Un minuto me basta

¿Bailamos?

Me senté a apreciar el lugar, sin duda era fascinante. ¿Que tipo de evento será éste? Trato de descifrarlo viendo mi entorno... las mesas esparcidas y bien estructuradas, la pista de baile,
Músicos detrás de la pista... como veo podría ser... no tengo idea, ¿Dónde estás GuMin? ¿Por qué me has dejado sola en este lugar?

De momento las luces bajaron a una más tenue, y una voz comienza a hablar: "Gracias por venir esta tarde, estamos reunidos con afán de celebrar como ya saben el décimo aniversario de nuestra gran empresa, "Lee's y socios"

¿Lee's y socios? ¿Que nombre tan absurdo es ese? GuMin, estás muerta... no sé que hago aquí, es evidente que no conozco a nadie, además de que varias personas me miran con atención, y tienen razones... me han sentado hasta enfrente de las mesas, pero lo que me extraña es que no haya nadie sentado aquí.

De pronto un golpe mental me dio en la cabeza... "Lee's y socios" La familia de Byung se apellida así, ésta debe ser su empresa, lo que significa que él debe estar por aquí. ¡¡AY NOO!! ¿Qué hago aquí? ¡Debo salir pero ya!
Cosa que me fue imposible, se apagaron las luces...

"Gracias por esperarnos, ahora sin preámbulos les presentamos con mucho honor a Lee Byung Hun, quién nos tocará una hermosa pieza clásica."

Una luz apuntó al centro de la pista de baile y que de pronto apareció un piano y un Byung muy concentrado ahí. Todo se volvió silencio,

Tocó una pieza de Chopin, conforme iba avanzando, más me iba encantando con la melodía. Lo miré fijamente, observé con es que se entregaba y daba tanta motividad con cada movimiento. Su cabello, sus ojos, sin duda era un hombre magnifico.

De momento a otro, terminó de tocar el piano, entonces fue cuando levantó su mirada. Las personas comenzaron a aplaudir yo imite el gesto.
Con su mirada buscaba a alguien que al parecer no encontraba. Supongo que a su novia. Sin darme cuenta, él ya me estaba mirando, con sorpresa pero al mismo tiempo alegría, me sonrió. Y sentí como todo dentro de mí revolucionaba. Así es, amaba a este hombre, no importaba nada de lo demás. Sólo él.

Terminaron de aplaudir todos, y me perdí un momento en mis pensamientos. Cerré mis ojos un momento, necesitaba concentrarme y pensar el porque estaba aquí y dónde estaba GoMin que era quién me había citado aquí para ser su acompañante. Pero no estaba, no me sentía segura, no me sentía cómoda.

Si un largo suspiro y decidí afrontar la realidad al abrir lo ojos. Para mi sorpresa, un traje negro que portaba alguien muy elegante estaba parado justamente enfrente de mí.

-Buenas noches, señorita Blent.

Su voz...

-¿La ha pasado mal? ¿O por qué el largo suspiro?
-¿Desde cuando me hablas formal? Es raro que me hables así.
-Sólo trataba de ser elegante, jajaja.
-No lo hagas de nuevo por favor. Jajajaja.
-¿Qué haces aquí? *preguntó con una bella sonrisa*
-La verdad... No sé, alguien me invitó pero creo que me ha dejado plantada.
-¿Quién? Supongo que alguien importante, te sentaron en una de las mesas principales. Aún así, no tiene derecho a dejarte sola, eso es de mala educación. ¿Quién es? Dime para ir a partirle la cara.
-No es para tanto. No creo que puedas golpearla.
-¿Una mujer? No puedo imaginar quién sea.
-Tal vez la conozcas. Se llama...

"Tal vez sea momento para comenzar la verdadera celebración, inviten a sus parejas a bailar, disfruten de la noche..."

Ok, eso no me lo esperaba. GuMin me había dicho que no le dijera a Byung que la conozco, no entiendo, ¿Qué puede pasar?. Pusieron música, y vi como aquellas personas tomaban de la mano a sus parejas y salían a la pista de baile. Recuerdo cuando mi padre bailaba conmigo cuando era niña, era muy bien bailarín. Sin darme cuenta, sonreí de lado recordando aquel momento.

-¿Bailamos?
-¿He?
-Vamos...

Byung tomó mi mano y comencé a seguirlo, una vez ahí, puso su mano junto a mi cintura, y con la otra sostenía mí mano.

-Alto, Byung.
-¿Pasa algo? ¿No sabes bailar? No te preocupes.
-No, no es eso. Pero pienso que deberías sacar a bailar a Jori.
-Ella no vino. O al menos no la he visto por aquí...

Miré en los ojos de Byung algo de desilusión y tristeza.

-Yo...
-No digas nada. Bailemos sólo ésta, si no te sientes cómoda, te dejo ir.

Así es como Byung logró convencerme de quedarme a bailar con él.

-Ya no me dijiste quién te ha invitado.
-Es verdad, bueno, no sé si realmente la conozcas, digo, hay muchas personas a tu alrededor...
-Sólo dilo.
-Es Gu Min Hun.

Byung dejó de bailar. Y me miró extrañado.

-... Es mi prima. Esa loca.