Sabor a ti.

Capítulo 17

Alexa se encontraba en su habitación sentada sobre su cama, su mirada vacía y perdida en pensamientos. Ella recuerda todos esos momentos increíbles que había pasado con Derek, al alzar la mirada ella observa unos cuantos arreglos de flores que trajo a su cuarto.

"Como quisiera decirte todo esto que siento...Pero no puedo..."

Una lágrima logra escapar de sus ojos.

"Ya una vez entregue mi corazón...Lo entregue todo..."

Los recuerdos aún seguían vivos en su mente de esa experiencia tan dolorosa e humillante. Al entregar el corazón ciegamente ella nunca imagino que esa persona que tanto amaba y admiraba fuera capaz de desgarrarlo y hacerlo pedazos, hacerla sufrir el desengaño más grande de su vida endureciendo su corazón y su alma, cerrando por completo los sentimientos y destruyendo la esperanza de algún día volver amar.

HISTORIA

Alexa caminaba sonriente y muy coqueta por el pasillo de su colegio, como siempre cautivando la atención de los que estaban a su alrededor, los chicos la observan con deseos y la persiguen con la mirada embobados por su figura y su manera de caminar.

Pero Alexa Bohr no era como cualquier otra niña bonita y rica, ella era simpática y amigable con todos, su espíritu libre y su rebeldía, aparte de su físico eran sus cualidades más encantadoras, entre los chicos ella era conocida como "La intocable" ya que ningún hombre había logrado lo que tantos deseaban.

Los admiradores eran muchos, pero los novios muy pocos, de hecho nada más había tenido uno, a los quince años pero esa relación no duro. Fue algo pasajero, sin sentimientos, ella parecía esperar a alguien, a su príncipe azul con el que tanto soñaba, cuando los profesores le llamaban la atención por andar distraída en clase...

- Señorita ¿Me vas a contestar? -Pregunta el profesor, ella reacciona y sonríe.

- Ah...perdón... ¿Qué? - todos en el salón se ríen, menos el profesor quien suspira y niega con la cabeza.

- ¿No crees que deberías mostrarle más interés a la clase?

- Perdón...- dice sonriendo y encogiendo sus hombros. El profesor la mira por última vez y luego sigue con la materia, ella voltea hacia atrás donde estaba sentada su mejor amiga, Marina.

- Tengo que hacer algo, si no salgo de aquí te juro que me muero.- dice en voz baja, Marina le sonríe.

- ¿Qué piensas hacer?

- No lo sé...

- Hay mi reina, no te vayas a meter en tus líos ¡Eh! Pídele permiso para usar el baño y ya.- ella asiente con la cabeza y mira hacia adelante, encontrando la mirada de su amigo Miguel, ella le muestra una sonrisa y él le devuelve la sonrisa, mandándole un beso.

- No sé por qué ustedes dos no se juntan ya. Se nota que se muere por ti.

- No Marina, Miguel es como un hermano para mí, sería muy raro...no sé.

- Señorita ¿De nuevo interrumpiendo mi clase?- ella voltea lentamente con expresión de fastidio.- ¡A la dirección!- abre los ojos en asombro.

- ¿Qué? ¡Si no hice nada!

- ¡Acércate! - ella lo mira seriamente y camina hacia él, el profesor le pasa unos papeles.