Manos unidas por un beso
6. Listón rojo
Esto era una completa estupidez y pérdida de tiempo.
Apenas acababan de concluir el primer trimestre de su primer año en preparatoria y ya estaban hablando de "Promoción". Eso debería ser un tema que discutieran cuando estuvieran en su último año, claro, si es que todos llegaban hasta allí.
Él tenía asuntos más importantes que atender, que estar ahí, sentado, esperando a que todos sus compañeros se pusieran de acuerdo sobre algo que los identificara como Promoción, pero al ritmo que iban... lo más probable es que terminaran de coordinar cuando la hora de receso acabara. Y eso no era bueno para él. Tenía que ir a otro lugar, con otra persona, siendo más específico, con el estúpido brote de habas.
Desde aquel raro sueño que tuvo en medio de la madrugada, la única posible solución que encontró a su tormento fue estar con el jodido enano o simplemente, pasar tiempo con él. Desde entonces, él iba todos los días en tiempo de receso a ese abandonado lugar, el cual se había convertido en punto de encuentro de ambos.
Era de saberse que esto no era algo de su agrado, todo lo contrario, era una completa molestia; pero si no iba, lo más probable es que terminara volviéndose loco por escuchar esa tonta canción en su cabeza sin tener una explicación razonable de ello. Y aún así, sin llegar a comprenderlo, lo hacía.
La campanilla anunciando el comienzo del recreo sonó. Sus compañeros todavía seguían tratando de llegar a una conclusión. Si, al parecer, tendría que quedarse en la hora de receso. Chasqueó la lengua. Estaba comenzando a impacientarse y el bullicio producido por sus compañeros no ayudaba mucho. Sus pertenencias ya estaban guardadas en su mochila, únicamente quería largarse de ahí. La empalagosa canción ya comenzaba a sonar.
–Ne, Yuu.
Lo que faltaba.
Lavi se sentaba detrás de él, había acercado tanto su carpeta como su silla a la de él, estando más cerca que antes, como para escuchar su respiración.
–No estarás pensando en pedir permiso al baño para irte, ¿verdad? –preguntó, tirando del cabello de su coleta.
–Si valoras tu vida, será mejor que lo sueltes, conejo idiota –amenazó.
–Qué miedo –inmediatamente soltó la coleta. –Hoy estás más amargado que siempre. ¿Te molesta quedarte en receso?
–Tsk.
No iba a seguir soportando al idiota de Lavi. Esa canción empezaba a ser una verdadera molestia en su cabeza. Estaba dispuesto a irse, pero lo que dijo Lavi lo detuvo por un momento.
–O acaso... ¿Estás preocupado por ver a tu novia?
Lavi tenía una mueca socarrona en el rostro, viendo la reacción de Yuu, sabía que lo había agarrado desprevenido. Mas no esperó la respuesta que le daría.
–Che. ¿Y qué si es así? No te importa.
La boca del pelirrojo estaba abierta en una gran "O", Kanda aprovechó el momento de shock de su amigo para escapar de ese ruidoso salón, llevaba retrasado varios minutos.
*
¿Novia? Qué estúpido.
Si no fuera porque estaba apurado, le habría hecho cerrar esa molesta boca entrometida que tenía. Pero lo que más le fastidiaba era que se había dejado llevar por el momento, dándole la razón al idiota de Lavi. Se palmeó la cara como castigo por su reciente estupidez cometida, la canción lo hacía actuar así. Ahora, tendría que soportar las molestas preguntas del conejo. Adiós poca privacidad.
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Manos Unidas Por Un Beso [D. Gray-man]
FanfictionLa canción favorita de su padre, podia recordarla muy bien. Era aquella que siempre solia cantar en la abandonada construcción, mas no contó con que alguien lo llegara a oir. ¿Esa persona será capaz de lograr lo que tanto ha anhelado?