✨ 07

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🐻💖🐧

🌠 Antes

Cuando KyungSoo entró por la puerta de la pequeña casa de JongIn, lo que menos esperaba era un recibimiento como aquel. En la pequeña sala que consistía en un par de sillones pequeños, se ponía de pie la madre de JongIn.

La Sra. Kim se levantó precipitadamente y extendió los brazos para recibirlo en un cálido abrazo, dejando que sus ojos oscuros se iluminaran de ilusión tan solo de verlo. KyungSoo le correspondió el gesto y posteriormente hizo una ligera reverencia. Las mejillas se le colorearon de rojo y la lengua se le trabó porque repentinamente se había quedado sin algo elocuente para decir.

ㅡ ¡Al fin te conozco, mi niño! ㅡ Exclamó YooNa mientras palmeaba los hombros de KyungSoo con suavidad y se hacía a un lado para que el muchacho se sentara en el reducido espacio que restaba en el sillón de dos plazas.

ㅡ Buenas noches, señora.

ㅡ ¿Señora? ¡Ah no! Puedes decirme mamá ㅡ la voz de YooNa salió dulce y KyungSoo no pudo hacer más que sonreír.

Por su parte JongIn los observaba con el corazón acelerado, porque las dos personas más importantes de su vida al fin se conocían, quizá no en las mejores condiciones ni como a él le hubiese gustado, pero en definitiva estaba maravillado de verlos ahí en su sala. JongIn se percató de que KyungSoo estaba nervioso, el movimiento de sus manos y sus dedos se lo había dejado bien en claro, y solo podía esbozar una sonrisa diminuta porque después de todo, su madre no era nada comparado con el padre de KyungSoo.

JongIn había acompañado a KyungSoo una noche hasta su casa, después de abrazarse toda la tarde sobre su cama y besarse hasta el cansancio, acariciándole el estómago pese a las protestas del mayor que a cada rato le decía que no había nada que acariciar aún. Pero JongIn siempre le besaba el vientre como si el pequeño bebé estuviese a punto de salir a saludarlo.

En esa fatídica noche, el padre de KyungSoo los recibió y por supuesto que echó a JongIn de su casa, literalmente; porque había llamado a uno de sus fieles sirvientes para que por favor lo escoltaran a la salida, con el gesto más frío que JongIn hubiese visto antes en una persona. La mirada de pánico en los ojos de su novio era superior a la pena que lo abrumaba; fue entonces que JongIn lo supo, que KyungSoo tenía que salir de aquella casa lo más rápido posible, no estaba a salvo con el Sr. Do. Ni él ni su pequeño lo estaban.

ㅡ ¿Ma-má?

ㅡ Ya vamos progresando...

YooNa palmeó la rodilla de KyungSoo un par de veces y después se levantó para dirigirse a la cocina, que quedaba a un par de pasos, atravesando una pequeña puerta y un diminuto pasillo.

KyungSoo se permitió suspirar y respirar profundamente cuando su suegra salió de su vista y se giró en automático, con una mueca demasiado evidente de preocupación en el rostro hacia JongIn, quien estaba sentado en el otro sillón, el más pequeño.

El moreno asintió solemne y levantó ambos pulgares al cielo para indicarle al mayor que se relajara, que todo iba muy bien.

Pero KyungSoo estaba queriéndose morir de los nervios y la vergüenza que sentía. JongIn le había comentado esa misma tarde, que había hablado con su madre muy largo y tendido, que le había explicado las cosas como estaban actualmente y que ella se había emocionado con la idea de ser abuela.

Saber que era la primera vez que conocía a su suegra y que ésta ya sabía que estaba esperando, lo hacía enrojecer.

YooNa regresó con una pequeña charola de madera en la que traía tres tazas de café caliente, y le ofreció una a KyungSoo que la recibió amablemente, seguido de JongIn quien se aproximó apresurado para recoger su taza.

Volviendo a ti ❀ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora