Me quedé en su casa hasta muy tarde, hablamos de cosas de nuestro pasado, la vida, cosas en general.
Dylan Harris, tiene veintiséis años, es abogado en una prestigiosa empresa y ahora mismo tiene un juicio muy importante de alguien famoso, por la cual cosa no puede hablar y esa fue la razón por la que la pasada noche se fue a las once.
Eran las doce cuando decidí irme a mi casa, aunque él no estuvo para nada de acuerdo. Desde que me confesó todo, es diferente, no tiene tanta actitud de chulería, supongo que sabe que conmigo no va a funcionar.
Por una parte, la más racional de mi cerebro, sabe que tengo que alejarme de Dylan, no sé si puedo fiarme de él, pero la parte más irracional y emocional hace que el corazón me deje de latir cuando me toca, me pone la piel de gallina y en definitiva me vuelvo completamente loca si estoy a su lado. Además, Dylan dijo que quería ir despacio con el tema del sexo, pero y ¿si lo hago con él y luego se va?, eso me deja pensando sabiendo que él nunca lo haría.
Tenerlo en el bloque de enfrenta hace que me sienta cerca de él y eso me produce alivio. Como estaba tan cansada, puse las sabanas de la cama y me fui a dormir.
A las 5 de la mañana me volvió a sonar el despertador y me fui a trabajar. Me compré un bol de fruta para desayunar con un café. Hacía mucho frio y el sol ya estaba saliendo.
Una vez desayunada me dirigí a mis nuevos compañeros de trabajo que están charlando tranquilamente, me acerco hacia ellos y me saludan todos con una gran sonrisa.
- Bueno Amanda, ¿preparada para trabajar?- dijo Warren contagiándome su sonrisa.- Lista y preparada señor- todos se empiezan a reír, de repente suena nuestro busca y llaman a David.
- Accidente de coche en la I-5 expres por captor Hill. – dice él.
Nos subimos todos a la ambulancia y rápidamente nos dirigimos al lugar. Al llegar la policía ya había cortado el carril del accidente y estaba redirigiendo el tráfico.
Hay dos coches implicados, al lado de uno hay un hombre tendido en el suelo, me dirijo hacia él corriendo ya que los demás están atendiendo a las víctimas del otro coche.
Un hombre de piel morena, con cortes en la cara y por lo que parece un traumatismo craneal, compruebo la respiración y el pulso. Mierda no respira, tiene los ojos abiertos y las pupilar dilatadas, mala señal, hay mucha sangre por alrededor. Flora se acerca hacia mí, comprueba los signos vitales y me dice que no con la cabeza.
- Hora de la muerte 6:48 am, mierda, empezamos bien el día.Cubrimos al hombre fallecido con una tela de aluminio. En el otro coche hay tres chicos, uno bastante grave y los otros dos ilesos. El paciente se llama Jeiden Estrada, veintiocho años, trabajo desconocido, y sus amigos nos dicen que se iban a pasar el día a la montaña. En estos casos, los demás chicos se van con la policía al hospital. En ese mismo instante ha llegado el juez de turno para realizar el levantamiento del cadáver. No es muy agradable tener que notificar la muerte de la gente y ver al hombre ensangrentado y tendido en el suelo. Supongo que te vuelves cada vez más inmune a que te afecte la muerte.
Vamos a toda prisa al hospital, llegamos a urgencias y aparecen los doctores, Lucy empieza a cantar el cuadro clínico de Jeiden Estrada mientras se dirigen hacia dentro, el resto nos quedamos fuera, y vemos que los otros dos chicos llegan y se van directamente hacia dentro.
De pronto llega un coche negro deportivo y de dentro salen dos chicos corriendo, Simon, el amigo de Dylan, y Dylan, los dos me ven y se paran, están alterados y con la respiración acelerada.
- ¿Qué ha pasado?, ¿están bien?- me dice Dylan con una cara de terror absoluto. Le cogería y le abrazaría pero como estoy trabajando me dirijo hacía él profesionalmente.
- Yo no puedo decirte nada Dylan, te lo tienen que decir los médicos, pero ha habido un accidente de coche donde.....- me interrumpen bruscamente cuando los dos chicos que estaban en el coche, salen directos hacia ellos dos y se abrazan. Mi equipo y yo nos quedamos mirándoles.- Jeiden está herido, tiene un pulmón lleno de sangre y puede que tengan que operarle de urgencia. El otro tío la palmó, la cagamos- dijo el chico con el pelo rapado, tiene pinta de ser más grande que ellos, tiene el cuerpo en forma y lleva una camiseta negra con unos pantalones del mismo color oscuro y deportivas de marca. El otro chico está abrazando a Simon, es muy atractivo, tiene el pelo castaño con reflejos naturales rubios, barba incipiente y también musculado con una camiseta de azul marino, unos tejanos y unas botas de cuero, parecía un hombre de un rancho de Texas.
Les dejamos solos a los cuatro mientras preparamos otra vez el equipo, mientras Lucy me dice:
- Madre mía, ya me gustaría tener que ir a por más hombres tan guapos, míralos Amanda están como un tren, me entran ganas de hacerles el boca a boca durante horas.- nos reímos y me fijo en que Dylan viene hacia mí.
- Amanda, ¿te importa si luego quedamos? – dice él, mientras Lucy abre la boca de par en par, al descubrir que conozco a uno de ellos.
- Mmm... claro.
- Vale, perfecto, a las seis en mi casa.- sus ojos se desvían un momento y miran fijamente a David, él también le está mirando. Se pasan unos segundos mirándose y luego se saludan con la cabeza, de una forma muy extraña, como si se estuvieran hablando telepáticamente. Dylan baja la cabeza y se va corriendo con sus compañeros y entran hospital.
Miro fijamente a David y él empieza a hacer que no con la cabeza, se dirige hacia mí y me dice en la oreja.
- Ten cuidado, Dylan Harris no es quien tú crees que puede ser.—------------------------------------------
Se que he tardado un poco, pero la historia de Amanda y Dylan continua, es un capítulo un poco intenso en que el final David nos deja con la boca abierta.
¿ Dylan miente otra vez?
Dejad vuestra opinión de como evolucionará la historia.
BESOS
Marta Thompson
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NI EN TUS SUEÑOS
RomanceAmanda Larson, una joven de veintitrés años, lo deja todo en España para poder perseguir su sueño y empezar una nueva vida en Seattle como paramédica en el hospital de referencia de la ciudad. Pero no todo es perfecto, hacía poco que volvió...