La Chica del Desierto |Newt Y Tú| The Maze Runner

Capítulo 22.

POV'S TN.

Música salía de algún lado, sí, música. No recordaba la última vez que escuché una canción, si es que alguna vez lo había hecho, pero era relajante y ayudó a que dejara el tema de lado junto a Newt.

Este se había dormido, y para mi suerte, yo también lo haría si no fuera porque mi cuerpo dolía.

—Eres un imbécil —murmuré mientras observaba al rubio dormir con incomodidad al tener una pierna baleada.

Dios, era tan irónico que recibiera el balazo en su pie malo, pero aún así dolía.

—Te mataría ahora mismo si no fuera porque te amo. Idiota.

De alguna forma estaba liberando todo lo que sentía, pero una vez más, CRUEL no era capaz de dejarme en paz.

Comenzó un dolor fuerte en mi espalda, pero yo necesitaba que Newt supiera todo de alguna forma u otra.

¿Valía la pena llorar de dolor si es que él sabía todo?

—¡Newt! —grité, en busca de ser escuchada y despertarlo.

Él abrió los ojos y a partir de ahí no hubo vuelta atrás.

—¡Recuerdo todo, maldita sea! ¡Recuerdo cada momento contigo en el laberinto! —me apoyé en la pared en cuento sentí que el dolor aumentaba; ya no había vueltra atrás—. ¡Te recuerdo incluso antes de ir! ¡R-recuerdo cada beso y-y...! ¡Agh!

Las lágrimas se escapaban de mis ojos sin mi consentimiento. El dolor era horrible y sabía que pronto me derrotaría y no sabría nada.

No importa.

Él estaba sabiendo la verdad y aún si sentía como miles de cuchillos se enterraban en mi cuerpo, valía la pena ser sincera.

Sí.

—¡Nunca... Nunca he de-dejado de amarte! ¡No me olvides porque yo jamás lo haré!

Sentí como mi cuerpo ahora se apoyaba en el suelo y pude ver en un reflejo como mi piel era más pálida y mis venas se marcaban demasiado.

Veía las manos de Newt sobre mí pero yo no lo sentía. No sentía nada y apenas escuchaba.

No escuché sus gritos, sólo veía sus lágrimas y como murmuraba por bajo.

Lo último que logré ver fue como alguien o algunas personas entraban de golpe a donde estábamos. Y se lo llevaron.

Y a mí también, pero ya no lo ví.

Sólo ví oscuridad.

¿Ese era mi fin?

[...] horas más tarde.

¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Por qué no puedo recordar nada y por qué mi cuerpo duele mucho?