Capítulo 13

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Rei que estaba dominada por la mirada de pasión y deseo que su novio le había dado, accedió a irse con él. Ella iba a subir al auto con él cuando la llamo Haruka. Dijo que todos irían a ver a Serena al hotel con Darien, que aunque Darien no quería, necesitaban saber más sobre lo que le pasaba a Serena y de los recientes ataques que habían recibido.

—entiendo Haruka, si, si, lo sé. En un momento nos vemos, si ya me ataco a mí también. Paso hace poco, hirió mucho a Nicolás. No, no te preocupes el está bien. Si me descubrió. Se lo pregunte pero no me dijo nada, tienes razón definitivamente caos está detrás de todo esto. Ok, en un rato nos vemos.

—¿Qué paso mi amor?

—antes que nada, déjame curarte esas heridas. Ven—dijo tomándole la mano—entremos y te cuento todo ¿imagino que quieres saber?

—sí pero primero, quítate ese traje. Me pone muy nervioso.

—ay Nicolás—dijo riendo—está bien pero ven.

Ella se quito su transformación y tomándolo de la mano, lo llevo al templo para curarlo. Mientras ella curaba sus heridas, Selena estaba llegando al hotel para encontrarse con Seiya. Aunque era un sentimiento raro en ella y que nunca había sentido, estaba ansiosa y nerviosa por verlo. Pues aunque él no lo sabía, el había sido el único.

—hola nene ¿me extrañaste?

—¡hola bombon!—dijo el muy feliz y halándola a la habitación—si, no sabes cuánto. Me encantas Serena.

ay esa estúpida de Serena, ojala no me llamaras así nene—pensó ella—yo a ti también, me moría por verte. ¿Ansioso?

—mucho nena, mucho.

El cerró la puerta de la habitación y olvidando poner el seguro, la llevo a la cama. Selena en verdad le gustaba Seiya, le gustaba y le gustaba muchísimo. Fue por eso que tomando la iniciativa, lo desnudo y haciéndose de rodillas ante él lo tomo en una mano y empezó a jugar. Con la punta de su lengua, lamia con delicadeza y lentitud la punta del miembro erecto y grande. Ahí torturándolo por unos cuantos minutos, de pronto lo introdujo todo en su boca ante las suplicas de él. Lo succiono y lo hizo muy bien, suave al inicio y rápido al final. Excitado y enloquecido por su buena succión, la halo por el cabello y obligándola a que lo mirara le dijo asombrado:

—tú no eres Serena pero ¿sabes algo? Esta nueva tú me encanta. Es más, me gusta mucho, mucho más que la que eras antes. Me encantas nena.

—oh Seiya—dijo mientras él la cargaba y la ponía en la cama—cógeme, cógeme de una vez.

Acostada y desnuda sobre esa gran cama, el se hizo frente a ella y olio el delicado perfume de su pelo negro sobre sus senos. Lo separo, penetrándola y succionando su seno, la escucho gemir en su oído alegremente. Con cada suave embestida que él le daba, ella gritaba de placer. El estuvo sobre ella hasta que la llevo al orgasmo, el iba a salir de ella y escucho que ella le dijo:

—no, de nuevo. Hazlo de nuevo, me encanta nene.

—está bien pero, ponte en cuatro—dijo levantándola—ummm que lindo—dijo besando una de sus nalgas y acariciando sus piernas.

Pronto volvió a introducirse en ella, aunque había sido difícil para él, no se había venido. Estaba disfrutándola mucho y no quería que su encuentro acabara tan pronto. Por alguna razón que Seiya no entendía, se sentía extraordinariamente bien con ella. Sentía como si la estuviera conociendo por primera vez, mientras él la penetraba y se movía con habilidad tras ella, ella le decía lo mucho que le gustaba y disfrutaba. Pasados veinte minutos de caricias y embestidas intensas, ella le dijo con el rostro muy rojo y el cabello negro totalmente desordenado:

Lo que fue antes de ser Tokio de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora