Al igual que como había hecho en ocasiones anteriores, volvió al bosque con la esperanza de volver a ver a aquella criatura que había empezado a aparecer hasta en sus sueños, pero una vez más, no lo encontró.
Los días pasaron y no había señales de aquel rizado, así que se limitó a tratar de olvidar su existencia y concentrarse en los apuntes de química que el profesor Morrison explicaba, a fin de cuentas, era su último año, sólo faltaban pocas horas que aguantar y no volvería a ver esas tediosas fórmulas.
–Tomlinson, veo que ha decidido mostrar interés el día de hoy, eso me agrada. Es más, pase adelante y resuelva para sus compañeros el primer ejercicio del libro.
No gastaría energías discutiendo, de todas maneras, si no lo hacía en la pizarra, igual tendría que hacerlo en su cuaderno.
Pudo hacer la mayoría del problema hasta que llegó a lo que supuso eran los últimos dos procedimientos. No sabía cómo continuar.
Permaneció unos segundos analizando lo escrito y en eso, una mano empezó a terminar el problema frente a él.
–Es fácil, mira. Buscas la opción que quieres averiguar y luego los otros dos valores los desplazas al otro lado del igual cambiando su función. Cuando ya lo tienes hecho, lo elevas al cuadrado y ahí tendrás la respuesta.
El ojiazul volvió a ver a quien le daba las indicaciones y cuando sus ojos se toparon con los orbes del otro, sintió que sus piernas no serían capaces de sostenerlo. Era él, era el lobo, era el chico de los ojos amarillos, sólo que ahora que lo tenía en frente, notó que sus ojos eran verdes. Tan verdes como la menta, pero tan cálidos como el pasto en el verano.
–¿Crees que puedas hacerlo?
Louis simplemente asintió e hizo lo que el chico que llevaba días buscando le indicó, logrando escribir una respuesta final.
–Mmm. ¿36?
–Exacto. –Y le sonrió.
–Muy bien, señor Tomlinson. ¿Se da cuenta de que todo es cuestión de poner atención? – Dijo el profesor desde el fondo del salón. – Clase, el joven que ven ahí al frente junto a Louis, es Harry. Harry Styles y de aquí a que finalice el año, mi asistente en esta clase. El joven Styles es estudiante de química en la universidad de la ciudad así que parte de su práctica profesional la hará en esta institución.
¿De aquí a que finalice el año? Louis no podía creer lo que acaba de escuchar, llevaba semanas buscando encontrar a aquel chico y justo cuando menos lo espera, aparece ahí, en su salón de clases, ayudándolo a resolver un estúpido ejercicio numérico.
–Señor Tomlinson, por favor regrese a su lugar. – Y así lo hizo, observando desde lejos y durante todo lo que restó de la clase, al chico de la piel tan blanca como la porcelana y ojos tan verdes como la esmeralda. Louis estaba maravillado ante la presencia de Harry.
Horas más tarde, acostado en su cama y mirando al techo, aun tratando de procesar la idea de que aquel chico era real y estaría cerca suyo hasta que finalizara el año escolar, recibió un mensaje en su celular.
"De: Niall Horan.
Oye, Tommo, ¿qué te sucedió hoy en la clase de Morrison? Parecía como si cuando el chico te ayudó, hubieras visto un fantasma."
"Para: Niall Horan.
–"Pues no todos los días llega alguien ayudarte de la nada a resolver un ejercicio que no tienes idea de cómo resolver justo en el momento en el que crees que el profesor te va a regañar."
–"Si eso dices..."
–"¿A qué te refieres con eso?"
–"Pues que yo me inclino más por la teoría de que te gustó el rizado ese."
–"No inventes."
–"A Louis le gustan los mayores... A Louis le gustan los mayores."
–"Cállate, Horan."
–"No lo negaste, entonces es cierto."
– "Niall, basta."
–"Lo sabía, te conozco lo suficiente para haberme dado cuenta de que casi te ahogabas mientras veías sus ojos. No te preocupes, si el chico no te hace caso, prometo conseguirte un viejo cincuentón con mucho dinero, un ¿cómo es que se dice? ¿Sugar daddy? Sí, eso, ya sabes porque te gustan los mayores."
–"Eres asqueroso, rubia. A veces me cuestiono por qué eres mi mejor amigo."
–"Porque me amas..."
–"Vete a dormir."
–"Espera, ¿me pasas los apuntes de biología?"
–"Normalmente lo haría, pero por jugar de chistoso, que te den. Pídeselos a Bárbara."
–"Bárbara. <3 <3 <3"
–"Adiós, Horan."
–"Adiós, Lou. Sueña con el Styles ese."
Como si ya no lo vinera haciendo desde hace meses. – Pensó Louis.
Hipnótico sería el efecto para quien hubiese visto el hechizo viviente en los ojos de la bestia, la trampa perfecta que lo llevaría a su perdición tal como el llanto de la sirena embriaga al marinero hasta ahogarlo. Sería imposible no sumergirse en el brillo que estos reflejaban, no habría manera de olvidarse de ellos, loco se volvería el que quisiera volver a encontrarlos y débil el que hubiese dejado que otro los contemplara. ¡Oh bella perdición! ¿Qué esperas para proceder a atacar?
Fin del Capítulo 2.
¡Hola!
Me alegra mucho que les haya gustado el primer capítulo, siempre sonrío al ver sus comentarios chistosos y de motivación respecto a mi escritura, ¡gracias!
Espero que este capítulo también haya sido de su agrado y me sigan acompañando en lo que es esta historia. No me enojo si deciden compartir el link en sus redes sociales o recomendar la historia a conocidos XD entre más personas lean el relato, mejor. ¿No? Me gusta compartir mis ideas con ustedes.
De nuevo, cuando lleguemos a los 10 comentarios y 15 votos subo el siguiente capítulo. ¿Les parece?
Un abrazo.
-Mari. x
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Turning. (L.S) || En progreso ||
FanfictionControlado por una maldición centenaria, perdido ante el hechizo natural de aquellos ojos azules. Publicado: 27 de octubre