Capitulo 2

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*Once años*

Narrador omnisciente.

Con cada año que pasaba Sophie y Olliver se volvían más amigos.

Ya no eran los niños pequeños que robaban galletas a escondidas, los niños que jugaban con casitas hechas de ramitas y hojas, los niños que imaginaban a ser grandes. Ahora, eran dos grandes muchachos de 11 y 12, que vivian la vida al máximo, riéndose de la maestra titular, contando chistes inmaduros y con groserías y desafiando a los adultos en su propio paraiso, sin ser molestados ni regañados por nadie.

Todavía iban al bosque aunque ya no iban a jugar a los reyes y princesas, ahora, solían ir a dar un paseo en bicicleta o dar largas caminatas mientras hablaban de lo que podrían hacer en el futuro, horas y horas de charlas que podrían nunca llegar a hacerse realidad.

*FLASHBACK*

-¿Que piensas ser de grande? - le preguntó Olliver a la chica.

-Astronauta...o modelo. O las dos. ¿Tu?

-Doctor o astronauta, también-los dos niños rieron con fuerza. Quien iba a creerlo, que del campamento al que ninguno de los dos niños deseaban ir, fue donde se conocieron y se volvieron mejores amigos.

Todavía recordaban con ahnelo aquellos calidos días de verano, chapoteando a las afueras del laguito del bosque, o aquellos lluviosos días de septiembre, cuando jugaban a las madrigueras en casa de alguno y veían películas mientras tomaban chocolate caliente con malvaviscos.

*FIN DEL FLASHBACK*

Eran de aquellos momentos en los que los niños hacían cosas sin sentido y sin vergüenza, pues al fin y al cabo, ¿que se podría decir de dos niños imaginadores y revoltosos?.

Una de esas tardes cuando las mamás no tenían nada mejor que hacer excepto molestar a sus hijos, llevaron a Olliver y Sophia a la fuerza a un tonto baile infantil.

Los arreglaron elegantemente, a Sophia, con un esponjoso vestido rosita de tirantes, que la hacía ver como toda una princesa y a Olliver, con un trajecito que solo se podía decir que le quedaba divino. Las madres, empezaban a sospechar sobre la relacion de sus hijos, pero nunca dijeron nada, por eso, los llevaron al baile solo ellos dos, para que se dejaran llevar.

*FLASHBACK*

-¿Que haces tú aquí?-preguntó la muchachita con un deslumbrante brillo en los ojos.

-Es lo mismo que yo me pregunto-respondió el chico, con la boca hasta el suelo-. Luces radiante.

La chica solo atinó a sonrojarse y asentir...

-Tu también- las palabras brotaron de su boca sin pedir permiso, ambos rieron y caminaron a la salida del salón.

Era muy incomoda la situación, y era extraño, pues ellos siempre habían estado solos, aunque nunca se habían visto tan bien. Sophia solia usar siempre su rubio cabello atado en una colita de caballo alta, pantalones largos y blusas holgadas y desarregladas, mientras Olliver, llevaba ropa arreglada y siempre bien planchada, aunque un torbellino en su cabellera azabache.

Siempre lo llevaba despeinado.

Intentaron salir del enorme salón de baile, cuando de pronto, una melodía lenta y monótona comenzó a sonar. Los chicos se miraron sorprendidos y rieron, habían comprendido el truquito de sus mamas.

Claro, no se iban a salir con la suya.

-¿Te gustaría bailar conmigo?-le preguntó el chico a la muchacha, guiñándole un ojo y moviendo las cejas de manera divertida.

-¿Perdón?-la chica rubia estaba verdaderamente confundida, no había entendido la indirecta de su amigo

-Que vas a bailar conmigo, ya no es una pregunta- y sin decir nada más, tomóde la mano a la chica y literalmente, la arrastró hacia la pista de baile. Cuando se detuvieron, él le susurró en el oído, haciéndole cosquillas con los labios.

-Es una broma, baila lo mas raro y loco que puedas-Sophie rió por lo bajo y asintió vigorosamente.

Los chicos se separaron y soltaron risitas antes de ponerse a sacudir su cuerpo como un par de locos. Las madres de ambos, que habían estado espiándolos, salieron de sus escondites y les dieron un sermón de 30 min. Sobre lo abominable que era bailar de ese modo cuando los habían arreglado de una manera tan perfecta.

Los niños solo reian. Al final de todo, las mamas se relajaron e invitaron a los niños por unos helados a la cafeteria mas cercana del salón de baile...

*FIN DEL FLASHBACK*

En la escuela, seguían siendo los amigos revoltosos , aunque para oídos de todos eran algo mas. Lo bueno es que ellos sabían la verdad y no lo cambiarian por nada, nunca jamas, hasta que el helado de vainilla del mundo se derritiera y las hadas dejaran de existir...

When the stars go blueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora