Capítulo 16

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—¿Usted me está hablando en serio, Darien?

Darien asintió. Andrew estaba sentado en el sofá de su oficina mientras él, un preocupado Darien, estaba de pie frente a él apretando su pelota anti estrés que por más que apretaba no lograba relajarlo.

—Darien, hermano, ¡usted como es de bruto!

—Ah, ya sé, ya sé, cállese, Furuhata y más bien piense en algo, ayúdeme.

—No hay forma. —Se levantó del sofá y quedó frente a él—Ya el daño está hecho. Yo a usted se lo dije, se lo dije. Le dije que las cosas con Sere se tenían que manejar de otra forma, ¡y usted no me quiso hacer caso!

—Es que yo no sé, Andrew.

Esa vez quien se sentó en el sofá fue él, un preocupado Darien que no sabía qué hacer, estaba muy confundido.

—Yo sé que ella siente algo por mí. Me doy cuenta por la forma en la que me habla, por cómo me mira, por cómo se pone cada que estamos juntos, cuando estoy cerca de ella. Ah, por eso me arriesgué y le dije lo que siento, porque pensé que si me confesaba ella iba a hacer lo mismo.

—Darien, yo lo estoy viendo como muy serio con eso y me está empezando a preocupar de verdad. ¿Es en serio? ¿No me diga que de verdad está enamorado? Eso es una mierda y usted lo sabe. ¿Es que no se acuerda lo que me pasó a mí o qué?

—No sé, Andrew, no sé. —Volvió a levantarse del sofá y empezó a caminar por la oficina—Estoy confundido, no sé qué es lo que siento o debería sentir, no sé. Yo solo sé que quiero estar con ella, que cuando hablamos, que cuando estoy a su lado, me siento tranquilo. Lo único que le puedo decir con toda seguridad es que nunca había deseado tanto a una mujer como a ella, cada que me rechaza, cada que me dice que no y se aleja, logra el efecto contrario, que no pueda dejar de pensar en ella. ¡Me está volviendo loco!

—Ay, Darien, por Dios, ¿Qué hizo?

Se le acercó Andrew con cara de angustia, realmente preocupado por su amigo.

—¿Usted cómo fue de bruto y se fue a enamorar, ah? Y todavía de vampirin.

—No le diga así, Furuhata, respete o lo reviento.

—Ya, ya, tranquilo, no se me sulfure que aquí el problema no es la estética de su amor, es ese, que usted se enamoró. Darien, no se meta en eso, créame, yo sé por qué se lo digo. Deje las cosas así y aléjese de ella antes de que empiece a sufrir de verdad.

—Que su experiencia haya sido mala no necesariamente quiere decir que todas lo sean. Yo sé que con Serena no sufriría, sé que no.

—Yo sé lo que usted está sintiendo porque lo viví, ya pasé por ahí. Enamorarse no es malo, todo lo contrario, es como si la vida fuera otra, como si cambiara de color, y cuando se está con esa persona que uno quiere, uno se siente como si pudiera solo contra el mundo, pero, Darien, la caída, hermano, la desilusión y cuando todo se va a la mierda tiene la misma intensidad. No se sabe que es peor, si haber amado y haber sido tan feliz, o el desengaño, la desilusión. Por Dios, créame. Uno se siente como muerto en vida.

—¿Yo qué hago, ah, hermano? ¿Qué hago? Yo esto no lo planee y créame, no sé qué hacer.

—Aléjese ahora que está a tiempo. Aléjese de Serena y de lo que sea que está sintiendo por ella antes de que sea demasiado tarde. Haga otras cosas, ocúpese, dedíquele tiempo a su mujer y trate de arreglar las cosas con ella, cásese. Eso es lo mejor que puede hacer.

—No amo a Rei y Furuhata, cada día la soporto menos, con ella todo es un problema y he aprendido a tenerle miedo, eso no es lo que quiero para el resto de mi vida. Quiero una mujer en la que pueda confiar, a la que le pueda contar cualquier cosa y no sienta que está en riesgo mi vida. Quiero a Serena.

"Yo soy Sere, la fea"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora