Capítulo 31. "Ruptura"

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-¡Lia, Lola, pongan la mesa!- nos gritó nuestra madre desde la cocina

Nos levantamos de mala gana del sofá y fuimos, arrastrando los pies, hasta el pateo trasero.

Justo cuando pusimos el último vaso, mi madre y Liam llegaron con la comida. Comimos charlando y riendo. Algo no muy común.

-¿Y Elliot? No lo vi desde la mañana.- informo Lola. Arruinado mi paz.

-Se fue a la casa de un amigo.- dijo Liam, mirándome de reojo

-Bien, ¿Quién quiere postre?- sonrió mi madre levantándose

Comenzó a recoger los platos, mientras Lola y Liam hablaban de negocios, él la aconsejaba bastante bien. Pero a mi me aburría sus charlas.

-Oh no, deja eso amor.- dijo mi madre quitándome los vasos que traía.- Ve afuera con Lola y disfruta del día.

-Pero mamá, están hablando de cosas aburridas...- murmuré como niña

-Ooww, ven aquí.- extendió sus brazos y yo me deje envolver en ellos.-Bien, ayudame a servir el helado en esos vasos.- me señalo las copas de helado

***

-Espero verte pronto.- le susurré a mi hermana, abrazándola.

-Y así será.- escuche su risa en mi oído.

-Ten un buen viaje hija.- le dijo mi madre despidiéndola

-Gracias mamá. ¡Los veo en unas semanas!- grito corriendo hacia el auto de Liam, quien la llevaría al aeropuerto.

Mientras mirábamos el auto alejarse, pudimos observar que otro auto se acercaba. Reconocí al chico que estaba en el copiloto y suspire.

-Creó que ya es hora de reunirte con tus amigos, ¿Verdad?- susurro mi madre antes de cerrar la puerta

-Si, me iré por la puerta de atrás.- dije tomando mi cartera

-No es necesario hija. No tienen porque...

-Lo se mamá. Y no lo hago por eso. Sólo quiero tomar ese camino, me gusta caminar.- le sonreí y bese su frente.- Te veré pronto.- la abrace y me encamine a la cocina

Al abrir la puerta pude escuchar la voz de mi hermanastro saludando a mi madre.

Toda la familia sabia lo que paso en aquella fraternidad. Lo supieron por mí. Ya que Elliot estaba lo suficientemente drogado como para acordarse de algo.
Mi madre le tomó mucho tiempo poder perdonarlo, hasta tuvo muchas discusiones con Liam por ese motivo.

Y sin darme cuenta, ya estaba en el lugar al que quería llegar.

Al ingresar al enorme jardín sonreí. Me senté en frente de la laguna y observe a mis alrededores. Jamás había prestado atención a que estaba rodeada de rocas de diferentes colores y tamaños, y el hecho que había un roca muy grande en frente mio, del otro lado de la laguna, que estaba rodeada de flores y plantas. Me levante y camine a la roca, mire a las flores bien cuidadas, que tapaban la mayor parte de la gigantesca roca.

-¡Lia!- escuche a mi madre, acercándose

-Mamá, ¿Qué ocurre?- pregunte al verla un poco agitada

-Olvidaste tu celular.

Se acerco y me extendió el móvil.

-Oh, cielo. ¡Gracias!

-De nada.- me sonrió y miro el lugar con algo de asombro.- Jamás había entrado aquí... Oí sobre él pero nunca me atreví a venir. Creo que es porque me dio mucha tristeza su historia...

Lo Prometo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora