Prólogo

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Charles se encontraba moviendo sus pies con la mirada cabizbaja manteniendo sus brazos en los respaldos de la silla.

No tenía más de dos horas que esperaba su turno para pasar y ser entrevistado por el dueño de aquella casa de "Residentes mentales". Como cariñosamente los llamaban en el anuncio que visualizó en la entrada de la Universidad.

Charles suspiró pesadamente.

El castaño observó que se encontraban varios compañeros de la universidad, y gente que no lograba reconocer, quienes se estaban postulando para el puesto.

Se estaba arrepintiendo de haber ido, ya que muchas de esas personas parecían más capacitadas. A pesar de que Hank McCoy, el dueño de la residencia, comentó en el anuncio que le bastaba alguien paciente y comprensivo. Observó que muchos de esos compañeros estaban aprovechando la oportunidad para entender mejor a estas personas, porque se asemejaban con sus carreras de psicología o psiquiatría.

Charles se levantó de su silla dispuesto a irse, pero Hank, un hombre casi de su misma edad, alto, de cabellos castaños y grandes gafas, salió de su oficina con un postulante que salía de la habitación, para llamarlo a él.

- Charles Xavier- dijo el hombre, observando a sus lados.

Un joven bajito de irises azules, respondió al llamado después de meditarlo unos segundos, y con una sonrisa saludó al hombre y entró a su oficina.

- Lamento si tardé, señor Xavier-, continuó el hombre de gafas, mientras nervioso, revolvía entre las hojas de su escritorio-. Ha llegado un significativo número de aspirantes y me hacen más difícil la decisión.

- No se preocupe, entiendo- Charles le contestó con una sonrisa.

- Entonces, empecemos- dijo McCoy con una sonrisa- ¿ha trabajado antes como cuidador de alguien?

- La verdad es que no- confesó con una vergüenza visible en su rostro.

- Oh, eso no es problema, Charles- dijo Hank al observar el rostro contrario- no es un requerimiento muy indispensable, pero me servirá saber que eres lo suficiente paciente y comprensible.

- Bueno- contestó con más confianza Charles- es algo que puedo asegurar tener, he tratado con gente muy difícil en el pasado.

Hank no contestó, su mirada se mantenía entre el montón de papeles. Casi un minuto después, tomó la palabra rompiendo nuevamente el silencio.

- Aquí dice que estudias algo relacionado a la genética, ¿es correcto?

- Claro- dijo Charles un poco extrañado-. Pronto saldré como profesor de genética.

- Me parece que actualmente trabajas en una tesis sobre la evolución humana.

- Sí, estoy a capítulos de acabarlo, me sorprende lo famoso que se ha vuelto mi tema- contestó sorprendido- ¿cómo se ha enterado?

- Es algo que se ha vuelto muy comentado en un círculo de amistades- dijo encogiéndose de hombros- necesito de alguien que comprenda ese tipo de temas con el paciente.

- Espere..., -tomó la palabra Charles, poniendo más interés en la plática- ¿el residente es un mutante?

- Bueno, es algo que no debería decir así con libertad, implicando la confidencialidad que le brindamos a nuestros residentes. Pero este joven es un poco... especial.

- ¿Puedo saber su nombre? - preguntó Charles con más interés.

- Erik Lehnsherr- dijo Hank con seriedad- Llevamos un tiempo tratado con él, pero conforme pasa más tiempo aquí, se vuelve más difícil para nosotros.

Promesas Inquebrantables (Cherik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora