Día 30
Key permanece de pie, casi vigilándolo, del mismo modo en que lo ha hecho los últimos dos días. En ningún momento lo ha dejado de hacer. Si tiene hambre, se apresura en cocinarle algo. Si tiene sed, deja de lado su propio vaso y se lo entrega a él, si tiene sueño, lo acompaña a su dormitorio y se queda con él hasta asegurarse que está profundamente dormido.
Mientras Key actúa de esa manera, Jonghyun permanece en silencio y tan solo lo mira, como un espectador que está siempre pendiente de no perderse el clímax de aquel show.
Lo cierto es que Minho ha cambiado, ambos lo notan y las razones son obvias. Y no es que haya dejado de hablar nuevamente, sino que está distinto, tanto que no saben cómo lidiar con él.
El día nació tal como lo había pensado. El sol sigue firme en aquel cielo despejado y los árboles del camino se van transformando a medida que avanza por la ruta. El viento forma corrientes dentro del vehículo, y él todavía cree poder sentir el aroma de su cabello.
De reojo y aún pendiente del camino, lo mira a su lado y no puede creer, ni menos convencerse de que esa belleza tan propia de él siga tan viva a pesar de que él ya no lo esté. Y pareciera que está solo sumido en un sueño tan profundo, tan ajeno a la realidad, que le hace pensar que de pronto abrirá sus ojos y volverá a regalarle esas sonrisas que tanto le gustaban.
Taemin duerme, aún envuelto en aquel edredón del Hospital, con el cuerpo ya lejos de sentir frío o calor, con la piel que ha perdido lentamente el color en la zona de sus mejillas. Sus labios están cerrados y no hay suspiros que se arranquen de él y que Minho pueda capturar en tímidos besos. Sus pestañas se mecen con el viento y su cabello aún brillante, le cubre parte de la cara. Sus labios han perdido tono y se han vuelto algo pálidos con unos pocos toques violetas.
Pero aun así, sigue igual de hermoso a su modo.
El rubio suspira y le deja que se tome todo el tiempo que necesita, a pesar de que ya están algo atrasados.
Minho está de pie frente al espejo de su habitación, pero no se está mirando, pareciera que tan solo deja que ese trozo de vidrio reflectante se robe su imagen y la comparta con el mundo, o con Key.
Pasa el cinturón de cuero por las ranuras de su pantalón con sumo cuidado, ajustándolo en el punto exacto a su cuerpo. Luego se voltea hacia la cama tras él, y toma esa corbata que tuvo que comprar aquella mañana porque de pronto recordó que no las usaba y que aquel día era necesario que lo hiciese. La desliza por el cuello de su camisa y suelta un suspiro. Solo en ese instante se da cuenta que tampoco sabe cómo se atan ni de qué modo se hace aquel nudo.
- Esto se hace así... - le dice poniéndose tras él y tomando las hebras de la corbata. Key se apoya en su hombro y encuentra su mirada en el espejo – Tomas esta parte y la pones así... - habla mientras le enseña - ...luego lo pasas por aquí – continua en ese tono dulce y al borde de lo maternal – Lo pasas de este modo, lo ajustas así y... listo
Key se voltea hacia la cama en donde está la chaqueta del moreno y ayudándolo, se la coloca y la ajusta, pasando uno a uno los botones, arreglándole el pañuelo blanco en el bolsillo exterior y acomodando la corbata. Y solo entonces se miran a través de sus reflejos, y ese silencio que rondaba el departamento por aquellos días se vuelve más intenso.
De pronto la piel de Minho se había vuelto inusualmente más clara de lo normal; salvo un par de ojeras bajo sus ojos, igual de oscuros e intensos que siempre. Aún relucían un par de moretones y heridas en proceso de cicatrización a causa de la paliza de Luhan, y de su ojo ni hablar, el moreno ya había asumido la poca visión que le quedaría en él a pesar de que ya estaba completamente deshinchado. Sus labios generosos lucen pálidos, pero hidratados gracias a la insistencia de Kibum. Su cabello estaba corto y perfectamente peinado. Y su figura, toda su presencia sería la propicia para cualquier evento social, solo que la ocasión de ese día, estaba muy lejos de ser un momento feliz o de celebración.

ESTÁS LEYENDO
[ Balada de Otoño ]
Romance•2Min• A MinHo el tiempo le favorecía; estaba en la etapa precisa de su vida en donde buscar nuevos proyectos le motivaban a no estancarse en un trabajo monótono y una vida solitaria. Para TaeMin es todo lo contrario; cada día con vida es una tortur...