- ¿Porque tengo que quedarme con esa señora?- el mohín que hace Anne me advierte que está por llorar.
Sabía que no era buena idea dejar a mi hermana con la ama de llaves de Dyland. Pero ya no puedo hacer nada.
- Cariño... solo van a ser unas horas. Prometo que mañana te llevaré al cine.- le sonrío para tranquilizarla.
Su mirada se ilumina y sonriendo me estira su dedo meñique.
- ¿Promesa?- río y uno mi dedo con el de ella.
- Promesa.- asiento y me levanto cuando Anne corre hacia la señora Evans.
- Vamos por unas galletas, nena.- mi hermana sonríe y se despide con la mano antes de desaparecer en la cocina.
- Señor Kingsley.- habla la otra chica antes de irnos. La miramos.
- Dime Karen.- dice con fastidio.
- Su novia llamó. Dice que no le contesta el teléfono.- dice recalcando la palabra novia cuando me mira.
Trago fuerte y desvió la mirada. Claro ha de ser la tal Victoria. Una vez la vi en la empresa. Es muy hermosa. Y mucho más alta que yo. Parece una modelo salida de revista. Nada que ver conmigo.
- Está bien. Luego la llamo.- dice y agarrando mi brazo salimos de ahí.
No digo nada hasta que estamos en su auto.
- ¿Si tienes novia porque no la presentas a ella con tu familia?- pregunto volteando a verlo.
- Ella no está aquí. Viajó a ver a su familia.
- ¿Y eso que? Sigue siendo tu novia.
- No. No me entiendes. Cuando ella se fue las cosas quedaron ahí. Victoria parecía una persona seria pero no es así. Es muy inmadura. Y no me gusta que las mujeres sean así.- voltea a mirarme.
- ¿Y cómo crees que soy yo?- pregunto de repente molesta.- ¿Sabes cuántos años tengo? Te lo digo. Veinte. ¿Eso me hace una persona "madura"?— pregunté haciendo énfasis en la última palabra.
- No. Pero a quien quiero presentar con mi familia eres tú.- su respuesta me sorprende. No digo más.
Cuando llegamos a la gran mansión Kingsley suspiro y cierro los ojos. Tú puedes Maia.
— Todo va a salir bien.— susurra poniendo su mano sobre la mía.
Abro los ojos y lo miro. Sin pensarlo me acerco y lo beso mordiendo su labio inferior al final. Su mirada me quema cuando nos separamos pero lo ignoro y espero a que salga para abrirme la puerta.
— ¿Ese beso porque fue?— pregunta cuando toma mi mano al salir.
— Porque quise.— digo mirándolo firme.
Cuando me va a contestar oímos abrirse la puerta.
— Ya era hora que llegaran.— me ruborizo y sonrío hacia su madre.
— Señora Kingsley. Un placer verla de nuevo.— camino hacia ella y le tiendo la mano. Pero me sorprende cuando me abraza de manera cariñosa.
— Oh no, cariño. Ya te he dicho que me llames Estela. Ya te siento de la familia.— mi sonrisa decae un poco. Ojalá esto fuera cierto.— Dime, ¿Cómo te trata mi hijo?
— Mamá...— regaña y yo río.
— El seño...— me quedó callada y dos pares de ojos me miran. Dyland con los ojos muy abiertos. Y Estela confusa.— Dyland ha sido muy lindo conmigo.— me rectifico y sonrío entrelazando mis dedos con los de él. Y para distraer a Estela. Le doy un pequeño beso frente a ella. Su madre sonríe y se hace a un lado para entrar.
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Iluminame
RomanceElla, dulce y extrovertida. Él, arrogante y calculador. Una historia diferente a las que tengo en mi perfil :) Publicaciones: El día que tenga libre ❤