TENTATION. |Camren|

Capítulo 15. "Mejores amigas."

- Lo siento... ¿te parece si lo dejamos para otro día? Creo que estás ocupada... - le dijo Chris, al verla solamente con esa camiseta a cuadros puesta y sin nada abajo más que braguitas.

- No. - se negó ella. - no es lo que tú piensas. - le dijo, Lauren se volteó a mirarla, frunciendo el ceño. - ella es... es solo una amiga.

- Igual pienso que deberíamos dejarlo para otro día. No te preocupes, todo está bien. - le sonrió él. Lauren soltó una risa tonta, burlándose de él.

- Todo está mejor que bien... - susurró Lauren, alejándose y burlándose de nuevo. Pero esta vez dejando salir sus pensamientos hacia el exterior.

- ¿Perdona? - le contestó Chris. A Camila le entró un escalofrío. Cerró los ojos con fuerza al notar que Chris había entrado a su departamento al escuchar las últimas palabras de Lauren.

- Que todo estaba mejor que bien antes de que tú llegaras. - le sonrió al observar que se había acercado a ella. Quería discutir, pero se había metido con la persona equivocada.

- Lauren... por favor... - logró decir ella.

- Es la verdad, bonita. - contestó la joven.

- ¿Es tu mejor amiga? - inquirió Chris.

- No... - se excusó Camila. Pero no encontró más que decir. Lauren había vuelto a reír. Chris no tenía idea de las preferencias sexuales de Camila.

- Antes que tú llegaras, ella y yo...

- Basta. - Camila se interpuso entre ambos. Se volteó para mirarla a ella. A esa idiota que no había dejado de armar problemas nunca. A Lauren. - vete.

Lauren la miró desafiante. A la misma vez, moría por comerse esa boquita. Le ponía tanto cuando se enfadaba.

- Me voy yo. - inquirió Chris. Salió de aquel departamento sin decir nada más, cerrando la puerta con fuerza. Sin siquiera despedirse de Camila, que moría de la vergüenza en ese entonces.
Claramente se había dado cuenta de el lazo que tenían aquellas dos jóvenes.

Se hizo un silencio entre las dos. Lauren la observó cubrirse el rostro, apunto de insultarla de la peor manera. Cabreada y sexy. ¿Qué mejor combinación?

- Dijiste que no era tu...

- Vete. Vete ahora mismo Lauren, lo digo enserio.

- ¿Vas a enfadarte conmigo por esto?

- No importa ¿sabes? Quiero acabar con...con esto... ni siquiera sé que es pero... no lo sé... solo déjame. - se volteó. No tenía ganas de mirarla. ¿Cómo podía ser tan impulsiva? ¿Por qué no podía controlarse al menos un poco?

Lauren apretó los ojos sin poder evitar arrepentirse por cómo se había comportado. Es que... no podía controlarlo. Era así. Era su jodida personalidad. No podía manejar algo que estaba impregnado a ella.

- Yo sí sé que es. - le contestó la pelinegra, acercándosele por detrás. Al tenerla tan cerca, por dentro...empezaba a desesperarse por tocarla de nuevo. Camila se volteó. Los ojos de ambas se encontraron. Ella los cerró lentamente...negando con la cabeza.

- ¿Quién eres? - le preguntó de nuevo. No supo por qué, pero pasó suavemente sus dedos por las mejillas de Lauren. Acariciándoselas. Está tragó saliva. Nunca nadie había hecho esto antes. Moría de ganas por cerrar los ojos y dejar que la tocara.

- Tengo una mejor manera de explicártelo. - sus manos apretaron las caderas de Camila. A la misma vez, sus bocas volvieron a juntarse.

Camila se separó. Lauren aceptó que lo hiciera... no se interpuso... pero necesitaba seguir besándola. Joder. Esto era tan fuerte que apenas y podía asimilarlo. De pronto, Camila la besó esta vez. En esta ocasión siendo ella quién la dominaba. La estampó contra la pared más cercana. La misma Lauren se sorprendió de que lo hiciera. Al tenerla encerrada entre su cuerpo y la fría pared, la besó de nuevo. Un beso más intenso. Lleno de sentimientos y una lujuria inmensa, avanzando a un nivel extraordinario.

- Chris es solo un amigo. - tuvo que separársele un poco para poder hablarle. Lauren asintió. De alguna manera, eso le aliviaba muchísimo. No era que le importase... o tal vez sí... lo que sea que fuera... sentía un alivio en su interior. Se dedicó a quitarle el primer botón de su camiseta a cuadros. Primero uno, luego otro... y el último, y uno más... hasta dejar su camiseta completamente abierta. Camila bajó la mirada.

- Que traviesa...

- Traviesa tú. - alcanzó sus labios y se los besó. Se fijó en sus ojos al besarla. Cerrados se asemejaba a un ángel. Un ángel que le ponía muchísimo. Era la primera vez que se fijaba en los ojos de una mujer cuando la besaba. Camila separó sus labios, y esta vez lo estampó contra el cuello de Lauren. Eso... había sido demasiado. Estaba tocando su punto débil.

- Joder, no hagas esto...

Camila besó una vez más su cuello. Su respiración chocó contra la piel de Lauren. Está sintió que moriría.

- Basta gatita...- gimió Lauren. Sabía que si seguía haciéndolo, se descontrolaría. Era capaz de acabar con todo esto. De tumbarla. De follarla sin previo aviso. De abrirle las piernas y hacerla gritar.

- ¿Me has dicho gatita? - enarcó una ceja, y pasó sus dedos por los labios de Lauren. Está no hizo más que besárselos.

- Sí, gatita. - un beso más. El deseo de Lauren no podía esconderse mucho más. Tuvo que hacer algo para demostrárselo. Para enseñarle como la tenía de mal. Apretó su cuerpo un poco, tanto... que Camila soltó un gemido. - cuando cierras los ojos para besarme, te pareces a una.

Camila soltó una pequeña sonrisa.

- Quiero verte mañana... - le dijo ella.

- Yo también.

- Entonces...¿sí?

- Sí. Sí. Sí. - le afirmó ella, besándola tres veces. - pero ahora quiero terminar con algo... - se inclinó para morderle el cuello. Camila se estremeció por completo. Si tan solo tuviera una idea de lo mojada que estaba...

- Mañana... - le susurró la castaña. Algo parecido a un gemido.

- ¿Por qué? - le preguntó Lauren.

- Te prometo que mañana. - mordió su labio ligeramente.

Y ella ... ella se contuvo. Guardó todas las ganas que tenía por comérsela. Se tragó todas las palabras que tenía para decirle. ¿Ella tenía acaso una idea de cómo se encontraba? ¿o es que era todo un plan para matarla? Necesitaba saciarse cuanto antes.

- Vas a pagarme por esto mañana.