Capitulo 8.

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Lo prometido es deuda, aqui les dejo el fic StanBill que le prometí a una muy querida lectora. No se compartir directamente las historias, así que les digo: es de JokerInsanity y se titula "Un tonto demonio enamorado [StanBill]".

Creo que de momento es todo, nos vemos la siguiente semana mis queridas almas....no, no no no, esperen, ya recordé. De navidad iniciaré un libro de one-shots de la serie, me agradará leer sugerencias y antojos de parejas e historias. Y ahora si ya me voy, disfruten el capítulo.
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-Vamos, ¿no pueden caminar más rápido?...-se quejaba la castaña esperando a que la alcanzarán en cada esquina.

-No todos tenemos tu energía...quizá si me abrazaras...-el muchacho le extendió los brazos sonriendo.

-¡¡Siii, abrazo!!.-grito corriendo y saltando a sus brazos, apretándolo con ese cariño y entusiasmo que sólo ella sabía dar.

Bill sonrió ante esto, y sin quererlo una parte de él se alegró de tener el cariño de la chica. La cargó en su espalda a pesar de que ya no estaba tan pequeña, tenía la altura que alguna vez tuvo su amiga pelirroja, y actualmente era unos centímetros más grande que su hermano; a pesar de eso no le costo nada al contrario cargarla hasta llegar al centro comercial, mientras en el camino ella iba saludando y presentando al nuevo joven como "el chico que había salido de la mente de su tío Stan". Obviamente no daba una buena primera impresión, pero si estaba con los Pines debía estar todo bajo control, así que se limitaban a saludar y seguir con lo suyo, o a platicar brevemente con los Pines. Apenas llegaron al centro comercial, Mabel tomó de la mano a ambos hombres y los llevo a cada tienda que se le ocurrió, perdiendo ahí casi todo el día; estaban ayudándola a elegir un nuevo suéter en una tienda cuando sus estómagos empezaron a sonar, o al menos los de los Pines.

-Bien, llegó el momento de tomar una importante decisión...-dijo sería la castaña tras pagar la prenda, para luego sonreír infantil.-...¿qué comeremos? Yo quiero hamburguesa

-A mi se me antojan unos tacos..-propuso el mayor mientras volteaban a ver al tercero, quien sólo se encogió de hombros.

-¿No se te antoja nada Blake?...

-No tengo hambre, sólo los seguiré...

-Oye chico, eso no está bien, debes comer algo...

-No, de hecho yo no necesito comer, lo de aquella noche en la cabaña fue sólo para intentar librarme de esa conversación...pero podría comer algo de tocino...y soda...-admitió recordando el sabor de la carne.

-Genial, podemos ir a la cafetería entonces.-finalizó sonriente la chica mientras de nuevo los jalaba para avanzar.

Su guía no duró mucho ya que a Bill le molestaba un poco cuando se ponía así de hiperactiva y prefería cargarla para limitar sus movimientos, logrando caminar con Stan al paso que ellos querían; además no le venía mal tomar algo de toda esa energía que Mabel desbordaba.

Tras ordenar cada uno lo que se le antojo, tio y sobrina comenzaron a hablar y recordar cosas, mientras en la cabeza del demonio un conflicto se formaba. Ya no estaba seguro de querer seguir adelante con el plan que tenía, pero una parte de si mismo intentaba obligarlo a ello; su naturaleza malvada quería ver caos en el mundo, pero la otra parte de él ya había adoptado un lado humano y sólo le interesaba seguir investigando a aquella especie hasta entenderla por completo, y era esa misma parte la que se había encariñado con la familia que alguna vez fue su enemiga. Tan concentrado estaba que no vio cuando llegó su comida.

Un nuevo verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora