Capitulo 8

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Derek camina hacia el comedor cuidadosamente para no tropezar, el cuarto es iluminado únicamente por la luz de la luna y la casa estaba silenciosa. Todos estaban dormidos con la excepción de él, el tiene casi dos semanas que el sueño le huye, solo podía pensar en una cosa, en ella, su imagen, su cuerpo, su sonrisa y esos labios, Todo lo que tenga que ver con ella lo enloquecen. Ella parece hacer todo lo posible para tentarlo, su forma de caminar, de mirar, todo era una peligrosa tentación para él. Ambos han pasado las últimas dos semanas acariciándose y robándose besos, aunque el deseo no faltaba, aún no han consumido esa pasión que agobia sus almas.

-¡Me estas volviendo loco! -El cubre su rostro con las manos y suspira, con tan solo pensar en ella siente como la sangre le hervía en su miembro. Camina hacia la cocina y abre el refrigerador, buscando con que saciar su hambre y calmar los deseos que atormentaban su cuerpo, él toma un frasco de mermelada, pero al cerrar la puerta se sobresalta con la figura de Emily, quien lo observaba sonriendo.

-¿Tienes hambre?- le pregunta ella con una sonrisa picarona y burlona por el susto de él.

-¡¿Qué te pasa?! ¡Casi me matas del susto! - dice haciéndose el enojado, pero sus pensamientos y su humor eran todo lo contrario. La mira de pies a cabeza, la forma de mirar de ella era como si lo quisiera seducir, pero así era ella naturalmente, cosa que lo enloquece aún más.

- Si, ¿Quieres uno? -Pregunta, intentando reprimir sus deseos, el agarra dos rebanadas de pan....

-No, gracias.- dice mientras se sienta en la mesa de la cocina, cruzando las piernas en un intento de seducción.

-¿Qué haces despierta a esta hora?- dice el tratando de no ponerle mucha atención, para no perder la cordura.

*Dios, tengo que aguantar, Maldición! ¡Esta mujer me va volver loco!*

El nerviosamente le unta mermelada a su pan.

-Estaba en el baño y escuche cuando bajaste, algún problema - pregunta tomando un poco de mermelada con su dedo, el solo la observa anhelando ver cuando se lleve el dedo a la boca.- Mmmm....¡Me encanta el sabor a fresas! -Y con eso dicho, introdujo su dedo entre sus labios, pero lo hizo de una manera insinuante y sin desviar la mirada de Derek.

El trataba de no perder la cordura pero desgraciadamente no duro mucho, ella trataba de provocarlo y lo estaba consiguiendo, así que le seguiría el juego, haber quien ganaba...

-¿Me estas provocando? - pregunta acercándose a ella y rozando su miembro endurecido contra su pierna....ella sonríe.

- ¿Y que te lleva a esa conclusión, Dereksito? - dice descruzando las piernas y dejándolas separadas.

A él le hubiera molestado ese apodo, pero viniendo de esa forma tal sensual en ella lo dejo pasar.

-Yo creo que sabes muy bien lo que haces.- el acomoda su cuerpo en medio de las piernas de ella.

-¿Ah sí?

El roza su muslo suavemente y le sonríe- Sí.

Derek se unta el dedo con mermelada y lo posiciona enfrente de los labios de ella, Emily lo mira fijamente a los ojos y sin despejar la mirada, introduce el dedo de el completamente en su boca, succionando y deslizando la lengua, hasta llegar casi a sus nudillos, el suelta un leve gemido.

-Delicioso -El se lame el mismo dedo y la besa-

-Creo que me toca a mí. -El unta nuevamente su dedo, pero esta vez embarra el cuello de ella y saborea con su lengua, provocando gemidos por parte de ella.

- Derek....

El la calla con un apasionado beso, bajando las estiras de su pijama, el busca de nuevo la mermelada y ahora lo unta sobre sus senos, el pasa la lengua alrededor de sus pezones evitándolos a propósito, provocando que ella agonice de placer hasta que por fin sus labios hacen contacto ella tiembla y suelta un leve grito.

Sabor a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora