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    Lanzo en aro hacia La pierna izquierda de la chica.

    Holanda cayó al suelo.

    - ¿Qué se siente? – Le gritó Harley mientras caminaba lentamente hacia ella.

- ¡yo no tuve la culpa, nano! – Le grito la chica rompiendo en llanto.

-No me interesa-le murmuro cuando estuvo a milímetros de su rostro,

    Se levantó y levanto le pierna golpeándola en el rostro.

    No era ella misma.

    Estaba totalmente consumida por el dolor.

     Toda su rabia, odio y desesperación, que había tenido que tragarse, la estaba dejando salir de golpe contra una de las víctimas.

      Se sentó a horcajadas sobre as chica con el brazo metálico, tomo ambas manos y las puso sobre la cabeza del achica y con la otra comenzó a golpear una y otra, y otra, y otra vez el abdomen de la chica hasta que finamente te atisbo una navaja.

    Se acercó hasta esta y la tomo. Se sentó en el suelo junto a la chica y la apuñalo con todas sus fuerzas. Después de un par de minutos noto que el agua seguía subiendo lo cual significaba que la chica aún seguía viva fue entonces cuando su conciencia volvió

     El agua se detuvo de pronto, antes de cubrir a la chica por completo.

     Harley dio un grito ensordecedor.

    - Come te ayudara – Dijo Thot, mientras le entregaba una rebanada de Pan a Harley, pero ella seguía tan aturdida por todo lo sucedido, que no dijo nada.

     Azerí entro a la cabina de golpe y sujeto a Thot por el cuello de la camiseta.

- Todo esto se pudo haber evitado ¡Tú pudiste haberlo evitado!

- Déjalo – Murmuro ella, sin animo – lo que paso ¡paso! Y no puede, ni puedes hacer nada para cambiarlo.

      Azerí dejo caer a Thot al suelo.

     - Cámbiate. Te llevare por un trago.

      Harley asintió y obedeció, ambos chicos la dejaron a solas mientras ella se quitaba su vestuario. Lili seguía sin funcionar así que tuvo que saltar para bajar en compartimiento donde se encontraba el baño.

      Había perdido el control, todo se había convertido en un desastre.

      Al salir de su cabina con ropa limpia, Cat se encontraba de brazos cruzados, recostada en la puerta de la cabina frente, a la de Harley cruzaron miradas. Harley pudo distinguir el arrepentimiento en sus ojos.

     - Lo siento nunca, imagine que todo esto terminaría en una masacre. – Ella se sintió aún más avergonzada. –la voz de Cat realmente se escuchaba arrepentida.

    - Yo soy la responsable tú no tienes por qué disculparte – Dijo con la mirada fija en el suelo y después continuo su camino.

     Cat la tomo del brazo y la miro a los ojos.

    - Tengo que mostrarte algo...

    Uxia corrió hacia Harley y la estrecho entre sus brazos con demasiada fuerza, tanta que la mochila de ella cayó al suelo.

     - Me alegra tanto que estés aquí.

     Harley asintió, Uxia se ofreció a traerles bebidas y después darle un pequeño recorrido por el orfanato.

     Era un lugar bastante viejo: escaleras eléctricas, androides programados automáticamente por Uxia y Cat; y una arquitectura bástante vieja.

      - ¿Cómo empezó todo? –Pregunto Harley con la mirada perdida en alguno de los salones.

- ¿Empezar, qué? – cuestiono Cat, volviéndose hacia Harley

- El orfanato.

- Cat y yo somos huérfanas – Agrego Uxia mientras le entregaba una bebida a cada una. – Nos enviaron al primer muro, donde nada fue de lo mejor. Pero aun así nos esforzamos por salir adelante. Lo que nos dio la idea de este lugar fue ver a nuestros compañeros de orfanato – El tono de su voz se tiño de tristeza. – Ver como uno tras otro se perdían en la depresión, los abusos y todo eso. Simplemente queríamos evitar que la historia se repitiera.

    En la retina de Harley se mostraba una y otra vez el icono de llamada con el número de Azerí, ella se froto las manos nerviosas al recordar que había olvidado su Cicret en su cabina y no podía llamar sin el a menos que quisiera que todo mundo descubriera lo que realmente es.

    Faltaba poco para que anocheciera y cerraran la arena. Normalmente el Cicret tanto como el código de barras 3D en las muñecas de las personas eran indispensables en la vida cotidiana Harley no las necesitaba, pero le ayudaban a guardar las apariencias.

    La arena estaba desierta. No había guardias de seguridad, no había gente, nadie.

    El ambiente era un poco tétrico por ello Harley se apresuró a llegar a su cabina lo más rápido que pudo.

   Tecleo la contraseña con un solo número erróneo, pero aun así esta se abrió.

    Algo anda mal, apostaría su vida a que se había equivocado en la contraseña.


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Hola

Si has leído cada capitulo completo en verdad me hace muy feliz que la historia sea de tu agrado y tus ojos hayan soportado tantas faltas de ortografía.

Muchas gracias.

LithiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora