capitulo 6

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Mierda, esta vez estaba podrida en serio. Después de que me cubrieron la boca me desvanecí, lo sé porque justo ahora estoy atrapada con una enredadera que me apretaba casi al punto de dejarme sin respiración, escuché un chasquido de dedos y las lianas de la enredadera se aflojaron. Estaba confundida porque este lugar se encontraba oscuro y en mis pies sentía algo viscoso que los mantenía pegados al suelo.
-Parece que la pequeña monster se está divirtiendo mucho- susurraron en mi oído, no conteste. No podía ver nada y me rehusaba a que quien sea que me haya atrapado aquí notará el pánico que tenía si hablaba.
-¿No hablarás?- Me jaló del cabello y pude ver unos ojos mitad azules y mitad negros, parecía un gato porque sólo esa facción destacaba como el gato Chesire, finalmente sonrió y comprobé aún más lo que acababa de pasar por mi cabeza.
-¿Quién eres?
-¿yo? Preciosa Andra, me preocupa que no me conozcas después de haber estado tanto tiempo con mi apuesto Eidan y para rematar también mezclaste al encantador Drac con tus poderes mentales. Vaya, vaya.
-¿Me crees adivina? Pues ¡sorpresa! No soy una adivina así que mejor dime quien eres a menos que quieras que te rompa tu mandarina en cuanto me suelte de esto.
-Oh, tienes un muy mal sarcasmo ¿qué vio el en ti? No eres especial, sólo tú cabello te hace diferente a mi y en comparación eres bastante ordinaria.
Da la cara antes de que te escupa en esos ojos de gato que tienes.
-¿Qué dijiste?
-No he dicho nada, tal vez ya te estés volviendo loca. O estás perdiendo tu parte humana...- rayos, acaso ¿había escuchado mis pensamientos?
-Tú, rata inmunda. No tienes idea...
Cuando acordé una luz había inundado el lugar y la chica que me había estado amenazando cayó al suelo mirándome como si quisiera matarme, sus ojos eran aún más siniestros viéndose sólo entre las hebras de su cabello rojizo.
-B-Br-Brisaaa ¿que haces aquí?- dijo la chica con la voz temblorosa.
-Britt, no es divertido que hagas eso cada que alguna chica nueva llega- esa voz era de...
-¡Eidan!- pronto vi como Britt se paraba y corría hacia una silueta que se acercaba entre la penumbra, cuando llegaron a la luz Eidan se restregaba la mano contra la boca y Britt estaba sonrojada.
-Vuelves a hacer eso y juro que me apartaré aunque te des en la cara contra el piso- Eidan estaba enojando y demasiado.
-¿Qué pasó?- pregunté algo aturdida por la situación.
-Vamos- de un momento a otro Eidan estaba frente a mi y tomó mi mano para salir de aquel extraño lugar.
-Basta, ¿se supone que debo hacer todo lo que me ordenas? Porque si crees eso estas mas que equivocado.
-Esa maldita boca tuya quejándose cada vez me dan más ganas de sellarla con un beso.
¿Qué? Escuché mal, tal vez tenga cerilla en mis oídos y eso me hace escuchar cosas que no son. Este tipo esta loco pero nunca diría algo importante como si nada...
Seguía pensando y sucedió: estaba hecho, sus labios estaban sobre los míos como si el estuviera hambriento, la sensación era extraña y me quedé petrificada hasta que Eidan mordió mi labio inferior, si, ¡me mordió el muy canaya!
-Yo no bromeo- sonrió dejando solo unos pocos centímetros de distancia entre nuestros rostros.
-Pues al parecer si, me acabas de conocer y por si no lo sabes eres un bruto que no actúa más que por impulsos.
-¿Eso crees?- se alejó y sonrió maquiavélicamente tomo mis mejillas con sus manos y les dio un fuerte pellizcon, después me golpeó la frente con la palma de la mano suavemente-. Tal vez tengas razón- me empujó hasta que perdí el equilibrio y quedé en el suelo, se puso de rodillas acercando nuevamente nuestros rostros y se sostenía con ambas manos a los costados de mi cabeza- Te dejaré decidir. Si piensas dejar que te bese y responder cierra los ojos y tranquilizate. Si no quieres puedes darme una simple patada al fin que tus piernas están libres- sonrió- Espero tu respuesta todo lo que quieras- me miró a los ojos y no me pude contener.

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