Capítulo 15.

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Mi pregunta era, ¿cuál era la razón de tan extraño sueño? Realmente era algo que simplemente no podía responder, pero sabía que tenía que hacerlo, sabía que tenía que descubrir el significado de tan raro sueño. Había algunas cosas que no podía darles sentido, pero otras si, la que más me llegaba a la mente era el hecho de que en mi sueño había visto a la Señorita Elizabeth, lo cual me llevo a la conclusión de que debía volver a la escuela de ballet y buscar algo, sentía que ahí encontraría algo que estaba buscando, algo más allá del significado del sueño. Todo eso lo pensaba mientras estaba en la clase de matemáticas, pero rápidamente tuve que volver a la realidad ya que tenía que poner atención a la clase, porque si no luego no entiendo nada.

Decidí que después de la preparatoria iría a la escuela de ballet, pero ya que no estaba segura de que se encontrará en el mismo lugar que yo recordaba, tuve que verme en la forzosa decisión de preguntarle a Goreti sobre esta, ya que lo más seguro es que ella siga asistiendo a las clases o en su defecto sepa algo al respecto. Y ahí estaba, Goreti de espaldas platicando con sus amigos igual de huecos que ella, tal vez era algo innecesario pero tenía que hacerlo, así que le hable y le dije:

- Oye hueca. - Dije con un tono de seriedad.

- ¿A quien le dices hueca? - Dijo ella mientras volteaba rápidamente.

- A nadie, si volteaste es porque sabes que lo eres. - Dije yo algo sarcástica.

- Mira estúpida, tu no me vas a estar faltando al respeto, ¿qué demonios quieres gorda? - Dijo ella molesta.

- Tranquila, sólo quiero preguntarte algo, vengo con buenas intenciones. - Dije yo con un tono burlesco.

- Bien, dime que quieres. - Dijo ella algo tranquila.

- Necesito saber si sabes donde esta la escuela de ballet de la Señorita Elizabeth, ¿se encuentra en el mismo sitio o esta en otro lugar? - Dije yo.

- Mira, desde que te fuiste las cosas cambiaron un poco, sólo dure hasta la secundaria ahí, después la Señorita Elizabeth cambio de sitio la escuela, tengo la dirección. - Dijo ella muy con un tono fanfarrón.

- Bien, dime entonces donde esta. - Dije yo con un tono de emoción.

- Sólo te diré a cambio de algo. - Dijo ella con una sonrisa de malicia en la cara.

- ¿Qué es lo que quieres? - Dije yo algo molesta.

- Quiero que digas que eres una gorda estúpida y que soy mucho mejor que tu, si lo dices te daré la dirección. - Dijo ella mientras se reía.

- No voy a hacer eso, no te daré ese gusto. - Dije yo muy molesta.

- Entonces no tendrás la dirección. - Dijo ella con un tono muy burlesco.

- ¡Ahhh! Esta bien, Soy una gorda estúpida y tu eres mejor que yo. - Dije yo con un tono de inconformidad. - Ya lo dije, ¿feliz? -

- Algo, me hiciste reie bastante, bueno ten toma la dirección. - Dijo ella mientras se reía y me daba la dirección en un papel.

- Gracias, hueca. - Dije yo mientras me iba algo molesta pero a la vez feliz, ya que tenía lo que quería y ahora sólo era cuestión de ir al lugar y ver a la Señorita Elizabeth.

Le comenté a mis amigas lo que quería hacer, ellas se ofrecieron a acompañarme pero yo les dije que no era necesario, ya que sentía que era algo que tenía que hacer yo sola, era algo que sólo yo podía entender, al principio se mostraron insistentes, pero al final lo entendieron y estuvieron de acuerdo. Entonces comencé mi camino, el lugar no esta tan lejos, de hecho llegué algo pronto, me costó más trabajo encontrar la dirección que en si llegar, al principio no sabía bien por donde estaba el lugar, pero después de mucho buscar por fin di con la dirección y para suerte mía si era la verdadera. Tenía aún algo de dudas, ya que no me sentía del todo segura para entrar, realmente no creí llegar tan lejos, pero sabía que tenía que hacerlo era ahora o nunca, entonces me armé de valor y entre al lugar.

Lo primero que vi al entrar fue un montón de chicas en un salón bailando, todas eran bastante delgadas y muy lindas, su baile por otro lado no era tan increíble para mi aún les faltaba mucho por aprender. En seguida una señora se acercó a mi y me pregunto que si se me ofrecía algo, yo le dije que estaba buscando a la Señorita Elizabeth, ella me dijo que se encontraba en su estudio, que sólo tocará la puerta y ella me recibiría, yo le di las gracias y me dirigí al lugar que ella me había indicado. Toca la puerta como me había dicho la señora, mientras que al otro lado se escucho un voz muy familiar que me decía "pasa", entonces abrí la puerta y pasé a la habitación; y ahí estaba, la señorita Elizabeth, Dios estaba casi igual a como la recordaba, sólo que claro ya estaba un poco más grande y tenía algunas canas, pero de ahí en más estaba igual que hace casi 10 años. Ella me dijo que tomará asiento si quería, yo lo hice, ella me pregunto que en que podía ayudarme y entonces comenzó nuestra conversación.

- ¿Qué a caso no me recuerda? - Dije yo con un tono de sorpresa.

- Disculpame cariño pero realmente no. - Dijo la señorita Elizabeth con un tono formal.

- Soy yo señorita Elizabeth, de la clase de hace 10 años, solía ser una de sus alumnas, ¿En serio no me recuerda? - Dije yo insistiendo.

- Umm... espera, creo que empiezo a recordar. - Dijo ella mientras pensaba, entonces en ese momento me miró bien a la cara y sus ojos se abrieron de una manera sorpresiva, por lo visto ya me había reconocido.

- ¡Dios mío! No puedo creer que seas tu, linda mirate, ¿qué te ha pasado? Estas enor... bueno, ha pasado mucho tiempo, has crecido mucho, dime que ha sido de tu vida, que has hecho, Cuéntame todo cariño. - Dijo la señorita Elizabeth muy sorprendida pero a la vez emocionada. Entonces comencé a platicarle todo lo que había acontecido en mi vida desde aquella vez que me fui de su clase y nunca volví, a ella le pareció algo muy interesante y me dijo que me había extrañado mucho, que las cosas no eran las mismas sin mi, me pregunto si estaba interesada en volver a retomar las clases; a lo cual yo le respondí que realmente no, yo había terminado con eso desde hace tiempo y ahora me encontraba muy bien como estaba. Ella me pregunto si no me sentía algo mal con el hecho de que había subido mucho de peso, yo le respondí que al principio si pero después de un tiempo me acostumbre y me sentía feliz tal y como soy, ella pareció algo extrañada al principio pero al final lo entendió y me felicito por ello.

Después de todo eso, terminamos con nuestra charla y me despedí de la señorita Elizabeth, sin antes prometerle que volvería pronto para continuar hablando, entonces me fui de ahí con una sonrisa en la cara, me sentía tranquila ya que de cierta forma me sentía realizada con ello, como si por fin terminará ese pendiente que tenía con ella. Estaba lista para regresar a casa cuando de pronto vi pasar a un chico enfrente de mi, este tenía una cara muy familiar, pero no podía recordar muy bien donde lo había visto antes, el se me quedo viendo por un rato y al final sin más se fue, yo me quedé algo extrañada pero no le di mucha importancia ya que estaba más concentrada en lo que acababa de hacer.

Y así me fui muy contenta de la vida rumbo a mi casa lista para contarle a mi madre y mis amigas lo que había pasado, además claro de comer algo ya que tenua mucho hambre y no había comido nada desde ya un largo rato.

Una Chica Diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora