Maia.
Martes. Segundo día de trabajo y cada que Dyland Kingsley me dirige una mirada me pone nerviosa.
— Buenos días, Sandra.— saludo pasando rápidamente por su lugar, ya que, traigo mis brazos cargados de planos y cuadernos.
Cuando suelto todo en aquella mesa vieja suspiro. Hoy por la tarde remodelaran mi oficina ya que ahora tengo trabajo que hacer y no me quiero adelantar. El teléfono que hay aquí me hace pegar un brinco cuando suena y me apuro en contestarlo.
— ¿Hola?
— Señorita Russell.— retengo la respiración. Es él.
— Señor Kingsley, dígame que necesita.— digo con calma.
— Necesito que revise los planos de un edificio. ¿Cree poder con eso?— frunzo el ceño.
— Claro que puedo.— digo un poco brusca. Me molesta que me subestimen.
— No me mal interprete, señorita Russell.— puedo sentir su sonrisa al otro lado.— Solo pensé que aun no podría con esto.
— Le aseguro que puedo, señor Kingsley.
— Por favor, si seremos compañeros en el trabajo de planos dígame solo Dyland.
— Entonces usted solo dígame Maia.
— Bien Maia, pase por mi oficina ahora para darle los planos.
— Ahora estoy con usted.— cuelgo sin decir mas.
Me siento en el banquito y suspiro. Que hombre...
Toco la puerta de su oficina.
— Adelante.— su voz grave me hace temblar. ¿Que me sucede con este hombre?
Cuando entro mis ánimos caen cuando lo encuentro con una joven hermosa en su regazo. A de ser su novia. Ella me mira con recelo sin dejar de acariciar su cabello. ¡Yo quiero hacerlo! Él la rodea con sus brazos por la cintura sin dejar de mirarme.
— Vine por los papeles, Dyland.— digo ignorando la opresión de mi pecho.
— Claro.— Empieza a buscar en el escritorio y cuando encuentra la carpeta me la da.— Revísala y se lo entregas a Sandra. Ella sabe que hacer.
Asiento y camino a la puerta, lo ultimo que veo es a aquella chica voltearle la cara para poder besarlo. Y él... Le responde pegándola mas a él. Suspiro por segunda vez en el día y camino decaída a mi oficina. No se que me sucede con Dyland. Nunca me había pasado esto. No quiero sentir esto. Pero es imposible, quiero regresar a esa oficina y sacarla de los pelos e inclusive a rastras si es posible. Pero no puedo, no puedo por el simple hecho de que él no es mío. ¿Porque pienso esto? Recién lo conozco.
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Iluminame
RomanceElla, dulce y extrovertida. Él, arrogante y calculador. Una historia diferente a las que tengo en mi perfil :) Publicaciones: El día que tenga libre ❤