Capitulo 14

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Maia.

- Hora de levantarse, nena.- me siento en la cama descubriendo el cuerpo de mi hermana bajo el edredón.

- Nooo.- lloriquea y vuelve a voltearse.

- Si. Anda vamos, levantate.- me paro de la cama y jalo sus pies haciendola reir.

Se sienta en la cama y su mano va directo a su ojo derecho mientras bosteza.

- No quiero ir, Maia.- dice y se levanta de la cama.

- ¿Porque no? Sabes que tienes que ir, Anne. Cuando pase por ti, iremos por un helado.- le propongo con una sonrisa.

- Vale.- sonrie y corre al baño a cepillarse los dientes.

[...]

- Ya sabes. No salgas de aqui ni le hables a nadie que no sea tu maestra o tus amiguitos hasta que venga a verte.- asiente.

- Esta bien.

La abrazo fuertemente. Extrañaré a esta enana.

- Te quiero.- beso su frente.

- Yo tambien.- se despide con la mano y corre hacia la entrada donde la espera su maestra.

Cuando desaparece en el interior me volteo y camino hacia la gran empresa Kingsley Enterprise Inn. Cuando estoy en la entrada me paro y suspiro.

Dandome valor a mi misma ingreso a la empresa saludando a todo aquel que encuentro. Cuando estoy en presidencia me acerco a Sandra.

- Hola.- le sonrio un poco nerviosa.- ¿Como has estado?

- Muy bien. ¿Tu?- pregunta.

- Exelente.- respondo rapidamente sin querer que se de cuenta de mi dolor interior.- ¿Se encuentra el señor Kingsley?- es mejor enfrentarlo de una vez.

- Esta esperandote.- trago saliva y le sonrio una vez mas.

Camino a su oficina limpiando mis manos en mi vestido. Tu puedes Maia. Se valiente.

Toco la puerta y cuando escucho su ronca voz me pongo mas nerviosa y entro por completo cerrando la puerta detras de mi

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Toco la puerta y cuando escucho su ronca voz me pongo mas nerviosa y entro por completo cerrando la puerta detras de mi. Me quedo ahi sosteniendo el pomo de la puerta en mis manos esperando que diga algo.

Levanta su cabeza y me mira sin ningún pudor. Dios... ¿Porque tuviste que hacerlo tan sexy? Me ruborizo cuando su mirada se hace mas intensa sobre mi.

- Toma asiento, Maia. No muerdo.- sonrie de lado de una manera que da miedo.

Me ruborizo de nuevo y camino hasta la silla. Una vez sentada lo miro a los ojos.

- ¿De que queria hablar conmigo, señor Kingsley?- eso. Directo al grano. Me quiero ir ya.

- Ya sabe porque. Nadie me dijo que regresarían el dia sábado. Yo tenía entendido que les quedaban dos semanas mas en Panamá.

Sin querer y sin poder evitarlo mis ojos se cristalizan. Si no hubiera ido a Panamá quizá no sabría que mis padres fallecieron y peor aun Annelisse seguiría en una casa de acogida. Me estremezco de solo pensarlo.

- Estoy esperando.- gruñe.

- Yo...- carraspeo y cierro los ojos unos segundos.- Lamento que no se le dijera nada. Pero Giulia creyó conveniente adelantar el viaje de regreso por unos motivos personales que yo tuve.

- ¿Que motivos?- me quedo callada. No tengo porque decirle.- Responde.

- No.

- ¿No?- niego.- Muy bien. Sus practicas en mi empresa han terminado. Puede ir olvidandose de la carta de recomendación. Puede pasar por su cheque mañana por la mañana. Si me disculpa.- lo miro sorprendida. No. No. No. Necesito este trabajo. Su vista regresa a la computadora y hace como si yo no estuviera sentada a menos de dos metros de distancia.

Sollozo sin poder evitarlo. ¿Porque todo tiene que salirme mal? Me mira y frunce su ceño.

- ¿Que esperas? Tengo trabajo que hacer.- su forma de hablarme lastima.

- Le diré el motivo.

- Lo siento. Demasiado tarde. Tengo mucho que hacer.

Me desespero. ¿Porque tiene que ser asi?

- Por favor.- susurro.

Me mira a traves de sus lentes de trabajo y suspira.

- Cinco minutos.- asiento.

— Cuando llegamos a Panamá lo primero que hicimos después de dejar las cosas en el hotel. Fué ir a ver como iba la construcción. Cuando ya nos desocupamos yo me decidí por llamar a mis padres. Y cuando no lo hacen voy a mi casa. Todo estaba apagado y las cortinas cerradas.— mi mirada se pierde en la mesa color caoba frente a mi y mis ojos se llenan de lagrimas.— La vecina al verme ahi se sorprendió y lo primero que hice fué preguntar por mis padres y Anne. Ella me miró con lastima y me dijo que mis padres habian fallecido y que Anne estaba en una casa de acogida. Me queria morir. No estuve en el funeral de mis padres.— lo miro a los ojos.— Por estar aqui.— susurro.— Despues de eso fuí a buscar a mi hermana. Tenia que sacarla de ese lugar como sea. Primero pensé en quedarme allá y ya no regresar. Pero aqui esta mi futuro. Luché mucho por esto. Asi que hablé con Giulia y me dijo que si. Que podiamos regresar antes. Y aqui estamos.

Me seco las lágrimas pero es inútil.— Puedes conservar el trabajo.

Me mira a los ojos. Es tan hermoso. Su mano acaricia las mias esperando que diga algo. Pero como siempre mi impulso ganó. Me acerco mas a él y rozo sus labios con los mios, me separo un poco y lo miro a los ojos. Sin pensarlo mucho me acerco de nuevo y lo beso.

¡Estoy besando a mi jefe!

Lo beso con desespero y me emociona tanto que él corresponda mi beso. Me suelto de sus manos y las enriedo en su sedoso cabello. Cuando siento que me falta aire me separo un poco y suspiro sobre sus labios.

Cierro los ojos y sonrio. Pero cuando me doy cuenta de lo que he hecho quito mis manos de su cabello y me separo rapidamente.

¡Mierda! ¡He besado a mi jefe! Oh dios. Ahora si estoy despedida. Me ruborizo de sobre manera y me levanto como un resorte sobresaltandolo.

— Lo siento. Lo siento.— trato de disculparme pero es inutil. ¿Porque eres tan tonta Maia?

— No digas nada.— me jala hacia a él y es ahora él quien me besa.

¡Me besó! ¡Mi jefe me esta besando! ¡A mi! Ahora si creo que voy a morir. Cuando coloco mis manos en su cabello pegandolo a mi a pesar de su altura la puerta se abre asustandonos.

Los dos miramos a la puerta y una señora elegante mira a Dyland con una ceja arqueada.

— Mamá...

Ahora si estoy muerta.

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