Lithium

Nano.

    - 02:22:52 – Se mostraba en su retina.

    Aquel era el tiempo exacto que había estado tratando de peinarse con sus nuevas manos metálicas.

    Acostumbrarse había sido demasiado complicado, se sentía más ligera y ahora podía caminar.

    Jamás dependería de ninguna silla de ruedas.

    Jamás.

   Pero de igual forma jamás se acostumbraría a ver todo ese metal incrustado en su cuerpo.

   Exactamente un 29% de ella era humana. Se mordió la lengua para no llorar al recordar aquel número.

   - ¿Estas lista? – Harley se volvió hacia Rhody y asintió mirando el suelo.

    Se colgo la mochila en los hombros y siguió a la doctora por los pasillos.

    Finalmente saldría, seria libre. Lo tenía todo planeado después de bajar del coche huira, no le importaba si tendría que lastimar al conductor, con el bisturí que escondía en su compartimiento secreto de la pantorrilla.

    Las puertas del acensor se abrieron e inmediatamente pudo notar la luz del sol que se colaba por las ventanas de la recepción.

   Harley respiró hondo ese día comenzaba su libertad.

   El auto se detuvo frente a un edificio con probablente una de la mejores Nadquitecturas del mundo.

   Harley saco el bisturí y lo apretó con fuerza entre sus manos.

   La puerta se abrió de pronto y ella se volvió de golpe con el corazón bombeándole a mil.

   El chico ladeo la cabeza y acercó la mano hasta las de ellas, liberando con delicadeza el bisturí

    - ¿Tú eres Harley? – Ella asintió frenéticamente.

     Le tendió la mano y la saco del coche.

     - Mi nombre es Carter, sigueme por aquí preciosa. –

    Subieron al ascensor y cuando se detuvo los dejo en una habitación enorme.

    - Ponte cómoda - dijo el mientras la rodeaba con un brazo de la cintura y la sacaba del ascensor – Para celebrar tu llegada tendremos una deliciosa cena juntos.

   - Pero...

   - No te preocupes por la ropa – Hablo el como si le hubiera elido el pensamiento.

    Harley no sabía que pensar, el chico se mostraba tan buena persona que le era muy difícil creer que él podría hacerle daño, pero después de todo la había comprado.

    Se miró al espejo y comenzó a dar vueltas para ver mejor su hermoso aquel vestido tan hermoso, pero se detuvo de golpe cuando ya no soporto ver sus partes metálicas. Algunas partes del rostro su brazo y ambas piernas de metal se visualizaban claramente sobre el vestido.

   Corrió ágilmente al guardarropa cuando escucho las puertas del ascensor y se vistió rápidamente unas mallas y un abrigo que la cubriera un poco más.

    - ¿Tienes frio o algo así? – le pregunto Carter con una sonrisa ladeada. Ella negó

- Mis partes metálicas – Comento casi en un susurro.

- ¿Qué pasa con ellas?

      Ella lo miro fijamente

      - Acaso no te dan asco – el rió

     Se levantó de la mesa, y volvió la silla donde se encontraba Harley hacia un lateral.

    - ¿Cómo podría darme asco algo como tú?

    Y sin previo aviso le planto un beso

    Los días pasaban como agua entre las manos para Harley, cada día Carter le daba flores acompañadas de un pequeño detalle, ella no tardo en enamorarse, en caer rendida a sus pies. Ese día en especial en la había subido a su coche con los ojos vendados para llevarla a un lugar sumamente especial para él.

    - ¿Lista? – Harley asintió efusivamente.

    Le quito la venda dejándola ver una arena verdadera, ella estaba en la cúpula y desde ahí podía observar perfectamente las gradas.

    - Harley... - Ella se volvió hacia el - ¿Qué estas dispuestas a hacer por mí?

 - Todo – El sonrió y le tomo el rostro entre sus manos.

- Quiero que te conviertas en una jugadora

- Pero... solo se permiten jugadoras y jugadores humanos y yo – l chica bajo la mirada al suelo.

- El presentador Gary me ayudara con eso, no hay pretextos Harley sí o no.

    Ella asintió, sin titubear Carter sonrió nuevamente y junto sus labios con los de ella.

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Falta muy poco.

Gracias por llegar hasta aqui.