Sabor a ti.

Capítulo 13

El camino hacia la empresa, parecía ser eterno, había un silencio bastante incómodo y una especie de tensión en el ambiente. Marco mira hacia tras por el espejo del auto y ve como Derek estaba muy serio y pensativo. Luego voltea la mirada hacia Alexa, quien tenía la misma expresión, ella miraba por la ventana del auto como si estuviera en un trance.

Marco: ¿Me pueden decir que es lo que sucede? Están así de raros desde que llegamos.- Él se queda esperando una respuesta, pero solo hay silencio

-Derek, ¿Qué le hiciste a Alexa?

El encuentra la mirada de su padre en el espejo, pero antes de que pudiera contestar, ella se le adelanto.

Alexa- Nada, él no me ha hecho absolutamente nada... -Ella voltea hacia atrás.- ¿Verdad?

Derek la mira seriamente sin pestañar.

Derek- Si, fue algo sin importancia, solo un arranque de locura, nada más.

Sus palabras con doble sentido la hirieron profundamente, la sonrisa se le borro del rostro y ella despeja la mirada lentamente.

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Derek se encontraba sentado detrás de su escritorio, con la mirada vacía y meciéndose en el sillón.

"Nunca antes he sentido algo como esto. Como puede ser que la ame tanto y ella no, no es posible, la siento tan mía. Yo sé que me amas ¿Pero a que le temes?*

El escucha que tocan la puerta y luego entra Marco acompañado de un señor unos años mayor que Él y una joven morena, ella de inmediato enfoca la mirada sobre Derek y sonríe.

Marco: Derek, te presento a Pablo y a su hija, Vanessa.

Derek y Pablo se saludan. Vanessa se acerca

- Hola, mucho gusto.- dice muy sonriente y coqueta.

- Hola. -Él le devuelve la sonrisa y le toma la mano.

- Bueno hijo, Pablo y yo tenemos asuntos pendientes. Te encargo a Vanessa, muéstrale la empresa y enséñale como funciona todo esto.- Marco sonríe y le guiñe el ojo a Derek antes de salir, Pablo y Marco voltean hacia sus hijos y luego se miran y sonríen en complicidad.

- ¿Qué te parece Alemania?- ella se acerca el.

- ¡Me encanta! Viví aquí de pequeña es maravilloso, aunque nada se compara con Nueva York.- al escuchar eso, solo pudo pensar en Alexa y como por tantos años estuvo separado de Ella.

- Tienes razón. He ido varias veces, pero lamentablemente nunca he podido pasear ni divertirme como se debe.

Vanessa se acerca aún más, quedando a solo centímetros de su cuerpo.

- Pues tendré que mostrarte lo divino que puede ser la cuidad.

Derek siente una especie de incomodidad por su cercanía, pero de pronto su mirada encuentra el apetitoso valle de su pecho, ella sonríe, cuando se da cuenta de esto.

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Alexa caminaba hacia la oficina de Derek, ella estaba tan perdida en pensamientos y no estaba poniendo atención, que tropieza con un hombre joven, provocando que ambos caigan al piso.

- ¿Estas ciego o qué? ¿Por qué no te fijas donde caminas?- dice parándose con coraje, Él le sonríe.

- Perdón, pero como que la se debería de fijar, más bien eres tu preciosa.- el le sonríe coquetamente.