Capítulo 13

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ÁGATA

Miro a mi madre esperando que comience a contar su historia y después de unos minutos comienza.

- Cuando yo tenía tu edad era el ángel guardián de tu padre, y la verdad es que hasta que cumplí los 16 años no empecé a fijarme en él. Antes de eso yo era una chiquilla que solo estaba pendiente a su trabajo, siempre estaba alerta por si algo malo pasaba, pero nunca ocurría nada. Una noche, justo tres días después de que cumpliera los 16, unos antiguos amigos míos me hicieron una visita, al principio yo los traté bien, los dejé entrar en la casa para que así pudiésemos hablar y eso, pero en un momento de la tarde me di cuenta de que un amigo mío, que era rubio platino desde siempre, tenía el pelo dos tonos más claro de castaño, y entonces me di cuenta, mis amigos se habían convertido en demonios, intenté echarles sin que se dieran cuenta diciéndoles que tenía cosas que hacer, pero ellos no se querían ir, hasta que se decidieron a atacarnos a tu padre y a mí, al final todo quedó en un gran susto, pero de esos que nunca se olvidan. Yo acabé con algún que otro rasguño, pero tu padre quedó en coma, nisiquiera supe cómo le ocurrió, pero cuando acabé con los demonios él estaba en el suelo inconsciente, desde ese día y hasta el día en el que despertó del coma estuve cada minuto atenta a tu padre y cada día que pasaba sin despertarse sentía como si mi corazón se rompía un poco más, era hasta tal el dolor que muchas veces me metía con él en la cama y le abrazaba fuertemente pidiéndole a Dios que lo salvara, hasta que un día me escuchó y terminó con mi sufrimiento, cuando abrió los ojos por primera vez en dos semanas fue como si mi mundo hubiese cambiado, cada día me fijaba más en él, hasta que poco a poco me fui enamorando, me enamoré hasta tal punto que necesitaba que me viese, me colaba alguna que otra vez en sus sueños y hablaba con él, claro que avla mañana siguiente no se acordaba porque de lo contrario sería ilegal y me caería una buena, y un día dije "hasta aquí hemos llegado" y le pedí a Dios que me dejase ser humana, que no quería seguir siendo un ángel guardián, le rogué tanto que al final, un día me pudo ver, y al verme se acordó de sus sueños, por supuesto le dije que todo era mentira ya que la única condición que me pusieron fue que nadie se podía enterar de lo que yo era, y por eso te lo mantuve oculto durante tanto tiempo, hasta que inevitablemente te has enterado.

Me costó asimilar la historia que me había contado, tenía muchas dudas, pero decidí no hacer ninguna pregunta, pero Luke se ve que no podía esperar a hacer la suya.

- ¿Y cómo te pudiste convertir en humana?

- No me convertí, simplemente me hizo parecer una humana, pero como habéis visto en ocasiones, cuando la cosa se pone grave puedo usar mis poderes de ángel, como bien habéis visto.

Esa noche cuando llegó mi padre pude ver la forma en que mi madre le miraba, parecía que él era un milagro para ella y mi padre la miraba como si fuese lo único que había en la habitación, y en ese momento supe que quería encontrar a ese alguien, nunca me había planteado esa necesidad, pero creo que si no encuentras a la persona que hace más bonita tu vida no serás completamente feliz, porque te pase lo que te pase siempre va a estar ahí para hacer que tu día termine siendo mejor de lo que es.

Me meto en mi habitación con Luke pisándome los talones y me cambio en mi baño mientras él se sienta en mi cama y mira por la ventana, está muy pensativo y me siento junto a él apoyando mi cabeza en su hombro.

- Vaya historia la de mi madre, ¿eh?

Me contesta con un simple sí y me preocupo un poco.

- ¿Te pasa algo? Estás muy callado - le digo pasándo un brazo por sus hombros.

- Solo pienso que estaría bien vivir como un humano, poder relacionarte con la gente y sentirte como uno más.

Me preocupo un poco al escuchar eso, porque a lo mejor piensa eso porque le trato mal o porque...no puede ser, por poco me da un ataque de celos justo delante de él, ¿y si le gusta alguna? Estos días con el han hecho que me resulte imposible imaginar un solo día sin él al lado mía, y seguramente si fuera humano ni si quiera le vería. No puedo permitir que eso pasara, aunque suene egoísta no puedo dejar que eso pase.

- Y si fueses humano, ¿qué es lo primero que harías? - le pregunto mirando su cara, la cual se ilumina al escuchar la pregunta.

- Haría muchas cosas - me dice girándose hacia mí.

- Dime una.

- Esto - dice antes de acercar sus labios a los míos y unirlos en un delicado beso.

Ángeles guardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora