Capìtulo 4

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El calor durante la noche era infernal, ambos tuvieron que deshacerse de sus prendas, quedando únicamente en ropa interior, pero aun así sintieron la necesidad de dormir abrazados, aferrados del uno al otro.

Derek se despierta lentamente al sentir el calor y la luz del sol sobre su piel, ella aún estaba dormida, su cabeza recostada sobre el pecho sudoroso de el. El la observa, acariciando su rostro y secando unas gotas de sudor que rodaban por su frente.

-No puedo creer que después de tantos años odiándonos....Terminaríamos así. Lo que paso ayer fue....fue indescriptible.

Él sonríe.

-Pareces un ángel, quien diría que despierta fueras tan tremenda.

Después de lo que sucedió entre ellos, en vez de hacerlos sentir incomodidad, fue todo lo contario, se pasaron la noche hablando y recuperando tiempo perdido, sin importarles pedir ayuda, prefirieron quedarse ahí juntos. El observa su cuerpo con deseos, sus senos llenaban con perfección el brasier, El sintió un impulso de besar sus pechos y lamer el sudor que emergían sus poros.

¿En qué momento dejaste de ser esa niña latosa y berrinchuda? Para convertirte en esta mujer hermosa, con una sensualidad capaz de enloquecer a cualquier hombre.

Él no puede dejar de mirarla, se le podía ir la vida observando su cuerpo y su rostro angelical. Hasta que una voz interrumpe sus pensamientos.

-Perdón, pero creo que podría ser peligroso permanecer aquí y con las ventanas abiertas.

Un señor de la edad más o menos de su padre, se encontraba en la ventana, Derek instintivamente agarra su camisa y cubre el cuerpo medio desnudo de Emily.

-Gracias, pero es que nos quedamos sin gasolina.

El señor sonríe.

-Pensé que esas cosas no le pasan a personas como usted.- dice el señor.

-¿Puedes ayudarnos? -Pregunta algo molesto.

-¡Claro! Los espero en mi camioneta. Para que se vistan.

Dice sonriendo y mirándola a ella, Derek acomoda la camisa asegurándose que nada estuviera al descubierto.

- Gracias. -Dice mirándolo con desafío, el señor le sonríe de nuevo y se aleja.

- Emily, nena despierta. -Le susurra en su oído, ella suelta un leve gemido, abriendo los ojos lentamente.

-¿Qué hora es?

- Hora de por fin salir de este infierno.

- ¿Tienes mucho tiempo despierto? ¿Porque no me despertaste?

-¿Cómo quieres que te despiertes? Si así dormita te ves más bonita.-Dice acercándose a ella y robándole un pequeño beso, Ella sonríe.

-No te aproveches Derek. Lo que paso entre nosotros fue una locura causado por el calor. No te creas tan afortunado eh. ¡Que no se te olvide que yo te odio! -Dice ella devolviéndole el beso.

- Como tú digas preciosa.

-Hay Derek. ¿Me quieres ahogar con esto? -Ella tira la camisa y se sienta. ¿Dónde está mi ropa?

Él no le contesta, estaba embobado con el cuerpo semi-desnudo de ella.

-Porque no mejor – el la jala nuevamente hacia el- Te quedas así.-dice deslizando la mano dentro de su panty y empieza acariciarla. Ella cierra los ojos, disfrutando por unos segundos, pero luego toma su mano.

-¿Qué te parece si lo dejamos para después? -Murmura con la voz seductora y procede en acercar la mano de Derek, que hace poco acariciaba su feminidad hacia sus labios.

Ella lo mira fijamente y lame sus dedos sin desviar la mirada de la suya, con el dedo aun en su boca, lo besa.

-Eres increíble Emily- ella le sonríe y sale del auto.

-¡Nena, espera! ¿A dónde vas? Estas casi desnuda.- dice el con los ojos abiertos.

Ella solo sonríe, le guiñe el ojo y le manda un beso siguiendo con su camino y no mirando atrás.

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Sabor a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora