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Duff.
En cuanto cierro la puerta, me quedo en un silencio abrumador. Un silencio que nunca había sentido. Estoy acostumbrado a escuchar la dulce voz de Ross y a acurrucarme en ella cuando estoy deprimido. Como ahora. Pero ahora ella no forma parte de mi vida, voy a tener que aceptar eso.
Me dirijo al sillón y me siento en este, pero siento una mano en mis hombros. Había olvidado que Slash seguía aquí. Me pone una mirada de lastima, y se sienta a mi lado.
-¿Estás bien?- Me pregunta.
-Mejor que nunca.-
-No me mientas, soy tu mejor amigo...-
-No. Mi mejor amigo es Steven.- Slash se queda callado y me desvía la mirada.
-Vamos a beber algo.- Dice tratando de animarme.
-Quiero estar solo.-
-Vamos hombre, tienes que distraerte...-
-Joder Slash. Quiero estar solo. ¿Entiendes?-
-Eh... Vale... Entonces ya me voy.-
-Si. Lárgate ahora. Por favor.- Slash me da una última palmada en la espalda y se va de mi casa. Tomo una botella de vodka y voy al cuarto. Tengo que deshacerme de todo lo que me recuerde o tenga que ver con ella. Comienzo a meter toda su ropa, maquillaje, y sus cosas personales en cajas de cartón. Por último, rompo en pedacitos todas las fotos que tengo con ella colgadas en la pared y las tiro a la basura. En menos de quince minutos, ya no hay ningún rastro de ella por ningún lado de la casa. Pero no puedo deshacerme de estas cajas... Joder, voy a tardar en años en dejar de estar enamorado de ella. Meto las cajas al fondo de un armario y lo cubro de cosas para no tener que ver las cajas constantemente. Me voy a volver loco si me quedo aquí, hay un puedo sentir su esencia...
Me pongo una chaqueta y le tomo la palabra a Slash, pero sin Slash. Me voy corriendo a casa de Steven, tan sólo vive a dos calles de la mía. Toco el timbre desesperadamente hasta que me abre. Su expresión es completamente de preocupación.
-Hola Duff... Pasa...- Su voz es amable. Entro a su casa y voy directo a la cocina. Steven siempre guarda mucho alcohol en su alacena. Saco dos botellas de whisky y dos de vodka, y me voy con ellas al sillón. Comienzo a beber desesperadamente, pero Steven me quita la botella de la mano y la aleja de mí.
-Dame eso.- Digo molesto.
-Bebiendo no vas a resolver nada.-
-Pero tampoco lo voy a resolver si no bebo, así que dame la botella.-
-No Duff.... Tienes que hacer algo...-
-¿Qué piensas que haga? Nunca me va a perdonar lo que hice...-
-¿Y si le marcas a su mamá y le preguntas por ella? Seguramente está allí...-
-Joder... Está bien...- Steven siempre acaba convenciéndome de todo. Y me molesta, porque todo es culpa de su cara tierna. Así que voy al teléfono de la casa de Steven, y marco a casa de la familia de Ross. Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Y una voz me contesta.
-¿Si?- Es su mamá. Mierda.
-Eh... Hola señora... Soy Duff...- En cuanto digo mi nombre, la llamada se finaliza. Seguramente Ross les contó todo. Dejó el teléfono en su lugar y caigo al piso. No voy a poder soportar esto... Me cubro la cara con las manos y suelto un fuerte sollozo. Steven se sienta a mi lado y me abraza, lo que me hace soltar en llanto de inmediato.
-Todo se acabó... ahora ya no hay vuelta atrás.-
-Tendrás que luchar por ella...-
-No Steven. Este es el fin...-

My Michelle. (Duff McKagan) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora