NI EN TUS SUEÑOS

1.SEATTLE

Era un día lluvioso, como todos los otros días aquí en Seattle, aún me estaba constando adaptarme a este nuevo clima, ya que lo había dejado todo para venir a cumplir mi sueño. Llevaba una camisa azul claro con un jersey azul marino por encima, mi chaqueta de color verde militar, unos tejanos, y mis Hunters de color rojo con el paraguas de conjunto.

Me pare delante del enorme edificio que tenía en frente, con muchas ganas de salir corriendo y volver hacia mi hogar, pero inspiré profundamente y entré hacia el hospital.

Me acerco a recepción donde una mujer de mediana edad me atiende.

- Bienvenida al Seattle Memorial ¿en qué puedo ayudarla?- me dijo con una buena sonrisa.

- Hola, iba al despacho del director general de emergencias del hospital para una entrevista de trabajo.

- ¿Tiene el papel de la acreditación y confirmación de la hora?

- Sí, haber... - busco por mi bolso, hasta que lo encuentro.- aquí tiene.- le doy el papel y empieza a teclear en el ordenador hasta que dice.

- Quinta planta, al fondo a la izquierda, que pase un buen día.-

Nos despedimos con una sonrisa y subo por el ascensor. Cuando estoy llegando al despacho choco con un fuerte pecho, levanté la vista y vi a un hombre de unos sesenta años. Llevaba una bata blanca, y identificación que colgaba del bolsillo situado en la parte superior derecha del pecho. Tiene el cabello gris canoso, unos ojos azules y la piel pálida, me lo quede mirando hasta que empezó hablar.

- Vaya, lo siento señorita no la he visto , lo siento.

- No, no se preocupe, soy yo la que va andando deprisa y no sabe hacia dónde mira, ¿sabe dónde está el despacho del director de emergencias, señor?- solo me faltaba toparme con un señor para perder más el tiempo.

- Pues la verdad es que el director lo tiene delante ¿señorita....? - dijo con voz interrogativa.

- Amanda Larson un placer, usted debe de ser el señor Parker supongo.

- Sí, en presencia, pase por aquí señorita Larson, la estaba esperando.

Seguí al señor Parker hasta que entramos en un despacho enorme y elegante, con un sofá de cuero negro en la parte izquierda para poder admirar toda la cristalera que daba a las magníficas vistas de fuera del hospital, con una mesa de caoba y con una placa que ponía Albert Parker White, y una silla detrás. Parecía ser muy cómoda y con dos sillones de cuero negro en frente, me hace el gesto de que tome asiento, mientras que va cogiendo una carpeta que parece llevar mi nombre. Se sienta, se pone bien la bata y empieza hablar mirándome fijamente y con seriedad

- De acuerdo señorita Larson, el doctor Lewis no ha parado de insistir en que le diera una entrevista porque usted puede ser la candidata perfecta para este puesto. Pero la pregunta es ¿cree usted que es perfecta para este puesto? - me dijo, arrugando un poco la frente y con un aspecto muy serio. Tenía que tranquilizarme, los nervios me estaban matando y hacían que pudiera dudar de mi misma y ahora no era el momento, cogí aire y empecé a hablar.

- Aunque le parezca un exceso de confianza, le diré que encuentro que soy la persona que está buscando para este puesto y le daré dos razones:

La primera es como usted ya sabe que soy medio española, la educación en el ámbito es muy diferente y los estudios que tengo son de mayor categoría que los estadounidenses. No digo que estén mal, es solo que en el caso de los paramédicos en España hacen mucho más trabajo, y salen mayor cualificados para enfrentarse a cualquier situación en la que se pueden encontrar.

La segunda cosa es como usted ya lo sabrá también he estado dos años en Siria en los hospitales de campaña donde las condiciones son infrahumanas, todo el mundo hace de todo para poder salvar las vidas de allí, he podido ver, tocar y sanar a la gente con poca provisión de medicamentos y con insuficiencia de agua y luz. Sé que aunque sea joven y solo tenga la formación del voluntariado estoy capacitada de poder estar en la ambulancia y la zona de emergencias de este hospital. - concluí.

Madre mía, el rollo que le acabo de soltar al señor Parker, pero espero que todo lo que le he dicho valga la pena para que me coja, ya que no lo he dejado todo en España por unas falsas esperanzas que me haya dado David Lewis.

El señor Parker no decía nada, miraba los papeles una y otra vez sin decir nada i sin mirarme y eso todavía me ponía más nerviosa de lo que estaba. ¡Por favor, di algo!

- Señorita Larson, me ha dejado sin habla.-dijo al fin.- tenía razón el doctor Lewis sobre usted, es una chica con carácter y eso gusta. Me he informado de la educación de este sector en España, pero en América las cosas son diferentes y espero que pueda adaptarse a ello. Lo que más me preocupaba era su juventud y la falta de experiencia, pero demuestra ser una chica madura y responsable ya que las vidas de la gente dependerán de usted.

- Soy completamente consciente de eso señor, sé que no es fácil tener que coger una joven que viene de otro país, con diferente estructura sanitaria, y con solo la formación que tuve en Siria en Siria, pero voy a dar lo máximo de mí. Sol espero que me dé la oportunidad de enseñarle lo que valgo. - le respondí, y volvió el temido silencio, hasta que el señor Parker se dignó a volver hablar.

- Hoy es viernes- dice mientras mira el calendario de encima del escritorio - ¿qué le parece si el lunes a primera hora de la mañana a las seis y media, viene y le enseño todo como funciona y firmamos el papeleo?- me quedé sin habla, mi sueño se hacía realidad y no lo podía creer que con veinte-cuatro años fuese a estar trabajando en el mejor lugar y trabajo del mundo.

- Me parece estupendo señor, será un gran honor, no le fallare. - Nos dimos la mano y me acompaño hacia la salida, donde allí nos despedimos.

Salí del hospital y no me lo podía creer, mi vida estaba a punto de dar un giro de 360 grados,
tenía miedo pero me moría de ganas de empezar.

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Espero que os guste la novela.
Estoy muy ilusionada con este proyecto, me encanta leer y esta es una oportunidad para empezar a escribir lo que realmente me gusta y compartila con todos vosotros.
Comentad que os parece la novela, como creeís que seguriá la histotia y sobretodo, vuestra sincera opinión.
BESOS!