XVII Parte 2

192 13 5
                                    

                  

¡Feliz cumpleaños, Nora! —PARTE DOS


El reloj cambiaba a las seis de la tarde y yo ya estaba totalmente aburrida y adolorida de estar acostada en la cama. Durante el resto del día estuve contestando llamadas de familiares, emails que Zara me mandaba para aprobarlos, terminé de editar el video que iba a subir a mi canal y al terminar traté de llamar a mis amigos para ver si querían venir a pasar el rato, ninguno contestó.

—Bueno, Nora. No desperdicies tu primer día con veintiún años de edad, mueve el trasero y vamos al gimnasio—susurré.

Me estiré parándome de la cama. Busqué mi ropa deportiva y tardé en encontrar mis audífonos. Al tenerlos conmigo, coloqué una toalla, ropa limpia para poder bañarme allá, perfume, una pequeña pero potente bocina, los audífonos y mi celular en mi mochila. La colgué en mi hombro, tomé las llaves del auto.

—Hola de nuevo, cariño—acaricié el volante.

Estaba tan despistada hoy que ni me acordaba como había llegado a estar dentro del auto.

Suspiré.

Hace tanto tiempo que no me sentía tan sola.

—Sólo somos tú y yo.

Encendí el coche y coloqué la música a un volumen más alto de lo normal. La voz de Zayn con Pillowtalk me ayudó a subir un poco mi ánimo. No pude resistir y canté como si tuviera un novio (ja, ja, ja) y de verdad me apasionara lo que dice la canción.

—¡Fucking you, fighting on. It's our paradise and it's our war zone!

Hacía movimientos con mis manos y cabeza. Me imaginé como si fuera una cantante de verdad, presentando la canción junto con Zayn en un concierto en México como artista invitada. La gente gritando  y sintiendo la letra dentro de ellos...dentro de mí.

Mientras giraba a la derecha, una llamada de Gemma llegó al acabar la canción. Maldije en susurro porque mi celular estaba conectado al radio de mi coche y el fastidioso sonido por poquito me retumba los oídos. Colgué inmediatamente, bloqueando a mi celular para que no recibiera más llamadas ni mensajes. Es irónico porque de verdad quería que ellos me llamaran, pero el enojo me ganó.

Diez canciones después y estaba estacionando mi coche a fuera del gimnasio que, estaba casi vació. Al entrar vi a unos cuantos chicos haciendo pesas, unas chicas en cardio y una clase de yoga en el "salón de usos múltiples". Dejé mi mochila en mi locker, tomando una pequeña toalla conmigo y empecé a calentar, la clase de box pronto empezaría.





Al parar por completo mi cuerpo, mi corazón aún no desaceleraba y litros (tal vez exagero un poco) de sudor caían por todo mi ser.

—Respiren, exhalen—dijo el entrenador.

Sólo habían tres personas más en la clase. Creo que hoy fue el día en donde todos decidieron no hacer nada y quedarse en sus casas.

—Bien hecho. Nos vemos la siguiente clase. Duerman bien—sonrió el entrenador mientras se ponía su capucha.

Se veía como si hubiera visto tres capítulos seguidos de Game of Thrones. Me acosté en el suelo, completamente muerta, todo me empezaba a doler y en lo único que podía pensar era llegar al departamento y dormir por más de ocho horas. Era una excelente idea.

Me levanté lentamente. Caminé a mi locker tomando mis toallas. Fui al baño de las mujeres y me di un largo baño de vapor. Envolví mi cuerpo en una toalla y mi cabello en otra. Salí de la regadera cuando de repente las luces se empezaron a prender y apagar. Mantuve la respiración. Era como las películas de terror que Karina me hacía ver con ella (le encantan).

YOUTUBER {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora