Dicen que los trenes sólo pasan
una vez, que no tenemos segundas oportunidades.
Cansada de preguntarme, cuál de todos los trenes que pasan por esta estación será el adecuado; Rompo el billete, a pesar de no tener seguro ni una copia de 'por si acaso'.
Veo como la gente llega.
Baja, sube y se va.
Risas, abrazos de alegría, besos de nostalgia, llantos de ansiedad.
Y yo allí, de pie.
Simulando que lo tengo todo controlado, mientras dan el aviso del último tren.
No puedo subir.
No es el mío y tampoco tengo billete.
Entonces recuerdo que
hay otras estaciones con más trenes y diferentes horarios de salida.
Pese a que odio los transbordos aquí estoy,
de una estación a otra;
fingiendo ser amiga del reloj, para no llegar tarde a tu hora.
Pero siempre me pierdo.
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Suspiros por el insomnio
Short StoryTe invito a un viaje en primera fila al centro del alma en forma de prosa poética. Escribo todo lo que se me pasa por la cabeza, no todo es bonito, abróchate las emociones.
