Capitulo XI

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Esa mañana despertó sola en la enorme cama, se incorporó un poco para mirar hacia la alberca en la que Siwon acostumbraba nadar desde que llegaron allí, pero tampoco pudo verlo. Se levantó enfundandose en la fina bata de satén blanco que él le había regalado. 

Salió al balcón pensando que tal vez hubiese ido a caminar por la playa. Estaba apunto de asomarse cuando el alto cuerpo de Siwon, ataviado con una camisa blanca y pantalones cortos apareció por la escalera que llevaba a la playa hablando por el móvil, dando indicaciones. En cuanto la vio le dedicó una amplia sonrisa se apresurandose a terminar la conversación. Al hacerlo se acercó a ella abrazándola por la cintura y besándola con pura pasión.

Los delgados y suaves labios de Siwon buscaron los suyos con hambre, como si la noche anterior no hubiese sido suficiente, la levantó en brazos, acostandola en la cama, desató el cordón de la bata y descubrió su cuerpo desnudo, besando con delicadeza sus pezones, primero uno y luego el otro, para después besar su abdomen y luego con la punta de su lengua tocar su feminidad haciendo que su caderas se elevarán de manera instintiva, él coloco cada pierna sobre sus hombros mientras se deleitaba con la caricia y con las reacciones que provocaba en su cuerpo cuando la llevo al orgasmo, pero no contento con eso, se quito la ropa mientras ella contemplaba como hipnotizada su masculinidad, extendiendo las manos para atraerlo hacia sí. Siwon se colocó entre sus piernas mientras Elena tomaba con la mano su miembro viril mostrándole el camino que con un gemido ahogado entro en la calidez de su cuerpo acompañado del  ronco y gutural sonido que salio de la garganta de Siwon. Después, todo fue un vaivén de movimiento, fuerte, rudo, incontrolable, lo único que Elena podía hacer era sentir, sentir y disfrutar del roce de los finos dedos de Siwon sobre su cuerpo, de sus besos sobre ella que caían como una lluvia suave en un dia soleado.

Siwon no la dejo quedarse un poco mas en la cama. Elena estaba inundada por el sopor que le había dejado el multiorgasmo que él le provocará y ahora sin piedad quería hacerla salir de la cama.

-Vamos querida... arriba -Siwon la jalaba por los pies desde el otro lado de la cama.

-n-no -dijo amodorrada mientras él seguía halandola. Siwon tiro con fuerza y en menos de un segundo ya estaba sentada al pie de la cama.- ¿Por que eres tan malo?

A Siwon le parecía irresistible la imagen que ella daba, sentada sobre la cama con los pies colgando en un extremo, la bata mostraba sus muslos y parte de su pecho desnudos, con la boca abierta bostezando, con su mano tallaba su ojos derecho y su melena revuelta. Le dieron ganas de poseerla de nuevo. La tomo en vilo sobre su hombro, mientras Elena soltaba un pequeño grito de sorpresa.

-¿A donde me llevas? ¡bájame! -Siwon la llevo al baño, estaba decidido a salir antes de que anocheciera.

Siwon abrió las llaves de la regadera y comprobó que estuviese tibia, mientras Elena recargada contra la puerta acristalada del baño miraba con picardía cada uno de sus movimientos sonriendole.

-¿Te quedaras allí observándome? -Siwon regresó a mirarla  enmarcando una de sus negras cejas.

En respuesta Elena acorto la distancia que la separaba de él rodeándole el cuello con los brazos besándolo. Y Siwon volvió a hacerla estremecer.

Ahora Siwon conducía el auto deportivo descapotable. El cabello de ambos estaba revuelto por el viento.
-¿Donde iremos? -preguntó Elena acercándose a su oído.
-Quiero comprarte algunas cosas que te harán falta.- contesto Siwon con la mas radiante de sus sonrisas.
-P-pero... Yo no necesitó nada cariño.
-Yo creo que si.

Ahora estaban en Rodeo Drive una zona que estaba llena de tiendas de ropa de las mejores marcas, también había tiendas de zapatos de diseñador, joyería y accesorios. A Elena no sabia mucho de eso pero reconocía las marcas por que muchos de sus anteriores jefes las usaban incluyendo a Siwon.

Siwon detuvo el auto frente a una gran tienda.
-Aquí es hermosa, permiteme.
Siwon rodeo el auto para abrirle la puerta y ayudarla a bajar dándole la mano.

La tienda resultó ser de un amigo suyo quien los atendió personalmente.
-¿Así que es ella? -dijo este tomándole la mano entre las suyas y mirando a Siwon.
-Si, es ella- contestó sonriendo con orgullo.
-Vaya eres muy hermosa querida y tenía mucha curiosidad en conocerte.- el hombre tomó a Elena por los hombros y se dirigió con ella hacia el interior de la tienda en donde tenía una especie de pasarela ilumina con pequeños focos a todo lo largo. Mientras era llevada arrastras hacia el fondo, Siwon se quedó rezagado y lo observó sentarse en uno de los sillones de piel frente a la pasarela.- Me moría de ganas por conocer a la mujer que había hecho sentar cabeza a ese pendenciero.
Siwon ya no podía escucharlos porque habían entrado a un camerino en donde habían dispuestos varios vestidos de corte majestuoso y también un par de estilistas. Siwon la había llevado allí para que la arreglaran para alguna clase de fiesta.

Los estilistas la peinaron y maquillaron, luego de eso se probo el primer vestido, negro de satín que le acentuaba el pecho y la cintura, la amplia y larga falda cortada en A la hacia ver mas alta. No reconoció su propia imagen en el espejo, era como si viera a una extraña con sus mismos rasgos. Al final la hicieron caminar por la pasarela que vio al entrar, cuando abrieron la cortina de terciopelo de color rojo pudo ver a Siwon que atendía una llamada en el móvil.

Cuando el se giro para verla, el aire... el aire escapó de sus pulmones, por un segundo se olvidó de respirar, todo en ella era aún más hermoso. 

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