma efectividad de siempre, ya que el Teniente se puso a hablar, con voz monótona ─Mañana se celebrará una reunión secreta en la Estación Espacial Carrick, para discutir las consecuencias de la Incursión a Korriban. El Coronel Darok será quien la presida.
Se consideró afortunada de llevar una máscara que le cubriera todo el rostro, ya que el oficial no podría ver la cara de profunda sorpresa que ella puso al escuchar ese inquietante dato.
¿Un ataque a Korriban? ¿Había escuchado bien, acaso?
¿La República había orquestado un ataque al corazón del Imperio Sith?
Ahora todo encajaba en su lugar.
No atreviéndose a indagar más, Erisvel se limitó a poner las manos a sus costados, y a aguardar. Tras unos cuantos segundos, el Teniente sacudió levemente la cabeza, algo aturdido por la Persuasión ─Eh... El Templo Jedi está limpio de enemigos, Barsen'thor y losrefuerzos estarán comenzando a arribar en pequeñas oleadas a partir de estanoche. Mientras tanto, continuaremos las labores de ayuda para los heridos ─lecomunicó él.
El hombre hizo un saludo militar, y se alejó de la estancia, dejando a la Jedi con sus reflexiones.
¿Cómo se les había ocurrido atacar el hogar maldito de los Sith? Se preguntó ella, sin entender.
Se sintió aún más frustrada, y no era para menos: Si de antemano hubieran sabido acerca de ese ataque, podrían haber elaborado una estrategia de defensa adecuada para prevenir represalias.
─Pero no─ masculló entre dientes con rabia─. Tuvieron que hacer todo por debajo de la mesa.
Pateó una piedra, colocando las manos en sus caderas.
Muchos inocentes pagaron el precio por esconder esa acción ¿Y todo para qué?
Un pitido proveniente de la mesa principal de las Cámaras del Consejo Jedi la sacó de sus pensamientos. Era una llamada entrante.
Sabiendo que las comunicaciones aún podían estar intervenidas por el bando enemigo, la Jedi se acercó a la mesa con cautela, donde de improviso apareció el holograma de un Sith pura-sangre, ataviado de ropas que no eran del todo para la batalla.
─Lord Goh. El paquete ha sido asegurado, tú y tus hombres pueden proceder con el...─. Se interrumpió al ver a la mujer ─Oh.
─ ¿De qué paquete hablas? ─Exigió saber Erisvel, mirando fijamente a su contraparte.
─ Ya nos habíamos adelantado bastante, ¿Verdad? ─Evadió la pregunta ─. No importa, puedes tener tu pequeño templo de vuelta si quieres, ya he terminado conél... Y con todos los que se pusieron en nuestro camino.
Maldito.
Erisvel no pudo evitar estrellar la palma de su mano enguantada contra la mesa, levantando así una nube de polvo ─Déjate de tonterías, quiero respuestas, Sith ¿Por qué hicieron esto? ¿Cuál es el juego?
El hombre esbozó una sonrisa con sorna, y le apuntó con un dedo burlón ─Expones tus sentimientos demasiado como para ser una Jedi ─. Antes de que Erisvel pudiera replicar a esa provocación, el sujeto de piel roja habló ─ ¿Por qué lo hice? Este es el comienzo de la reivindicación de la historia.
Y así, sin más que decir, cortó la comunicación.
Erisvel se quedó con palabras en su boca, y muchas más preguntas que respuestas.
Echó un vistazo a la Cámara, mientras que a lo lejos escuchaba el lamento de algunos, y el sufrimiento de los heridos.
A paso firme, salió de la estancia.
Tenía una reunión a la que asistir.
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¡Al fin primer capítulo! *Le tiran con un vaso*
Cualquier error que tenga, no duden en hacérmelo saber. Todo comentario constructivo es más que bienvenido.
Por ahora, será un capítulo por semana, publicado todos los Domingos, o a más tardar los Lunes.Sin más que decir, espero que les haya gustado, ¡Nos leemos la próxima vez! :)
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La Jedi y el Espía
Fiksi PenggemarEn la Galaxia reina el caos: la República y el Imperio Sith batallan día a día en busca de la victoria definitiva, ignorantes de una amenaza que va más allá de lo conocido... Cuando Tython es atacado bajo circunstancias más que sospechosas, es tarea...