Mi viejo Hamond se obstinaba, desde hacía tantos días, en quedarse en su casa, alegando sus reumatismos, la gripe, un trabajo urgente, que le he intimado a venir a verme. No ha tardado mucho, y su semblante, discreto y franco, de pariente que visita a unos recién casados, aumenta mi alegría.
Henos juntos, solos, afectuosamente, igual como antes.
— ¡Como antes, Hamond! Y, sin embargo, ¡ qué cambio!
— ¡Gracias a Dios, hija mía! ¿Por fin, va a ser dichosa?
— ¿Dichosa?
Le miro con sincera sorpresa.
—No, no seré dichosa. Ni siquiera se me ocurre. ¿Porqué iba a ser dichosa?
Hamond chasca la lengua: es su manera de reñirme. Cree que tengo un ataque de neurastenia.
—Vamos, vamos, Renée... ¿Así es que las cosas no van tan bien como creía?
Me echo a reír, muy alegre:
— ¡Que sí, Hamond, van bien! ¡Van demasiado bien! Me temo que empezamos a adorarnos.
— ¿Y bien?
— ¡Y bien! ¿Le parece que con eso basta para hacerme dichosa?
Hamond no puede evitar una sonrisa, y ahora me toca a mí mostrarme melancólica.
— ¿A qué tormentos me ha precipitado usted de nuevo, Hamond? Porque ha sido usted, confiéselo, ha sido usted... Unos tormentos —añado más quedo— que no cambiaría por las mejores alegrías.
— ¡Eh! —exclama Hamond aliviado—. ¡Se ha salvado usted, por lo menos, de ese pasado que aún fermentaba en su interior! La verdad, ya estaba cansado de verla triste, recelosa, replegada en el recuerdo y el temor de Taillandy. Perdóneme, Renée, pero para dotarla de un nuevo amor habría hecho cosas realmente malas.
— ¡De veras! ¿Cree usted que un nuevo amor, como usted dice, destruye el recuerdo del primero... o lo resucita?
Hamond, desconcertado por lo desabrido de mi pregunta, no sabe qué decir. ¡Pero con qué torpeza ha puesto el dedo en la llaga! Y, además, sólo es un hombre: no sabe. Ha debido amar tantas veces: ya no sabe. Me conmueve su consternación.
—No, no, amigo mío, no soy dichosa. Soy... más o menos que eso. Sólo que... ya no sé adonde voy. Necesito decirle esto antes de convertirme en la amante de Máxime.
— ¡O en su mujer!
— ¿Su mujer?
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La Vagabunda - Colette
Fiksi SejarahRené Neré es una actriz de music-hall, que tras un golpe amoroso por un matrimonio frustrado, decide elegir esa vida de independencia, tablas, giras y aplausos... hasta que nuevamente el amor querrá golpear a su puerta, en manos de un caballero ad...