— Hank— el castaño tocó la gran puerta de madera. Después de unos cuantos golpes, McCoy salió observando con preocupación a su empleado.
— ¿Sucede algo? — preguntó asustado— ¿no deberías ir a despertar a Erik?
— Todavía quedan 15 minutos para eso, ¿puedo hablar contigo?
— S-seguro— contestó Hank abriendo la puerta de su oficina.
Charles entró, sentándose en una de las sillas que daban frente al gran escritorio de su jefe.
Hank se acercó a su enorme silla con parsimonia. Tomó un enorme llavero, y busco entre sus llaves las indicadas para abrir los cajones que tenía su escritorio. Charles quería comenzar a hablar, pero antes de que tuviera oportunidad, escuchó a McCoy comenzando con una voz que le provocó fastidio.
— ¿Vas a renunciar? — Hank sacó la chequera y unas cuantas hojas— no tienes que decirme la razón, entiendo, sólo déjame contactar con las demás personas que aún pueden querer el puesto...
— ...No—. Replicó el castaño con incredulidad— he venido a hablar sobre los avances de Erik, ¿por qué insinúas que quiero renunciar?
Hank se encogió de hombros dejando la chequera cerca de él.
— No lo sé, supongo que ya estoy acostumbrado que todos sus anteriores cuidadores comiencen contándome una historia increíble de porqué deciden dejar la mansión.
— Yo no abandonaré a Erik— le espetó Charles.
— Lo lamento, yo no quise ser grosero...
— No importa, quizás ya con tantos cuidadores tienes un estimado de cuando desertan— Charles suspiró cansado.
Hank carraspeó antes de volver a hablar
— En fin, ¿cómo ha estado Erik?
— Pues—, Charles dio una sonrisa de satisfacción al empezar a recapitular los avances que ha tenido con Erik— en primera, ya no usa el alemán para comunicarse y suele comunicarse con más de dos sílabas, aunque debo admitir que le falta un poco más, sobre todo confianza en sí mismo. Por eso he venido a ti, Hank.
— ¿Yo? — preguntó sorprendido McCoy, acomodando sus gafas— soy el tipo con el mínimo de confianza que puedas encontrar.
Charles se rió levemente y lo intentó nuevamente.
— No me refería a eso, Hank. Simplemente quería tu permiso para que Erik pueda comenzar a convivir con cosas de metal.
— Charles...— le interrumpió McCoy, sabiendo a donde iba el castaño con su petición.
— Sé que piensas que él es dañino, pero en realidad no lo sé. El problema con Erik es que toda su vida le han hecho creer que es un peligro.
— Intentó matar a dos personas, ¿recuerdas?
Charles rascó su cabeza, intentando pensar en otra forma diferente para defender a Erik. Sin embargo, era imposible por la mala fama que se creó últimamente el pelirrojo al haber intentado matar a dos personas a quienes no se les podía probar ser parte de su pasado, y por ser el paciente con más cambio de personal entre los demás de la casa.
— Sé que sucedió eso, pero el problema con Erik es que está lleno de dolor, sufrimiento e ira. Shaw le hizo creer que su poder se basa en la ira, cuando no es así.
— ¿Entonces me estás pidiendo permiso para entrenar a Erik?
— Sí no te molesta.
— Charles, me preocupa lo que te pueda suceder, no sabes de lo que Erik es capaz. ¿crees que no me fijo en las veces que ha tirado de mala manera las cosas cuando está enojado?
ESTÁS LEYENDO
Promesas Inquebrantables (Cherik)
FanfictionTodo comienza la fría primavera de 1962, Charles Xavier un joven a punto de graduarse como profesor de genética es contratado por Hank McCoy para cuidar de Erik Lehnsherr, el paciente más enigmático que haya pisado la residencia. Lehnsherr, conoci...