Steffy

II- Sembrando Semillas

Han pasado ya varias semanas y se ha vuelto una rutina tranquila, a las cinco de la mañana ella va al encuentro de Luz, su abuela favorita, han congeniado muy bien, tienen largas charlas y se ríen a carcajadas como dos despreocupadas colegiales a las salida de clases. Surten el puesto de mercado, venden los mejores tomates de la ciudad (según dice Luz) y se hace realidad la promesa del primer día "tener lo suficiente para comer y pagar un cuarto de hotel", en el caso de Steffy una horrible residencia en un barrio de lo peor, donde tiene que vérsela con todo tipo de gente: vagos, drogadictos, acosadores y al mismo tiempo conocer gente que simplemente no ha visto la mejor cara de la vida: mujeres con varios hijos haciendo literalmente lo que sea por sacarlos adelante, sin tener en cuenta que el ejemplo que ven no es el mejor, pero en fin, solo es un refugio donde poder dormir y no tener que pasar una noche en la calle.

Hoy es un día frío y muy lluvioso, lo que hace que sean pocos los clientes que se aventuren a venir, Oh no, bajas ventas implica menos comida y peor aún, las tos ronca y seca que ha venido sufriendo Luz se empeora y las aromáticas con jengibre ya no hacen tanto efecto.

-Cúbrete bien el pecho, por poco y perderás la voz y no habrá quien le cante a los gorriones, ni a mí, -dice con una lagrima asomada en sus ojos- No quiero verte enfermar, de esa tosesita ya estuvo bueno.

-Pero vea, a mis 75 años y conseguí quien me eche un sermón -dice Luz, pensando al mismo tiempo "lo bello que es tener quien se preocupe por uno, hace rato no lo sentía"-

Termina el día y como se venia venir, hoy solo habrá en la cena café con pan, pero es un banquete cuando piensa en cuantos días paso hambre y estuvo sola en una acera viendo llover y temblando de frío, pensando en su madre, que si no se hubiera ido, no estaría pasando por estas

...Oh mamá que falta me haces, no hubieras permitido que esa horrible enfermedad te arrancara de mi lado, me quede tan sola y papá, ese que decías que me iba a proteger y cuidaría siempre de mi... bueno ya que.

-Hey! señorita, bajando de esa nube, me dejaste hablando sola. -le sonríe preocupada Luz, al ver las lagrimas que corren por sus mejillas- Además esta noche esta muy fría, será mejor que te vengas con migo a mi hotel, no quiero que tengas escusas para no madrugar mañana.

Steffy limpia su carita triste y sin decir ni una palabra acepta encantada la invitación.

Como se lo temía, Luz tosió toda la noche y fue empeorando conforme y pasaban las horas, no resistió mas y encendió la luz y vio como el producto de tan horroroso sonido era sangre que había manchado toda la cobija y la bata de noche de luz, sin pensarlo ni un momento se levanto y con gritos desesperados salio del cuarto pidiendo ayuda, un hombre joven y fornido que apenas entraba se le acerco:

-Que pasa niña, por que el escándalo.

-Ayúdeme, pronto, que se me muere, se me muere- lo tomo del brazo y halo de él con mucha fuerza hasta que llegaron al cuarto, el joven sorprendido no tuvo que pensarlo mucho y tomo a Luz en sus brazos y salio con en ella envuelta en una manta en busca del Hospital mas cercano.

La espera es desesperante, ningún medico sale a decir nada, han pasado ya tres horas , aclarará en poco tiempo y mientras tanto sola, esperando noticias por las ruega en oraciones sin fin para que sean buenas. Horas después, vencida por el sueño, la sorprende un joven medico que balbucea un sin fin de cosas que no logra entender, se limpia los ojos y aún medio dormida solo pregunta -Qué? -La acompañante de la señora Luz?-pregunta el medico, asiente y pone su cara de "Tiene toda mi atención"

-La señora Luz ya se encuentra estable, padece una Bronco neomonía aguda, la estamos medicando y la tenemos conectada al oxigeno, es muy probable que tenga que estar aquí por unos días. -Días? -pregunta angustiada. Como adivinando sus pensamientos el medico continua -Usted no tendrá que pagar nada, ella esta registrada en la base de datos como beneficiaria por parte de su hijo y al parecer todo esta en regla..