Capítulo 18

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Lunes a primera hora y Eve se encontraba dirigiéndose hacia el aula. Aún faltaban algunos minutos para que el timbre de inicio de clases sonase, pero quería repasar un poco el último tema que había visto con el profesor James para asegurarse de sacar la máxima puntuación en el taller en parejas que el mayor realizaría ese día.

Sintió cierto alivio de estar dirigiéndose al aula, lejos de los pasillos principales, cuando observó lo que estaban haciendo sus compañeros de clases. Cada uno llevaba más de cinco condones en la mano y se disponían a llenarlos con un extraño líquido viscoso que Eve no pudo identificar.

Realmente prefería no saber en qué andaban los dementes de sus compañeros de clase.

Estaba a punto de entrar en su salón de clases cuando una linda morena se acercó a ella, era pequeña y tenía una cara tierna, por lo cual supuso de inmediato que se trataba de una chica de primer año.

-Eh, disculpa... Eve, tú vives con Tess, ¿no es así?

-Sí... ¿por qué lo preguntas? -respondió ella, ciertamente extrañada por la pregunta.

-Ah, es que quería saber por qué no ha llegado todavía. Verás, tenemos que entregar dentro de poco un trabajo en parejas y me preocupa que no esté aquí porque ella fue la que lo imprimió.

-Oh, pero ella sí llegó ya. Tess llegó conmigo -respondió Eve.

La chica de rostro tierno alzó levemente las cejas.

-No, no ha venido. La he buscado por todas partes y no está.

Eve ladeó la cabeza.

-¿Estás segura de que buscaste bien...? ¿En el baño? ¿Azotea?

-La he buscado por todas partes e incluso la llamé y le envié mensajes pero no contestó a ninguno.

Esta vez comenzó a tener una extraña y leve sensación de que algo no iba del todo bien. Tess estaba las veinticuatro horas del día pegada a su móvil, no había manera de que ella no leyera esos mensajes o viese las llamadas.

-Voy a ayudarte a buscarla, ¿de acuerdo? -dijo entonces, extrañada del comportamiento de Tess. ¿Acaso estaba evitando a la chica que la estaba buscando o algo por el estilo?-. Busca tú ve al primer piso y yo me quedo en este, ¿sí?

La morena asintió, y con esto, cada una se fue en direcciones contrarias. Mientras caminaba por los pasillos de la segunda planta de Metzler, Eve comenzó a llamar al móvil de Tess.

Tal vez existía alguna posibilidad de que Tess solamente se estuviese ocultando de su compañera porque no tenía el trabajo listo... Aquellas eran cosas que había visto hacer a Will o a Kat en más de una ocasión, era algo que hacía un alumno normal. Sin embargo, tras marcar el número de la rubia más de cinco veces seguidas, Eve comenzó a notar que no era solo a su amiga a quien no contestaba.

Buscó por toda la segunda planta de Metzler, en cada aula, baño, esquina y pequeño escondite y no encontró nada, por lo cual decidió darse por vencida y bajar a la primera planta para encontrarse con la compañera de Tess. Tan pronto como la vio, ésta le dijo que, una vez más, seguía sin ver señales de vidas por parte de la rubia.

Esta vez la extrañeza de Eve comenzó a transformarse en angustia.

¿Dónde estaba metida Tess? ¿A dónde había podido ir si habían llegado juntas a instituto?

Marcó de nuevo el número del móvil de la rubia y esta vez, en lugar de llamarla, comenzó a enviarle cientos de mensajes.

¿Dónde estás?

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