Promesas Inquebrantables (Cherik)

VII

Un par de semanas pasaron, Charles se veía con más frecuencia con Moira, a quién solía ir a recoger de su actual trabajo antes de pasar a su departamento.

Charles sabía que Raven no soportaba a Moira, sobre todo porque ella aún no olvidaba la forma en que la castaña rompió el corazón de su hermano. Raven suele recordar con amargura cuando Charles, emocionado, le enseñó el anillo que pretendía darle a Moira para pedirle matrimonio. En esos entonces Raven adoraba a su futura cuñada, pero después de conocer el rompimiento repentino de ambos y como Moira cortó comunicación aludiendo a que no se sentía lista para una relación, provocó molestia en la rubia, y esa molestia incrementó al conocer que meses después de terminar con Charles, Moira se encontraba comprometida con Bolivar Trask.

Xavier no le pudo ocultar a Raven durante mucho tiempo que se seguía viendo con la castaña. La rubia mantenía una ligera sospecha al observar el cambio repentino de actitud de su hermano, además de las usuales llegadas tardías al departamento o ausencias, las cuales prolongaba hasta la tarde del día siguiente en busca de bañarse, comer, e irse con ropa extra.

— ¿El trabajo te comenzó a consumir, hermanito? — siseó la rubia molesta con la idea de que Charles le estuviese ocultando algo.

— Uhm, algo así— contestó el castaño, quién acomodaba varios libros en su pequeña mochila.

— ¿Me perdí de algo? — volvió a intentarlo, plantándose frente a su hermano.

— Raven..., — comenzó Charles incómodo con la situación.

— Está bien— le acortó la chica— ¿por qué no la invitas a cenar? Quizás deba conocerla.

— No creo que sea buena idea, querida.

— Tú sabes que sólo me pondría así si fuese M-..., —Raven se detuvo abruptamente y abrió los ojos de la sorpresa— Charles, no me digas que tú...

— Nos encontramos hace unas semanas en la universidad y en el metro, y desde entonces hemos salido.

Raven rodó los ojos y acto seguido puso la palma de su mano derecha en la frente.

— Charles, sabes que respeto tus decisiones y que te amo, pero ¿enserio es necesario repetir la misma historia nuevamente?

— Raven, está bien... ambos estamos saliendo sin muchos compromisos, veremos cómo avanza la relación, nada más.

— ¿Están saliendo a pesar de que está casada con Trask? Charles sabes que puedes meterte en problemas.

— Ambos anularon su compromiso hace meses, Raven.

Raven bufó y volvió a rodar los ojos, algo que Charles no le agradaba, se imaginaba un escenario similar al momento de contarle a su hermana que nuevamente veía a Moira.

— Genial, y aquí está el premio de consolación.

— Oye, no tienes que ser grosera— le espetó el castaño un poco dolido por las palabras.

— Lo lamento, tienes razón— Raven se volvió para tomar su bolso y así poder emprender rumbo a su trabajo— quizás haya cambiado, no lo sé, creo que debí sospechar desde que dejaste hablarme sobre Erik, a quién si tengo ganas de conocer. Aún existe, ¿no? — siseó Raven.

— Sí, Raven— contestó con un leve sonrojo su hermano— ¿por qué dejaría de existir?

— Por qué al parecer tu atención está en cosas que no lo ameritan. En fin, nos vemos a rato si decides quedarte.

Raven cerró la puerta abruptamente. La rubia estaba enojada por el repentino cambio de actitud de su hermano, a quién cada vez veía menos. Raven consideraba a Moira como una especie de Yoko Ono en la vida de su hermano, pero poco podía hacer, ya que a fin de cuentas era asunto de Charles, su enamoradizo e inocente hermano.