10

2.3K 166 25
                                    

Duff.
Ross me mira con la misma expresión de miedo que yo tengo. Se supone que Michelle no se enteraría de esto, o por lo menos no ahora. Tengo que manejar yo esta situación, así Ross se dará cuenta que he cambiado y que puedo ser responsable. Le hago una seña a Michelle para que me acompañe al sillón y eso hace. Se sienta a un lado de mi y me mira con ojos de emoción. Es una niña muy dulce...
-Verás Michelle... Tu mami y yo éramos novios, éramos como el principie y la princesa de las películas... Pero nosotros no tuvimos un final muy feliz.-
-¿Y tú que príncipe eres?- Me pregunta feliz.
-¿Yo? Yo soy como la Bestia, y tu mami es como la Bella.-
-Pero ellos tuvieron un final feliz...- Me dice confundida.
-No, no, tú mami y yo no hemos tenido un final... Vamos a la mitad de la película, cuando las cosas no están muy bien entre ellos dos.-
-¿Y por eso mi cabello es igual al tuyo?-
-Si... Tú eres mi hijita...-
-Mami dijo que papi se había ido a un viaje del que nunca iba a volver...-
-Pero ya volví. Aquí estoy... Frente a ti...- Michelle se avienta a mis brazos y me abraza con más fuerza de la que pensé que tendría. Rodeo su pequeño cuerpo con mis brazos y me suelto a llorar. Nunca pensé que una niña pudiera ser tan dulce y cariñosa como lo es ella. Pensé que todo se había ido a la mierda, pero ahora que tengo a mi hija en mis brazos, no quiero dejarla nunca más. Ella vale más que cualquier disco, que cualquier concierto, ella vale más que mi vida entera, y le voy a demostrar que tiene al mejor papá del mundo. Justo el que ella merece.
Ross.
Ver a Duff y a Michelle abrazados de esa forma hace que esté a punto de llorar. Pero no ahora, no puedo ablandar mi corazón con a Duff ahora. Va a tardar en convencerme de que puedo confiar en el de nuevo, en demostrar que será un buen padre y en demostrar que de verdad será un mejor hombre por su hija.
Michelle se separa después de un rato de Duff y le seca las lágrimas que tiene en la cara.
-¿Por qué lloras papi?- Nunca había oído a Michelle decir esa palabra con tanta alegría.
-Estoy feliz de que estemos juntos...-
-Yo también... ¿Vas a jugar conmigo y a leerme cuentos en las noches?-
-Yo... Claro que si...-
-Michelle... Papi tendrá que vivir lejos de nosotras.- Digo acercándome a ellos.
-¿Pero por qué?-
-Es difícil de explicarlo...-
-No, no... Michelle.... Te prometo que desde ahora tú y no vamos a vernos todos los días. Te ayudaré a hacer las tareas, y después jugaremos juntos. Y cuando vayas a dormir te cantaré y te leeré cuentos... Lo prometo.-
-¿Promesa de meñique?-
-Claro que si...- Los dos vuelven a abrazarse, y no puedo negarle esto a Michelle. Nunca me lo perdonaría.
-Papi vamos a casa, tengo que enseñarte todas mis muñecas y mis animales de peluche.- Duff busca mi mirada en forma de respuesta, y no hago más que asentir. De todas formas tengo que hablar con Duff. No pienso vivir de nuevo con el.
Duff.
Al llegar a la casa, me siento un poco mal conmigo mismo. Nunca me ha faltado dinero, tengo una casa enorme con todo lo que quiero y necesito, y en cambio la casa de Ross es un pequeño departamento en un tercer piso de un edificio muy viejo. Cuando entramos, me doy cuenta que no está ordenada, no como Ross solía tener nuestra casa hace unos años. Se ve que no tiene tiempo para mantener una casa.
-Papi, vamos a jugar.- Dice Michelle jalando mi mano. Es muy bajita.
-Bebé, primero ve a hacer tu tarea. Cuando acabes juegan.- Le dice Ross.
-Pero mami... Tengo que enseñarle mis muñecas a papi...-
-Haz tu tarea y después puedes jugar todo lo que quieras.- Michelle se va haciendo puchero a su habitación, y Ross me ve con la mirada más triste que ha tenido jamás.
-¿Qué planeas hacer, Duff?- Me pregunta.
-Compraré una nueva casa para los tres...-
-No, no, aquí vivimos bien Michelle y yo.-
-Necesito que hagamos esto. Déjame vivir con ustedes un tiempo, y déjame demostrarte que de verdad puedo ser el hombre que ustedes merecen. Si después de un tiempo decides quedarte conmigo, seremos muy felices, y si decides que no, respetaré tu decisión y seguiré haciéndome cargo de mi trabajo como padre.-
-¿Qué te hizo cambiar de opinión? Hace cuatro años jamás hubieras dicho esto.-
-Cuando Slash le contó que te había visto con Michelle, fue como si mi corazón de ablandara y tuviera una necesidad enorme de cuidarlas.-
-Tengo que pensar las cosas, no es tan fácil como lo dices...-
-Te prometo que las cosas irán mejor. Nunca nos va a faltar dinero, Michelle tendrá todo lo que ella quiera y tú no volverás a estar sola....

My Michelle. (Duff McKagan) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora