Capítulo XI

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Llueve, detrás de los cristales, llueve y llueve. Sobre los chopos medio deshojados, sobre los pardos tejados, sobre los campos, llueve...

Un golpe que lo asusta y le hace alzar la vista que mantenía escondida en sus piernas, para ver qué pasaba. En la puerta de la cabaña ve a Minho quien se petrifica al verlo sentado en el sofá, con los ojos demasiado rojos y que le dan a entender que es muy obvio que ha llorado.

- ¡Minho...! – le llama el rubio yendo tras él cuando el moreno se pierde en el pasillo - ¡Minho, ¿qué...?!

- Me llevo el auto... - responde cuando lo ve tomar su billetera y el celular que estaba en la mesa de luz del dormitorio.

- ¿Minho...?

- Me iré antes, nos vemos allá... - añade tomándolo por los hombros, intuyendo lo sorprendido que debe estar por oírle hablar luego de días, más si a eso se le agregaba la situación actual – Key... todo estará bien – le dice al fin buscando su mirada – Todo saldrá bien...

- Minho... - titubea derramando un par de lágrimas

- Key... cálmate... - lo dice con una tranquilidad que lo sobrecoge y que no es justo que sienta cuando él se cree perder la paciencia – Arreglen las cosas y tomen el primer bus de regreso a Seúl que encuentren...

- Yo... yo quiero verlo... - lloriquea el rubio, pensando en que quizás será demasiado tarde para ellos.

- Lo harán, él los esperará... - insiste tomando las llaves del vehículo que pendían de un costado de la puerta – Nos vemos allá...

Key sale tras del moreno, quien abarca la terraza de la entrada en un par de pasos con sus largas piernas. Y entonces se sorprende.

- Jonghyun, ¿qué...? – le pregunta cuando lo ve apoyado en un costado del auto con esa mirada que le da a entender que algo pretendía.

- No te irás sin nosotros...

- Jjong, no es tiempo para juegos, quítate... - dice él rodeando el vehículo para introducirse en él. Cuando Minho busca la llave se da cuenta que el llavero no la tenía, entonces mira a su amigo y se da cuenta que la tiene él, justo en frente de su cara.

- Sabía que esto podría pasar, y como no estabas en condiciones de manejar, quité la llave... lo siento... - se disculpa sin sentir un verdadero arrepentimiento.

- Jjong...

- Taemin también es nuestro amigo Minho... - le interrumpe cuando siente que Key se para junto a él – Quieras o no, iremos contigo... no te hemos dejado solo estos días, y no lo haremos ahora tampoco, ¿entiendes...?

¿Y qué podía responderle? ¿Sería justo reclamarle cuando han estado con él en sus peores momentos durante toda su vida? Minho siente cómo su corazón se estremece ante esa muestra de afecto. Y más que de afecto, de la profunda fidelidad que Jonghyun y Key tienen para con él.

- Ahora quítate, que mi auto solo lo manejo yo... - le oye decir cuando le da un empujón y lo ve subir, seguido de su novio que usa como nunca el asiento trasero - ¿Qué... no vas a entrar?

Minho ríe nervioso y solo atina a pasar hasta el costado del copiloto y subirse. Se coloca el cinturón de seguridad mientras su amigo arranca el vehículo. Y entonces se miran. Minho a Jonghyun, Jonghyun a Key, Key a Minho y luego a su novio. Se sonríen, suspiran y se dan de ese ánimo que ahora, justo en este momento, no pueden perder.

[ Balada de Otoño ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora