Capítulo 6

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Darien, dado el fracaso que fue el lanzamiento de su primera colección, la primera bajo su mando, le pidió a Serena que maquillara las cifras, que alterará el balance para la próxima junta directiva que tenía y ella se negó. Le explicó, con firmeza pero con mucha decencia, que eso ella no lo iba a hacer, que bastante le había ayudado ya al enfrentar a la junta directiva y explicarles que Mundo Moda era una empresa lo suficientemente sólida como para resistir una mala colección, le dijo que de ahí a maquillar cifras, a alterar balances, había mucha distancia.

Serena quería a Darien, lo amaba, pero primero estaban sus principios, los mismos por los que su papá la había reprendido hacia meses. No se podía culpar a Serena por ser quién era, ella había sido criada así, entre valores, ética y moral, por más que Darien le insistió, le rogó, ella no quiso aceptar.

Y no fue solo por su papá...

Una noche en la que su hermana y Seiya la invitaron a cenar...

—Bueno, Sere, ¿qué es lo que le pasa? Yo a usted la quiero mucho, y me encanta verla, pero esta cena no es solamente para verla.

—¿De qué está hablando, Selena?

—Sere, —sonrió Seiya después de darle un sorbo a su bebida—¿de qué va ser? De lo que sea que esté pasando con el energúmeno ese de su jefe. Ustedes, son gemelas. Hay cosas que por más que quiera no puede ocultar. Selena siente que a usted le pasa algo y por eso la invitó a comer hoy, para saber qué es lo que pasa.

—Que pereza con ustedes dos, ¿no? Pues, ay, es que no se ni cómo decirles pero bueno, les voy a contar. Lo que pasa es que como a don Darien le fue tan mal con la colección que sacó, pues no se vendió nada, se llenó de deudas con los bancos y la junta directiva empezó a preguntar por el estado de la empresa.

—¿Y? ¿Cuál es el problema?

—Selena, mi amor, ¿cuál es el problema? Es el problema. ¿Sí o no le pidió que le maquillara las cifras para presentarselas a la junta?

Serena asintió con pesar.

—No lo puedo creer. ¿Ese tipo es que esta loco o qué? ¿Cómo se le ocurre pedirle eso, Sere?

—Está desesperado y por eso me pidió que hiciera eso.

—¿Y usted qué le dijo? Le dijo que no, ¿cierto?

—Obviamente le dijo que no. ¿Cierto, Sere?

Preguntó Seiya.

—Ustedes me conocen, yo le dije que no, pero el me pidió que lo pensara, que lo ayudara y que no le renunciara. Ay, pero es que yo no sé, a mí si me da mucho pesar con él, pero ustedes si imaginan donde mi papá se diera....

—Sere, —dejó Selena los cubiertos sobre el plato, se limpió la comisura de la boca con una servilleta y la miró muy seria —aquí lo de menos es mi papá y el regaño que le daría por eso. ¿Usted tiene idea de las consecuencias legales que eso implica? Y ni hablar de su carrera. ¿Este tipo es tan imbécil como para pedirle que arriesgue así su carrera?

—Selena tiene razón, Sere.

Agregó con la misma seriedad de su novia Seiya, estaba realmente preocupado por ella, por su amiga de toda la vida y más que eso, su familia.

—Se ve que a este tipo le importa cinco lo que pueda pasar con usted. Por favor, díganos que no va aceptar y no solo eso, que se va a alejar de todo eso.

—Entre más rápido le renuncie mejor.

—Selena... Seiya, ay, es que yo me siento responsable también. Si yo no le hubiera sugerido la reducción de costos él no se hubiera metido en todos esos problemas.

"Yo soy Sere, la fea"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora