La Chica del Desierto |Newt Y Tú| The Maze Runner

Capítulo 9

(T/N________)

Newt me acercaba a él con suavidad, entonces gemí al rozar mi abdomen con su mano y me separé de golpe. Me quejé en silencio para no despertar a nadie, y traté de calmarme.

-Lo... lo siento, no debí... no puedo-Susurré, disculpándome.

Si CRUEL se enteraba, no solo me mataba, le harían daño a él. No me permitiría eso.

-Basta.-Cerró los ojos con fuerza, apretando levemente los puños- Deja de tratarme como si un minuto no te importara y al otro vienes aquí y nos besamos para luego disculparte. No sé quién eres, no sé que planeas, pero no me metas en esto. Tu no eres la t/n____ que yo amo, ella no es así. 

-Newt... yo... no puedo decirte, lo siento...-Susurré, queriendo calmarlo, pero era imposible, estaba enojado.

-No, ya basta. Ya no me importa que haces, para quién trabajas o si me quieres o no, ¿sabes qué? Desde ahora t/n_____ no existió para mi, ni existe, no amé a nadie. Para mi no existen las personas mentirosas y sucias como tú, ahora déjame. Desde ahora serás PC2 y yo solo el chico del Grupo A. 

Se dio vuelta en la cama, haciéndome caer de esta, aguantando las ganas de llorar que tenía, logré salir de allí. Quería llegar a mi maldita habitación y quedarme allí hasta que la opresión en mi pecho pasara, pero una vez más, la suerte no estaba de mi lado. 

-¿Que te hemos dicho, t/n____? ¿Crees que nos puedes engañar y ver a tu enamorado?-La Rata me agarró del brazo, jalan dome hacía él con brusquedad-Con nosotros no se juega, lo sabes muy bien. Que lindo que tu enamorado nos haga notar tu presencia, ¿verdad?

Miró hacía ambos lados y asintió con la cabeza.

-Tómenla.-De pronto, unos dos hombres me tomaron por los brazos y me sujetaron con fuerza, uno me tapó la boca con su mano. 

Vi a Jason sacando de su pantalón un cuchillo de su bolsillo trasero y rápidamente cuando pude identificar que era, me lo clavó en el abdomen justo donde me había echo el hematoma esa tarde. 

Grité de dolor, sintiendo como me tomaban a la fuerza y yo cada vez me debilitaba. Lo vi limpiando el cuchillo y dándole ordenes a los guardias a no sé qué, de pronto mi vista se nubló y no vi nada.

Solo recordaba las palabras de Newt una y otra vez en mi mente, sin parar. 

Lo único que recuerdo es que me dolieron más las palabras de Newt, mi corazón roto, hecho trizas, que los castigos en sí.