No soy muy devoto

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Cuando era más joven, digamos que a los diecisiete o dieciocho años, le rezaba casi diariamente a Dios, ayúdame con esto, ayúdame con aquello, darle las gracias por lo que me había dado... Hasta que en vez de darme, comenzaba a perder cosas. Gradualmente dejé de parecer el buen cristiano.

Las decepciones, los problemas y las cosas que hacía para mi beneficio a pesar de "haber hecho los rezos" necesarios para que todo fuera viento en popa... No pasaba nada -era un adolescente muy tonto-

No es que me haya vuelto ateo de la noche a la mañana, sino que esa chispa del dios todopoderoso que ayudaba a sus ciervos había comenzado a apagarse, incluso ahora creo que se apaga cada vez menos.

He comenzado a creer más en mi mismo, si yo no hago las cosas entonces ¿quien las va a hacer por mi? Tener Fe en mi mismo ha sido lo único que me ha permitido seguir adelante a pesar de lo que digan los demás.

Para mí Dios existe, Si, creo en sus milagros. ¡PERO! -Y hago énfasis en el pero- Dios no tiene ningún milagro para mi, a menos de que yo mismo haga que ocurran.

Dios es Dios, pero mi Dios más importante soy yo mismo.

Notas Cortas: Nuevas ConfesionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora