Me levanto muy temprano, ya que ayer me entere de que aquí había un gimnasio. Llevo tres dias en este nuevo lugar, fui al supermercado he hice las compras necesarias para la semana. También compre algunas sabanas para mi recamara. Aquí no hay nada. Tengo que ir comprando poco a poco las cosas de la cocina, refrigerador, cubiertos, electrodomésticos y todo lo necesario para este lugar. Solo compre cosas enlatadas. Hoy iré a dejar mis papeles a la empresa para que sean revisados y conciernen que yo soy la que haré las practicas.
Termino de vestirme, me hago una cola alta y salgo del apartamento con mis audífonos puestos y mis llaves. Entro al ascensor y presciono el piso «30» que es el ultimo, donde hay una área de parrillas, piscina, un salón para compromisos y el gimnasio. Esto es genial. Cuando llego al gym hay gente, un par de mujeres y hombres. Algunos se voltean a verme. Si lo se soy nueva, ¿pero no pueden disimular un poco? Los ignoro y toma la caminadora, subo el volumen a mi celular y al paso de Usherempiezo a aumentar la velocidad de la máquina, las canciones pasan y mi mente ya no presta atención a la letra de las canciones si no a la voz de un hombre.
— Hola.— paro la máquina y volteo a verlo. Respiro entrecortadamente por el esfuerzo.
— Hola.— digo lo mas claro que puedo.
— ¿Eres nueva no?— pregunta.
— Si. Me mudé hace tres días.— le digo. Miro la hora 7:16. Oh por Dios voy tarde.— Me tengo que ir. Hasta luego...— digo para que me diga su nombre mientas camino a la salida.
— Mike.— sonríe. Asiento y le sonrío también.
Agito mi mano a modo de despedida y luego corro al ascensor. Mi cita en la empresa esta a las ocho. Tengo que llegar.
Al llegar a mi departamento, conecto mi celular a que cargue mientras tomo un baño y me alisto.
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Me miro al espejo una vez mas. Giro en todos los lados para verme. Creo que se ve bien. Me maquillo con algo leve y luego desconecto mi teléfono. Tomo todos los papeles que armé para la empresa y luego salgo con paso rápido. 7:38 aun hay tiempo. Tomo el primer taxi que veo y le doy la dirección. Estoy nerviosa, de verdad espero que les parezca bien mis papeles. Llego cinco minutos antes de las ocho. Suspiro aliviada, no llegué tarde.
— Buenos días.— digo a la chica de recepción.
— Buenos días.— sonríe.— ¿En que le puedo ayudar?
— Tengo que dejar mis papeles. Soy Maia Russell y mis practicas las haré aquí.
— Oh...— su cara cambia y me mira de pies a cabeza, me remuevo incomoda. No me gusta como me ve.— Claro, suba al piso veinte. Ahí la atenderán.— me tiende un carnet que lleva «Visitante» en letra cursiva y luego sigue haciendo sus cosas.
