Por ti.

Capítulo VIII

Elena esta inconsciente recostada en el suelo frío de lo que parecía una casa abandonada muy antigua casi desvencijada.
Lo último que recuerda es que entro al auto después de comprar un obsequio para Siwon ya que ese día cumplían cien días de haber comenzado a salir, pero su chofer ya no era el mismo y en cuanto ella entro en el auto otro hombre entro también y la había golpeado tan fuerte que la hizo perder el sentido.
Estaba maniatada de pies y manos y en la boca tenia cinta adhesiva y una mordaza.

Elena comenzó a llorar, estaba muerta de miedo, quería gritar pero no podía hacerlo, no sabia donde estaba o que era ese lugar o la razón por la que alguien le hubiese hecho algo así.

En su mente solo estaba Siwon y su abuela. Debían estar preocupados por ella.

En eso un hombre entro en la habitación sin ventanas en la que estaba.
-¡Ya despertó jefe!
Grito el torvo sujeto sosteniendo la puerta. Y un hombre joven apareció enseguida. Elena comenzó a llorar y tratar de hablar pero solo salían unos gemidos sin sentido.

-Ponganla en la silla -dijo el joven de mirada dura.
Cuando los hombres le pusieron las manos encina Elena trató de pelear pero el hombre tosco volvió a abofetearla.
-¿Que estas haciendo imbécil? -grito el hombre joven al sujeto que la había golpeado.- ¿Estas bien?- le preguntó.- ¡¡MALDITO IDIOTA VETE!!!.- Le ordeno al sujeto al comprobar que le había reventado el labio.

El joven le quitó la mordaza.
Elena no conocía al muchacho de figura espigada que estaba frente a ella.
-¿Por que me hacen esto?- pregunto con miedo.- ¿Que daño les he hecho para que me hagan esto?- preguntó de nuevo al borde del llanto.
-Tu no querida. Pero Choi Siwon si.- le dijo mientras sacaba un pañuelo con la intención de limpiar la sangre de su labio. Ella movió la cabeza aun lado con brusquedad.- Vaya. Eres tan orgullosa como él. Bien, pues Choi Siwon tiene que experimentar por una vez en su vida lo que se siente que le causen a uno dolor y no dolor físico sino emocional. Tiene que aprender a tratar a las personas como seres humanos.

Elena levantó la mirada hacia el joven.
-¿De que está hablando? No entiendo nada de lo que dice...
-Él provocó la muerte de mi padre...- el chico aspiro una bocanada de aire- por culpa de Choi Siwon mi padre se suicido.

Las palabras del muchacho dejaron a Elena helada.
-Eso no es verdad... Él no es capaz de algo así.- le dijo horrorizada.
-Por supuesto que es capaz. ¿Como crees que ha hecho su fortuna? ¿Siendo caritativo? ¿Siendo compasivo? Él no tiene ni una pizca de humanidad cuando de dinero se trata. No le importa pisar a quien sea para obtener lo que desea.

Elena lo escuchaba sin poder dar crédito a lo que oía. El Choi Siwon que ella conocía no era esa clase de persona.

-Choi Siwon fue sobre la empresa de mi padre, la llevó a la banca rota, para adquirirla a bajo costo, después la fraccionó y por ultimo la desapareció. ¿y sabes lo que es peor? Que yo fui a rogarle que no hiciera eso.- lágrimas de odio y rencor brotaron de los ojos del joven.- Mi padre no pudo soportar ver que la empresa en la que trabajo toda su vida había desaparecido y ver a su familia hundida en la miseria y la deshonra. Es por eso que tú estas aquí.

Siwon se encontraba en la oficina del jefe de seguridad pública policial, cuando recibió la llamada de Yesung.
-Encontramos al chofer Siwon y nos ha dado una pista de quien pudo haberla secuestrado y hemos encontrado el automóvil.

Eso eran buenas noticias. Siwon ordeno que llevaran al chofer a la estación de policía. Sin duda alguna la información que le diera seria valiosa.

Elena no sabia cuanto tiempo había transcurrido. Apenas comía lo necesario o solo tomaba agua. Escuchaba a los hombres afuera, alcoholizados, drogados diciendo lo hartos que estaban ya de tener que cuidarla otro de ellos dijo que lo mejor sería meterle una bala entre ceja y ceja. Pero que la "jefa" aun no decidía que hacer con ella.
El cuerpo de Elena temblaba debido al miedo, a la debilidad, al hambre, ya ni sabía.

Siwon estuvo presente en todas las investigaciones y pesquisas. En el automóvil no encontraron las pertenencias de Elena. Si tan solo pudieran encontrar el móvil. Eso era! El móvil!

Siwon hizo que rastrearan el móvil de Elena y lo encontraron en un lote baldío de un área marginada de Seul.
Elena debía estar muy cerca.

Esa tarde Elena pudo escuchar la voz de una mujer.
-Siwon se esta acercando cada vez más.

Elena conocía esa voz.

-¿Debemos deshacernos de ella?-dijo el joven.
-No lo se Xing esto ha ido demasiado lejos.- contestó la mujer.- Tal ve sólo debemos liberarla a las afueras. Deja que tus hombres se diviertan con ella y después liberala. Con esto escarmentara y no volverá a poner los ojos tan alto y quedarse donde le corresponde.

Elena escuchó los pasos de la mujer alejarse. Elena hubiese preferido que la mataran.

Los hombres no se acercaron a ella. Pero el alcohol corría a mares, el olor del cigarro era insoportable. Elena no soportaba mas se sentía desfallecer.

Antes de perder el sentido escuchó una conmoción. Gritos. Disparos. Le pareció ver la alta y fuerte figura de Siwon en la puerta y sonrió, tal vez estaba muriendo y él era el ángel que la recibiría en el paraíso.
-¡Elena! ¡Elena! ¿me escuchas? ¡Mi amor por favor! Quedate conmigo... No podré seguir sin ti. ¡Elena! ¡Por Dios respóndeme!

Siwon la sostenía en brazos, histérico, al borde de la locura.
Los paramédicos llegaron y se la arrancaron de los brazos. Aunque le dijeron que solo había perdido el sentido debido al agotamiento y la debilidad Siwon no lo creyó. No lo creería hasta que ella volviera a sonreírle como siempre lo hacia por las mañanas.

-Señor usted necesita atención también. Venga.
-Estoy bien.- contestó desoyendo al médico. Fue hasta que quiso seguir a los camilleros que se llevaban a Elena que sintió dolor en su costado. Una de las balas lo había alcanzado.

Tiempo presente...

Elena se acerco a Siwon y le paso un brazo alrededor de la cintura cuando se dio cuenta que el se hundió en los recuerdos. Elena tenía los ojos humedecidos al también recordar lo que había pasado. Siwon le rodeo los hombros con el brazo.
-Después de estos hechos lamentables. Por fin tenemos una buena noticia que darles antes de nuestra partida.