My Michelle. (Duff McKagan) TERMINADA.

18

Duff.
Después de comer el pastel, que por cierto quedó asqueroso, decidí llevar a Michelle a una heladería cercana. Así puede comer un postre de calidad. Nos sentamos en una mesita alejada, y observo como se come un helado doble de chocolate con jarabe extra de caramelo. Me está contando sobre un mundo imaginario donde ella es una princesa y tiene un corcel blanco, pero la presencia de Izzy nos interrumpe. Se sienta a un lado mío y nos sonríe.
-Hola Tío Ozzy.- Dice Michelle sonriéndole.
-Soy Izzy. Y hola mini jirafita.- Izzy le da una palmadita a Michelle en la cabeza y me mira.
-¿Cómo supiste que estábamos aquí?-
-Izzy lo sabe todo.-
-Eh... Y qué mierda haces aquí.-
-Tengo que hablarte sobre una cosa.-
-A ver, habla.-
-Ross me contrató.-
-¿Para qué?-
-Para vigilarte y ser niñera de Michelle.-
-SI. SERÁS UNA BUENA NIÑERA.- Le dice Michelle. Izzy se ríe, pero no quita su mirada de encima.
-No, no. A ver, ¿cómo que para vigilarme?-
-Ya sabes... Ella no cree que tú seas un padre responsable, entonces quiere que te cuide en todo momento que estés con Michelle para asegurarse de que no hagas ninguna pendejada en frente de ella.-
-¿Y por qué mierda aceptaste hacer esto?-
-Porque me paga muy bien...- Dice guiñándome un ojo.
-¿Cuánto te paga?-
-Sobre eso quería hablar. No me paga con dinero.-
-Explícate de una vez, Izzy.-
-Por cada día que yo esté vigilándote, ella me da una noche de sexo loco.- La mandíbula se me cae al piso. Tiene que estar bromeando, no creo que Ross vendiera su cuerpo con mi mejor amigo de esta forma.
-Si, claro. Ya quisieras que Ross se acostara contigo.-
-¿No me crees? Porque si quieres puedes vernos esta noche.-
-¿POR QUÉ MIERDA ROSS HIZO ESO?-
-Mira Duff... No sé. Pero te propongo un trato. Yo no te voy a vigilar, te voy a dejar estar solo y en paz con Michelle, pero a cambio tú tienes que decirle a Ross que si estuve contigo todo el día, así me la puedo follar en las noches sin que tú estés incomodo.-
-Es mi ex-novia. La ley de mejores amigos dice que no puedes follarte a las ex-novias de tu mejor amigo.-
-¿De verdad te molesta que me folle a Ross?-
-¿TENGO QUE RECORDARTE QUE ES LA MAMÁ DE MI HIJA?-
-Ay vamos Duff... No es para tanto.-
-No Izzy. No quiero verte cerca. Ni de mi, de Michelle, y mucho menos de Ross.- Dicho esto cargo a Michelle y salgo con ella de ahí. No puedo creer que Ross esté vendiendo su cuerpo para poder "vigilarme".
Ross.
Después de pagarle a Izzy, le pedí que se fuera rápidamente con Michelle y Duff. Sabía que habían ido a comprar un helado, así que seguramente no fue difícil para Izzy encontrarlos. La verdad es que me da asco hacer esto. Desde la ultima vez que me acosté con Duff, hace cuatro años, no lo había vuelto a hacer. Pero bueno, tenía que hacerlo. No por mi, sino por Michelle. No puedo estar tranquila si no tengo la certeza de que ella está bien en todo momento.
Estoy sentada en el sillón, viendo una película en la televisión. Estoy comiendo papitas cuando escucho que la puerta principal se abre, y me encuentro con Duff. Tiene en brazos a Michelle, quien tiene la carita llena de helado de chocolate. La deja en el piso, y le dice que vaya a jugar un rato a su habitación. Después Duff se sienta a mi lado y apaga la televisión.
-Oye la estaba viendo, vuelve a prenderla.-
-No. Tenemos que hablar.-
-¿Que podría ser más importante que mi película? Préndela.-
-Ross es en serio. Izzy me contó todo.-
-Agh... Le dije que no podía decirle nada a nadie...-
-Porque estás haciendo esto...-
-Por Michelle...-
-¿No confías en mí, Ross? Jamás, en serio jamás, sería capaz de hacerle daño a Michelle, y mucho menos exponerla a cualquier situación de peligro.-
-No es que no confíe en ti... Pero es complicado...-
-No, no lo es. Yo soy su papá y entiendo lo mucho que la amas y la necesidad que tienes por protegerla.-
-Tu haz vivido con ella una semana, yo casi cuatro años.-
-Ross basta. Estás acostándote con mi mejor amigo solo porque tienes miedo que yo le haga algo a Michelle.-
-¿Y qué más quieres que haga?-
-Confiar en mí, por ejemplo.-
-Me cuesta trabajo, Duff.-
-Ya lo sé... Pero dijiste que me darías una nueva oportunidad. Y eso implica confiar en mí...-
-Es difícil... Tienes que entender todo el daño que...- Duff me interrumpe. No me deja acabar mis palabras cuando pega sus labios a los míos. Al principio me resisto, pero él no se da por vencido hasta que mis labios seden con los suyos y se juntan en un tierno beso. Había olvidado lo bien que se sentía estar con Duff de esta forma... Su lengua pide permiso para entrar, y no hago más que dejarme llevar. Estamos unidos en un apasionado beso unos largos segundos, hasta que se separa de mí y sonríe. Sé que mis mejillas están más rojas que nunca.
-Prometo que todo estará bien...- Me abraza con fuerza y acaricia mi cabello. No importa cuánto me niegue, tengo que aceptar que sigo amando a Duff con todo mi corazón...