5. MÍ PRIMER DÍA

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Me pasé todo el domingo en la habitación del motel, no tenía fuerzas para salir de la cama, pero no estaba así porque Dylan se fuera de esas formas, sino porque me volvió a venir ese recuerdo a mi mente, e imaginar que volvía a pasarme...  Me rompió en dos de nuevo.

Tal y como esperaba, no recibí ninguna llamada de él para disculparse por marcharse de esas formas, creo que lo asusté por la manera en que me puse antes de acostarnos. Lo que no entiendo es cómo puede saber lo que me pasó si solo lo saben mis padres y la gente de mi más confianza, y están en España, y porque no puede decirme de que trabaja ¿Qué sentido tiene?

Terminé de hacer las maletas, solo faltaba irme a vivir a mi nueva casa y llamé a mis padres.

-          ¡hola cariño!- dijo mi madre.

-          ¡hola mama, te quiero!

-          ¿Cómo te va por Seattle, mi niña, mucha lluvia?

-          Bueno, el viernes sí que llovió, pero ayer y hoy solo nubes.- dije pensativa, y creo que notó mi voz triste.

-          Bueno, mejor, esto... Amanda ¿estás bien?, noto tu voz apagada, ¿ha pasado algo?-  lo sabía, me reprimí las ganas de llorar, pero quería contarle a mi madre lo que pasó, no lo de Dylan, pero si lo del episodio.

-          Mama – mi voz se rompió- me han vuelto las pesadillas y los episodios que me recrean una escena como si me volviera a pasar, ayer me vino uno, y no he podido dormir por las pesadillas, no sé qué hacer.  – mi madre no habló, sabía que estaba frunciendo el ceño, y eso le preocupaba, porque ella más que nadie sabía lo que me sucedía en los episodios.

-          Amanda, sabes que ahora estas a salvo, Siria está muy lejos de donde tu estas, has estado mucho tiempo sin hacer nada y eso hace que te comas la cabeza. Mañana empiezas a trabajar, tu vida es completamente diferente, tienes que empezar a tirar hacia delante y a superar todo lo que viste y pasaste.

-          Es muy fácil decirlo, tú no estabas allí.

-          Pero mi hija, sí, mi única hija, se fue y casi no vuelve.- empezó a llorar.- Creí que ya no volverías nunca más Amanda, y ahora estas en la otra punta del mundo. Sé que estas a salvo de toda esa gente, pero ese miedo no saldrá de mi cuerpo. No te he prohibido que vayas a cumplir tú sueño, porque te hará feliz, y sé que salvaras muchas vidas y eso te curara las heridas. Todo eso, lo que pasó, es agua pasada y tenemos que mirar hacia delante. Eres fuerte Amanda, la chica más fuerte que he conocido, y tú puedes superarlo y tener éxito en la vida.- tenía razón, mañana empezaría una nueva etapa. Me dio fuerzas para levantarme de la cama y querer comer algo para coger energías, ya que mañana tendría un día muy duro.

-          Gracias mama, no sé qué haría sin ti, si no estuvieras en mi vida. Te quiero y nunca más vas a tener que preocuparte tanto por mí. Te lo prometo.

Hablé con mi padre que me explicó cosas divertidas que le habían pasado y colgamos. Les prometí que mañana los llamaría cuando ya estuviese instalada y les dije la dirección para que me mandasen las cosas.

Me duché y me fui a un restaurante de veinticuatro horas a cenar. Estaba todo buenísimo, y me dirigí al motel para irme a dormir cuando el teléfono sonó conforme tenía un mensaje. Me fijé y era del mismo desconocido que el de antes de ayer, el que me envió mensajes.

Mensaje-      +Añadir contacto

-No creas que es tan fácil escapar de mi (enviado el 26 a las 11:39am)

-Soy yo de nuevo, Dylan Harris, siento como me fui ayer pero era importante y no podía decir que no podía ir. Quiero compensarte, ¿Te apetece si mañana vamos a comer juntos? (enviado hoy a las 20:11pm)

NI EN TUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora