Capítulo 64: ...And Freedom for all

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Luego de la hecatombe policial, pasaron unos pocos segundos de total, absoluto y absurdo silencio. Por unos terribles segundos, nada se oyó en las profundidades del bar antes festivo y ahora desierto. Solo el rechinar de una puerta al cerrarse y el silbido del viento en el Sunset Strip, que ahora parecía haberse vuelto súbitamente melancólico. Nada para ocultar el problema. Ningún sonido tranquilizador reconfortaba el espíritu de los escasos sobrevivientes al insano allanamiento policial.

Mientras afuera resonaba el mutismo de una forma casi inquietante, Saul y yo permanecíamos juntos en ese pequeño rincón del local que nos había protegido de ser detenidos. Ahora, más calmada y concentrada que en minutos anteriores, pude identificar el lugar como una barra de bebidas en desuso. Al mirar a mí alrededor noté el mostrador de madera escasamente lustrada, los asientos viejos con cojines gastados de terciopelo viejo, las hileras de bebidas alcohólicas cubiertas de polvo y telas de arañas, junto con una cortina de tela rasgada que sin duda había evitado que nos detectaran. Sin embargo, poco me importaba el inusual entorno en ese momento. Por un lado, mi angustia era muy notoria debido a la reciente situación límite. Había estado a punto de ser detenida, y si no hubiera sido por Saul seguramente habría terminado como Hope. Además, estaba preocupada por la rubia. Puede ser que ella nunca hubiera demostrado ni una pizca de afecto o amistad hacia mí, y que la mayor parte de sus acciones de beneficencia hacia mí (tales como salvarme de la policía en mis primeros días y llevarme en motocicleta a San Francisco para ver a Metallica) respondían a un frívolo interés y al deseo de que yo le retribuyera esos favores con dinero. Su deseo de conseguir un beneficio económico con mi presencia había llegado a un punto tan obsceno, que me había impedido marcharme de Los Ángeles al menos hasta que "pagara todo lo que le debía". Sin embargo y a pesar de saber este hecho desde hace ya bastante tiempo, no pude evitar desarrollar una clase de extraño afecto hacia la rubia. Desconocía si se trataba del clásico Síndrome de Estocolmo o alguna otra enfermedad de ese estilo, pero tenía la certeza de que Hope me importaba. Quizá solo de una manera superficial, pero deseaba verla bien y, por qué no, feliz y de buen ánimo. Sentía que de alguna manera tenía que retribuir todos los cuidados y ayudas monetarias que ella me había dado a lo largo de estos (casi) dos años. De no ser por Hope, seguramente ahora mismo estaría en el orfanato de Blue River. Y por esta razón no podía evitar sentir respeto hacia ella, y me preocupaba su estado actual.

Recordé las últimas palabras del que parecía ser el oficial de policías: "Sarah King Montiel, quedas arrestada..." e inmediatamente mi pecho se estrujó. Hope estaba detenida. No sabía qué podría haber pasado, teniendo en cuenta que la rubia siempre se había codeado con actividades ilegales sin obtener ningún tipo de castigo. Pero ahora las cosas habían cambiado y parecía que el destino de una de las mayores figuras del Sunset Strip se oscurecía lentamente. Súbitamente afectada por estos pensamientos, intenté salir del escondite. Sin embargo, unos cálidos brazos aferrando mi cintura me lo impidieron. Me volteé y mis mejillas se enrojecieron al ver esos brillantes ojos pardos, que me observaban con un destello de preocupación y quizá angustia. Por unos momentos no pude moverme. Me limité a observar sus hermosos orbes que ahora resplandecían con temor. Finalmente logré romper el trance e intenté soltarme de su fuerte agarre. No lo conseguí. Volví a sacudirme, acompañando el movimiento con un leve tirón hacia sus brazos para lograr desligarme. Volví a fallar y lo miré, notablemente confundida.

-Saul... ¿Qué haces? Suéltame...Quiero ver si Hope está bien...

No fue necesario indagar más en su mirada: Esta era completamente transparente. Traslucía un miedo inexplicable, una ansiedad inextinguible. Era obvio por qué: Saul temía que algún policía intentara apresarme al salir de mi escondite. Y no tuve que suponer mucho tiempo más, porque poco después de mi extrañada pregunta él me acercó aún más a su cuerpo tembloroso, hundió su cara en mi cuello y pronunció una serie de palabras que despejaron las dudas.

War in the Jungle (GUNS N'ROSES) #HairRock #GNRAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora