[ narrador omnisciente ]
Choromatsu había despertado a mitad de la noche, no había terminado siquiera de abrir los ojos cuando un sonrisa se había comenzado a delinear a través de todo su rostro, tallo perezosa mente sus ojos que mitad de un bostezo hasta que termino por abrir completamente sus ojos.
Tanteo con su mano al su costado, sintiendo inmediatamente un vacío frío en el que recuerda había dormido su hermano hasta hace algunas horas. Torció sus labios mientras se ponía de pie sobre el futon.
Comenzó a buscarlo a través de la habitación, con la mirada verificando que el de sudadera roja efectivamente no estaba ahí junto a él ni sus hermanos.
-¿Dónde se habrá metido? -murmuró para sí mismo rascando su cabeza.
Fue a buscarlo a él resto de la casa, no había rastros de el por ningún lado.
La última puerta corrediza, acercándose a paso lento y somnoliento mientras mas bostezos dejaban sus labios. Terminó de despertar cuando, al pie de la puerta, comenzó a oír sonidos demasiado raros. ¡No sabía siquiera si sería bueno entrar! Romper la privacidad de cualquier miembro... Hasta la de su hermano.
-¡Oh, nii-san!
Definitivamente que acabo de desperar. Aquel gemido silencioso era producto de una voz que no se detenía de adorar. Sonidos se escapaban de los labios de su hermano mayor en una sintonía de deseo.
-C-choro... -murmuro dentro de la habitación con un aire asfixiante abrazándolo.
De poco a poco, el de verde comenzó a aventurarse para abrir la puerta lenta y silenciosamente. Sin provocar algún otro sonido que alertará al mayor.
Ahí, sobre el retrete estaba la silueta de Osomatsu, con la cabeza ligeramente tirada hacia atrás, la boca abierta mientras que los sonidos (ahora que lo tenía de frente) eran aún más apreciables. Sus ojos se encontraban fuertemente cerrados, permitiéndole desperar aún más el placer al imaginarse a su hermano.
La parte baja del pantalón de su piyama se encontraba en una caída hasta sus tobillos, y su mano se encontraba en un labor bastante placentero para él.
Choromatsu mordió su labio inferior en un intento de no decir alto, su cuerpo estático al margen de la puerta y una corriente eléctrica viajaba en todo su cuerpo rápidamente... No quería llamar la atención y hacer que el mayor terminará con esa acción, quería disfrutar de la magnífica vista pero...
-No te quedes sólo a mirar -dijo el de rojo con voz ronca, denominando de su acción se detuvo tan sólo un poco para abrir los ojos y mirar a su hermano-. No cuando puedes ayudar.
-P-pero y-yo... -tragó saliva duró, pronto había comenzado a sentir un calor atacar por completo su cuerpo y la transpiración comenzaría a marcar su rostro-. No sé...
-Él apodo no es por nada ¿entiendes? -inquirió con una sonrisa acusadora formándose-. No niegues el que no lo has hecho ya.
-¡Pero no a mí hermano! -respondió con el rubor apareciendo en su rostro hasta sus orejas.
-Solo ven -pidió mientras palmeaba sus piernas.
Choromatsu dudo un poco, pero al fin cediendo a aquello y comenzó a caminar a paso lento y hasta tembloroso hacia su hermano mayor, quedando frente a él lo miraba desde arriba con el ceño de frustración. No sabia que debería de hacer en esa situación tan... Comprometedora.
-Eres indeciso~ -murmuro mientras dejaba de lado su cuerpo, alzando las manos para tomar entre ellas las caderas de su hermano, acercándolo a él con un movimiento ágil y rápido. Colocándose de pie quedó de frente-. Pero eso lo veremos después.
